‘Legado en los huesos’, la segunda parte de la Trilogía del Baztán, dirigida por Fernando González Molina tras ‘El guardián invisible’, llegará a los cines el próximo 5 de diciembre, mientras que el cierre de la trilogía, ‘Ofrenda a la tormenta’, se estrenará el 3 de abril de 2020.
‘Legado en los huesos’ está protagonizada por Marta Etura, Carlos Librado “Nene”, Francesc Orella, Benn Northover, Itziar Aizpuru, Elvira Mínguez, Colin McFarlane, Susi Sánchez, Patricia López, Pedro Casablanc, Paco Tous y Manolo Solo.
Se suman al reparto original Leonardo Sbaraglia interpretando al Juez Markina, Imanol Arias, que se pondrá en la piel del Padre Sarasola, Ana Wagener como Fina Hidalgo y Eduardo Rosa como el subinspector Goñi.
‘Legado en los huesos’ y ‘Ofrenda a la tormenta’ son una producción de Nostromo Pictures y Mantecadas Salazar AIE, en asociación con Atresmedia Cine y Nadcon Film con la producción asociada de ZDF y ARTE con la participación de Atresmedia y Cosmopolitan TV. ‘Legado en los huesos’ será distribuida por DeAPlaneta.
La Trilogía del Baztán es la adaptación cinematográfica del fenómeno literario homónimo de la autora ganadora del Premio Planeta Dolores Redondo, cuya obra ha cautivado a más de 2.000.000 lectores.
‘El guardián invisible’, primera parte de la Trilogía del Baztán, fue vista en cines españoles por 600.000 espectadores y recaudó más 3.600.000 euros, la adaptación cinematográfica del resto de la trilogía se ha llevado a cabo bajo un modelo de producción similar al de las grandes producciones internacionales actuales e inédito en España. Las dos películas se han rodado a la vez en una producción que se prolongó durante 18 semanas entre Barcelona, Pamplona y el Valle de Baztán. En la resolución de ayudas generales del ICAA del año 2018, con un presupuesto oficial de más de 5,3 millones de euros, la producción logró un importe total de 297.000 euros.
Ha pasado un año desde que Amaia Salazar resolviera los crímenes que aterrorizaron al valle del Baztán. Embarazada y decidida a dejar atrás lo vivido en Elizondo, la vida de la inspectora se ve de nuevo alterada por un suceso inesperado: el suicidio de varios presos que dejan una única palabra escrita en la pared de sus celdas, Tarttalo. Los peligros que Amaia creía haber dejado atrás regresan con más fuerza que nunca y la inspectora deberá enfrentarse a este nuevo caso en una vertiginosa investigación amenazada por la presencia de su propia madre.