El presidente y director general de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), Alberto González Lorca y José María Moreno respectivamente, se han reunido con la ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto.
Los representantes de AEVI han trasladado a la ministra la necesidad de considerar el sector de los videojuegos como una industria estratégica. La ministra Maroto se ha comprometido a colaborar con los representantes del sector. El encuentro viene a satisfacer una de las reivindicaciones de la industria de consolidar un diálogo permanente entre el sector, sujeto a cambios constantes, y la administración pública, con el objeto de que la sociedad se beneficie de todas las oportunidades que ofrecen los videojuegos.
La industria del videojuego en España tiene un peso cada vez mayor en nuestra economía con una facturación anual superior a los 1.530 millones de euros. Según datos de Gametrack (Ipsos) para AEVI, hay 16,8 millones de españoles usuarios de videojuegos, lo que supone prácticamente la mitad de la población en la franja de edad de los 6 a 64 años.
El videojuego viene destacando por su aportación a la productividad de la economía española en su generación de empleo de calidad, así como sus efectos externos en las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y en la agenda digital, elementos imprescindibles para el crecimiento económico. Según se recoge en el Estudio de impacto económico de los videojuegos publicado por AEVI en 2018, la industria de los videojuegos genera empleo directo de calidad para 8.790 personas, con un impacto indirecto en la economía de 3.577 millones de euros. Por cada euro invertido en el sector de los videojuegos en España, se tiene un impacto de 3 euros en el conjunto de la economía y por cada empleo generado en el sector de los videojuegos se crean 2,6 en otros sectores.
Además de una formidable plataforma creativa y de entretenimiento, se trata de un sector que contribuye decisivamente al desarrollo tecnológico, genera miles de puestos de trabajo de calidad y supone un instrumento elemental en la nueva etapa de revolución sanitaria, cultural, educativa y empresarial. En la actualidad, el principal reto de la industria española es además de seguir siendo uno de los principales países consumidores de videojuegos, pasar a convertirnos también en una potencia de desarrollo. El objetivo para la industria pasa por que los estudios pequeños pasen a ser medianos y los medianos grandes para que puedan trabajar en los más importantes proyectos a nivel internacional. Desde AEVI se viene instando a que se faciliten las inversiones de la industria a través de medidas similares a las que se están adoptando en países de nuestro entorno que incluyen beneficios fiscales similares a los de otros sectores, así como facilidades para la captación de talento internacional o la construcción de centros de desarrollo.
En esta línea, la propia ministra de Industria, Comercio y Turismo defendió recientemente en el Anuario de AEVI de 2018 que el en el marco de la cuarta revolución industrial, las industrias culturales y creativas tienen un papel estratégico. En el Anuario, la ministra Maroto defendió el papel del videojuego en nuestro país asegurando que se trata de una industria con un “futuro prometedor que estimulará la mejora de la competitividad y el crecimiento de nuestra economía”.
El presidente de AEVI, Alberto González Lorca ha valorado muy positivamente el encuentro con la ministra: “Agradecemos profundamente que el Gobierno se implique de forma directa con el sector y traslade a la sociedad la importancia cada vez mayor de los videojuegos en nuestra economía. Estamos convencidos que este hilo de comunicación abierto nos permitirá seguir apostando de forma conjunta por políticas públicas dirigidas a fomentar el desarrollo local y las inversiones internacionales”. AEVI representa en España a más de 30 empresas del sector del videojuego y universidades que generan la mayoría de los puestos de trabajo del sector en nuestro país y representan el 90 por ciento del consumo del mercado español.