Manel Iglesias dice que se enfrenta a su cuarta gala de los Goya como si fuera la primera vez, a pesar de que lleva casi 30 años asumiendo retos como éste. Tras dirigir las ceremonias de los premios del cine español en 2007, 2008 y 2009, y otros muchos eventos como los premios Ondas o los Max, regresa ahora en 2013 a los Goya, de la mano del productor Emilio A. Pina. Junto a José Corbacho, Iglesias fue responsable de dar un giro a la ceremonia hace ahora 6 años. Entre ambos consiguieron dar forma a un evento más ameno y breve.
En esa misma senda, la intención de Iglesias es volver a realizar este año un verdadero programa de entretenimiento televisivo, que en la última edición sumó más de 4 millones de espectadores (4.156.000), un 23,3% de cuota, convirtiéndose en el programa más visto del día y hasta 12.785.000 espectadores vieron en algún momento la ceremonia. Manel Iglesias ha concedido una entrevista a Audiovisual451 unos días antes de que La1 de TVE emita la ceremonia en directo la noche del 17 de febrero.
AV451: ¿Cómo será la 27 ceremonia de entrega de los premios Goya?
Manel Iglesias: «Cuando dirigí mi primera gala de los Goya, junto a José Corbacho en 2007, decidimos que teníamos que adaptar los premios al medio televisivo, convertir la entrega en un verdadero programa de televisión, en un show de entretenimiento. Decidimos dar un giro y hacer un show más espectacular. Hasta ese momento la gala duraba cuatro horas y media y su puesta en escena era muy teatral. Nosotros nos propusimos hacer la gala en dos horas y cuarto y más televisiva, esa es nuestra intención también ahora».
AV451: Entonces, ¿la gala de este año tendrá una duración de dos horas y cuarto?
M.I: «No creo, seguro que se alarga (ríe). La gala durará lo que tenga que durar, porque nunca sabes lo que puede ocurrir, si algún premiado se va a enrollar en sus agradecimientos más de la cuenta…»
AV451: ¿Qué elementos se añadieron en 2007 para dar agilidad a la Gala?
M.I: «Nosotros le dimos un tempo mucho más acelerado. Con el permiso de la Academia de Cine, junto a Emilio A. Pina, que era también productor ese año, y Alejandro Amenábar que estuvo también en el equipo, tratamos hacer una gala mucho más ágil, también con el fin de que la gente pudiese salir antes y acudir a las fiestas posteriores, que es realmente dónde se hace el negocio».
AV451: ¿Cuáles son los principales retos de dirigir un programa en directo como este, con esa duración?
M.I: «Dirigir un programa como la gala de los Goya es como dirigir una orquesta. Tú mueves la batuta y necesitas que todos los miembros del equipo estén sincronizados, que sigan tus indicaciones. Aun así, hay momentos en la partitura de una ceremonia como esta que no puedes controlar y debes improvisar, pero el equipo es muy profesional y sabe improvisar, sin que nada se note. Todo está perfectamente planificado, pero no todo se puede controlar en una emisión en directo, hay cosas que no se pueden prever, estamos acostumbrados. De todos modos, el pasado no existe, no te puedes relajar hay que luchar por el presente. Los años te dan seguridad y temple, pero los nervios del directo siempre están ahí, aunque no los enseñes. Los estados anímicos se contagian y no puedes dar la sensación de nervios porque eso se transmite al equipo porque eres una referencia para ellos».
AV451: ¿Le gusta que se improvise en el escenario?
M.I: «Por supuesto, me gusta que se improvise en escena, porque eso significa frescura, que fluye la creatividad».
AV451: Este año la ceremonia cambia de escenario: el Hotel Auditorium, ¿Qué ventajas e inconvenientes ofrece el nuevo marco?
M.I: «El hecho de que el Ayuntamiento de Madrid haya decidido cerrar todos los espacios con un determinado aforo a raíz de la tragedia del Madrid Arena, ha sido un problema muy importante para nosotros. Para las gala de los Goya necesitamos un aforo de al menos 2.000 butacas pero no hay prácticamente lugares con ese aforo en Madrid, aunque parezca mentira. Se podían contar con los dedos de una mano y sobraban. Finalmente dimos con el auditorio de este hotel de Madrid. Ofrece muchas ventajas, ya que cuenta con más de 2.200 butacas y todas a una misma altura. El escenario es un poco bajo pero este pequeño problema lo hemos solventado bien y creo que la escenografía va a ser espectacular».
