Rafa Russo (‘Amor en defensa propia’) se encuentra inmerso en el rodaje de ‘El año de la furia’, una coproducción hispano-uruguaya, ambientada en el año que precedió al golpe de estado militar en el Uruguay de 1973.
El rodaje transcurrirá en diversas localizaciones de Uruguay y de Madrid. ‘El año de la furia’, está producida por parte española por Gona Filmación y Aliwood Mediterráneo Producciones; y por el lado de producción uruguaya, por Cimarrón. Cuenta además con la participación de RTVE, Ministerio de Cultura (ICAA) y el Programa Ibermedia. Filmax será la distribuidora responsable del estreno en España. Con un presupuesto de más de 2,7 millones de euros,’El año de la furia’ recibió el importe máximo de un millón de euros en la convocatoria de ayudas generales del ICAA del año 2018.
Protagonizan el filme de Russo: Alberto Amman, Joaquín Furriel, Daniel Grao, Martina Gusman, Sara Sálamo, Paula Cancio, Miguel Ángel Sola y cuenta también con la colaboración especial de Maribel Verdú.
Rafa Russo vuelve a ponerse detrás de la cámara tras una larga temporada en la que ha trabajado también como guionista de películas como ‘Remember Me’, y vuelve con un filme que según sus palabras: “No es tanto una película sobre la dictadura militar cuanto una historia de amor, amistad y traiciones durante la incipiente dictadura militar. Es una historia básicamente sobre la dignidad humana. ¿Y es el amor un refugio posible ante tanta ignominia?”.
Sinopsis
En el convulso Montevideo de 1972, mientras el país se despeña irremisiblemente hacia el precipicio de la dictadura, Diego y Leonardo, dos guionistas de un conocido programa de humor de televisión, luchan por mantener su integridad ante las presiones de sus superiores para que rebajen el tono de sus mordaces sátiras políticas y eviten ofender a los altos militares que se están apoderando del control del país.
Paralelamente, del lado de los opresores, Rojas, un teniente del ejército que ha sido presionado para torturar a militantes o simpatizantes de la guerrilla de los Tupamaros, exorciza sus demonios con Susana, una prostituta con la que encuentra una suerte de refugio emocional ante su fuerte sentimiento de culpabilidad.