Pues aquí seguimos, soñando con los Globos de Oro. Y es que nos lo pasamos tan bien que queremos mostrar algunos de los mejores rincones del fiestuqui de los que no se ven en cámara. Especialmente después de la retransmisión. El mejor sitio de este año, la fiesta de la propia HFPA, que montó una paraeta donde en vivo y en directo le ponían el nombre al Globo de Oro. Buen sitio para cotillear, malo para las estrellas que poco acostumbradas a tener que esperar pues se ponían de morros como Christian Bale y su esposa. ¡Y eso que habían ganado el Globo a mejor actor de comedia! Pero otros en plan Richard Madden, ganador por ‘Bodyguard’ por su trabajo en la mejor serie dramática, o Glenn Close, como mejor actriz dramática por ‘La esposa’, buenas risas que se echaron esperando.
Para monerías, las que muchos de los ganadores se pusieron a hacer detrás del escenario, en la sala de prensa. Que a estos les das un premio y un fotógrafo y se les anima el alma. A Michael Douglas ni se le notaban los años haciendo trucos de magia con el Globo que consiguió como mejor actor en una serie de humor. Darren Criss se puso a hacer equilibrios con la estatuilla que recibió por el trabajazo que se hizo en ‘American Crime Story: Versace’ junto a la Peni. Y a Lady Gaga se la comieron a besos los que con ella recibieron el premio por el tema “Shallow” de ‘A Star is Born’, lo mejor del pestiño.
Y ya le hemos dicho muchas veces. Los Globos son cada vez más un evento de familia donde William H. Macy llegó con sus chicas, incluida su esposa Felicity Huffman y sus dos mozuelas. Y un encantito ver a Catherine Zeta Jones descansando los pies encima de Michael Douglas, que a las estrellas también les duelen los tachines con esos taconazos.
Como en todas las fiestas, están los fantasmas como la aparición de Lana Condor, más parecida al fantasma de los Globos de Oro pasados. O la Tiffany Hadish que tras pegarse un batacazo en un espectáculo que hizo en NY con motivo del nuevo año y del que la gente se le fue mientras hacía de monologuista pues aprovechó las fiestas de los Globos de Oro para dar el cante y quedar como la reina del baile.
Otro de esos maravillosos lugares que disfrutamos en la ceremonia fue el famoso “Green Room”, el camerino colectivo por el que pasan las estrellas antes de echarse el discurso en el escenario. Allí hubo reunión de canosos entre Richard Gere y Harrison Ford, que vino a la ceremonia para no sentarse. ¡Ya te podía haber dado el asiento! Eso sí, nos tuvimos que ir pronto porque Allison Janney nos echó (de broma). Un buen momento para seguir a la divertida y emocionada Sandra Oh que además de ser maestra de ceremonias con Andy Samberg en esta velada luego organizaron juntos la fiesta más privada y buscada de toda la noche.
Copyright de las fotos: HFPA