AV451: ¿Cuántos profesionales trabajarán la noche del 17 de febrero para que todo salga bien?
M.I: «Directamente, unas 300 personas, aproximadamente. Entre el equipo de Televisión Española, que pueden ser unas 80 personas y el equipo de la Academia, esa será la cifra».
AV451: ¿Cómo se controlan 300 personas?
M.I: «Cada miembro de esa orquesta sabe la que tiene que hacer. Hay un ensayo general un día antes de la ceremonia, el sábado 16 de febrero. No puedes disponer de los actores y colaboradores que entregan premios cuando tú quieres. También hay números de la gala que se ensayan dos o tres semanas antes».
AV451: ¿Cuántas cámaras se utilizarán en el show?
M.I: «Contaremos con unas 15 cámaras, entre ellas cuatro solo para la platea del auditorio, para el público. El despliegue es considerable. TVE llevará un Unidad Móvil de HD con los últimos avances tecnológicos. Luis Campoy estará al frente de la retransmisión de TVE, en Alta Definición y en directo. Te puedo asegurar que funcionamos como un solo equipo, aunque por un lado esté TVE y por otro la Academia. Trabajamos codo con codo y además Luis es un gran amigo mío. Te puedo adelantar que utilizaremos alguna innovación técnica que está marcando tendencia en estos momentos en el audiovisual, no puedo decirte más».
AV451: Además hay unas piezas audiovisuales que se graban mucho antes ¿cuántas serán este año?
M.I: «Hemos grabado 7 piezas. Te aseguro que la entrada va a ser espectacular. Este año la ceremonia contiene muchísima comedia, mucho humor. La producción de estas piezas ha sido sorprendente. En este momento actual en el que tampoco contamos con los medios económicos que nos gustaría, te puedo asegurar que la producción de las piezas ha sido espectacular, su acabado es excelente. La reconstrucción de los escenarios de la parodias que hemos grabado es muy fidedigna, incluso en ocasiones nos gustaban más nuestros cuadros que los originales, con todo el respeto. En definitiva, durante la ceremonia va a ver muchas sorpresas y no faltarán tampoco los momentos emotivos».
AV451: ¿Cuándo se monta toda la escenografía?
M.I: «La última semana se monta la escenografía, las luces…»
AV451: Esta última semana será de locos ¿no es así?
M.I: «Bueno, pero estás habituado. En enero he estado rodando los sketches y me he estado levantando a las 6 de la mañana. No duermes mucho, 5 ó 6 horas, no más, pero como tienes ilusión porque es un privilegio trabajar en esta profesión, no te importa. La ilusión es una energía. Por ejemplo, en un trabajo que he estado haciendo hace poco sobre la NASA y los astronautas que pisaron por vez primera la luna trabajábamos 16 horas al día y dormíamos solo cuatro, pero estábamos tan ilusionados que nada importaba, el cansancio no lo notas».
Av451: ¿Cómo es el día de la Gala desde que despierta por la mañana?
M.I: «El día de la gala intentas relajarte. Todo está planificado y los ensayos se hacen el sábado, por lo que el trabajo está hecho, falta lo más importante, pero todo el trabajo duro se ha llevado a cabo durante las semanas previas. Ese día lo que pides es que el universo se conjure para que pasen las menos cosas posibles que no puedes controlar. Generalmente no suelen ocurrir cosas graves, la verdad. Pero por ejemplo un discurso de agradecimiento de ocho minutos te puede reventar el timing de la gala».
AV451: Y después viene el bajón…
M.I: «Sí, no solo el bajón, en los días posteriores empiezas a añorar a las personas con las que has estado trabajando intensamente muchos días, codo con codo, y a la que aprecias. No sabes cuándo volverás a verlos».
AV451: ¿No se aconseja a los candidatos que no alarguen mucho su discurso?
M.I: «Claro que se hace, pero ten en cuenta que yo me entero del Premio en el mismo momento que el espectador y que el premiado. El abanico de nominados es amplio, a algunos nominados los conoces, son amigos, y les dices que no se alarguen más de dos minutos, pero no puedes controlar a todos, ni tampoco las reacciones de la gente. Como curiosidad te diré que son fundamentales los primeros premios, marcan tendencia. Si los primeros premiados dicen discursos cortos, los que les siguen tampoco se alargan. En mi primera ceremonia hicimos un sketch para recordar a los actores que fueran breves y funcionó. Corbacho disparaba a un actor ficticio que recogía un premio falso, y decía “qué parte de ser breve no has entendido”. Realmente los primeros premios son clave, marcan tendencia en el devenir posterior de la gala».
