Los resultados del último Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales arrojan cifras que evidencian que continúa la línea de crecimiento de las descargas ilegales en España. De hecho la tasa de piratería en España creció un 41 por ciento en 2012 respecto al año anterior hasta situarse en el 86 por ciento.
El estudio, realizado por la consultora GfK a instancias de la Coalición de Creadores e industrias de Contenidos recoge que la mitad de la población internauta, es decir, 1 de cada 2, descarga ilegalmente contenidos culturales en la red. Música lo hace el 33% (por un total de 2.118 millones de descargas ilegales), películas el 42% (536,2 millones de descargas ilegales en 2012), los libros son del interés del 12% (226,9 millones de descargas ilegales) y los videojuegos el 7% (168,2 millones de descargas ilegales). También cabe destacar que la mitad de los enlaces ilegales son novedades, en el caso del cine esa tasa es del 42 por ciento y en videojuegos el 50 por ciento.
Las razones principales que esgrime el usuario para acceder a los contenidos de manera ilegal ponen de manifiesto la absoluta carencia de un mensaje claro de los poderes públicos a la ciudadanía sobre esta actividad ilegal: casi el 69% de los que piratean ve perfectamente normal no pagar por algo que puede obtener gratis aunque sea de forma ilegal. El 51% dice acceder con facilidad y rapidez a los contenidos, sin trabas de ningún tipo que le dificulten el acceso.
El 50% declara abiertamente que piratea más desde la subida del IVA en los productos culturales hasta el 21 por ciento, mientras que sólo un 27% aduce razones de no querer esperar a que salga al mercado. Muy relevante es que el 20% afirma que lo hace porque considera que no es una actividad ilegal y no hace daño a nadie, en línea con la percepción que tiene el 17% de internautas de que no hay consecuencias legales. Una de las conclusiones más reveladoras del estudio de GfK es el hecho de que la mitad de los internautas que realiza descargas ilegales estarían dispuestos a aceptar publicidad en los contenidos para no pagar por ellos y consumirlos de forma legal.
El valor total de lo pirateado en España alcanza los 15.200 millones de euros (6.949 millones de euros para el sector de la música, 3.338 millones para el del cine, 4.332 millones para los videojuegos y 586 millones para el sector del libro), lo que supone un incremento del 41% frente a los datos del observatorio 2011, o lo que es lo mismo: el 86 por ciento del valor de los contenidos culturales en España se piratea. Curiosamente el estudio destaca que la mayoría de los contenidos descargados ilegalmente no son consumidos.
Teniendo en cuenta que no todo lo que se piratea si no existiera la posibilidad de hacerlo sería adquirido de forma legal, como novedad el estudio de este año calcula con mayor precisión el lucro cesante de la industria de contenidos, es decir, la cifra estimada de lo que realmente dejaría de facturar cada sector de la cultura en un mundo ideal sin piretería. La cifra global de ese lucro cesante para las industrias culturales es de 1.221 millones de euros, de los que 580 millones corresponden a la música, 327 millones al cine, 270 millones a los videojuegos y 45 millones al sector del libro.
Recapitulando, en el apartado cinematográfico en 2012, el valor de la industria fue de 769 millones de euros y se realizaron en España 536,2 millones de descargas ilegales, mientras que en un hipotético escenario sin piratería el valor de la industria se iría hasta 1.095,6 millones de euros, porque se añadiría un lucro cesante de 326,6 millones de euros. Respecto a los videojuegos, el valor de la industria en España en 2012 fue de 489,1 millones de euros y se realizaron 168,2 millones de descargas ilegales. Sin piratería el valor de la industria de videojuegos sería de 758,6 millones de euros, después de sumar los 269,5 millones de lucro cesante, es decir aquello que los consumidores adquirirían por no tener acceso gratuito en la red. El estudio destaca que la situación actual de España en la piratería ha privado al país de 24.766 empleos directos y 124.000 indirectos y las arcas del Estado han dejado de ingresar 495 millones de euros