AV451: Cuando surgen imprevistos como la salida en escena de una espontáneo como ocurrió en una gala pasada ¿cómo se maneja la situación?
M.I: «Con delicadeza, respeto, pero intentando que el hecho afecte lo menos posible a la retransmisión. De los errores se aprende más que de los aciertos y cosas como éstas te ayudan a mejorar en las siguientes ediciones. La ceremonia de los Goya tiene una audiencia de 3,5 millones de espectadores o más por lo que es un reclamo para cualquiera que quiera adquirir notoriedad. De todos modos, tenemos mecanismos de seguridad que tratan de impedir que pasen cosas como esas. Hay muchos filtros que atravesar y es casi imposible boicotear la ceremonia durante la emisión. Me parece que actos como éste, invadir un escenario, son una falta de respeto a los profesionales que estamos trabajando esa noche y hacia los propios espectadores».
AV451: ¿Cuánto tiempo le quita dirigir una ceremonia como esta?
M.I: «Bueno, además de la ceremonia de los Goya llevo otros proyectos más en paralelo. Por ejemplo dirijo los Premios Ondas en noviembre. Desde el mes de octubre comienzas a trabajar en la ceremonia de los Goya, pero hasta el último mes y medio no te dedicas a tiempo completo. La verdad es que estoy muy contento, porque es un equipo extraordinario y es un privilegio poder trabajar con ellos y dirigir esta gala. Con Emilio A. Pina es la tercera gala que hago. La presión mediática que tiene los Goya no la tienen ningún otro premio y te lo digo yo que he hecho los Ondas, los Max… Pero no puedes pensar que el show lo van a ver 4 millones de espectadores, haces el espectáculo pensando en dos direcciones: que sea ameno para los que están dentro de la sala y para el espectador de televisión».
AV451: ¿Qué puede adelantar del guión de este año?
M.I: «El ‘leiv motiv’ de esta gala de 2014 no es la crisis, te lo puedo asegurar. Se tratará la coyuntura actual de país, como no puede ser de otra forma, pero no será algo recurrente. Al final se trata de que los premios Goya sean la fiesta del cine español».
AV451: ¿Tiene confirmación de la asistencia de alguna estrella internacional este año y cómo influye este hecho en el guión?
M.I: «Sí, vamos a tener estrellas internacionales este año. Todas las que podamos, pero no te puedo adelantar nombres. Los Goya cada vez tienen una mayor repercusión internacional. Antes era difícil que un actor norteamericano viajase para rodar cine en España o para asistir a una ceremonia de premios, pero en los últimos años han venido a los Goya actores de la talla de Viggo Mortensen, Benicio del Toro, Salma Hayek… Muchas veces vienen en el último momento y no se puede hacer mucho a nivel de guión, pero siempre se puede improvisar algo, algún chiste. Son gente muy normal».
AV451: ¿Cómo está siendo la experiencia de trabajar con Eva Hache?
M.I: «La verdad es que muy buena, es todavía mejor persona que comunicadora. Su actitud es fantástica, es una presentadora muy fresca y muy buena compañera».
AV451: ¿Ha visto las producciones candidatas de este año?
M.I: «No he visto todas, pero creo que este año hay una buena cosecha. Creo que la cosa va estar reñida y que habrá sorpresas. Pienso que pesan los últimos premios que se conceden en las semanas previas a los Goya. Lo que sí es cierto es que con muchísimo menos presupuesto podemos hacer películas que en nada tienen que envidiar a lo que se produce fuera».
AV451: Esto también se puede hacer extensible a la gala de los Goya ¿no es así?
M.I: «Cuando trabajaba en Canal+ hice siete años la retransmisión de los Oscar, evidentemente no la señal. Nosotros personalizábamos la retransmisión y teníamos cámara en la alfombra roja. Te das cuenta de lo que mueve esa ceremonia. Nos enviaron un guión con un volumen de 500 folios, donde aparece hasta el teléfono del conductor de la limusina que va a llevar a Billy Crystal. Es de una precisión increíble, pero es que a lo mejor tienen 6 millones de presupuesto para hacer esa ceremonia. Nosotros no tenemos esos presupuestos pero en talento y creatividad no tenemos nada que envidiar a los americanos».