Tras su estreno internacional en el Fantastic Fest de Estados Unidos y después de haber recorrido más de 90 festivales en todo el mundo, ‘Estigma’ aterriza en la plataforma Filmin. El cortometraje del director David Velduque, que aborda la serofobia desde el género del terror y el body horror, se estrena en la plataforma con motivo del Día del Orgullo LGTBIQ+ el próximo 28 de junio.
Filmin vuelve a apostar así por el cine de Velduque, director madrileño cuyos trabajos (‘No Place Like Home’ ó ‘Animal’ entre otros) han sido reconocidos y premiados a nivel nacional e internacional por su marcado componente social. Con ‘Estigma’, el creador ha llevado esta historia sobre los prejuicios alrededor del VIH a reconocidos certámenes como el Festival de Málaga o el Fantastik Fest de Lund, sacando el corto del circuito de festivales LGTBIQ+ y con ello, llevando el trabajo y la labor de la Asociación Apoyo Positivo a un ámbito más global.
En palabras del autor, “’Estigma’ habla de mis propios miedos, de mis propias fobias y se convierte en un ejercicio para exorcizarlos a nivel personal y con el espectador”. “Al final la historia te pone frente a frente con una pregunta universal que todos nos hemos hecho alguna vez: si llegaras a conocerme de verdad con todo lo que tengo dentro, ¿me seguirías queriendo?”, plantea el director.
Antes de su llegada al canal de pago (donde permanecerá varios meses), esta historia protagonizada por Álvaro Fontalba y Manu Tejera ha pasado por reconocidos certámenes nacionales e internacionales como el Festival de Málaga, el Fantastic Festival de París ó el Fantastik Film Festival de Lund (Suecia) donde el shortfilm se ha alzado con el premio a Mejor Cortometraje Europeo, lo que da a Velduque la nominación directa al Meliés D’Argent, los Óscars del cine fantástico, que se entregarán en la próxima edición del Festival de Sitges.
El short film, producido por Neurads en colaboración con la Asociación Apoyo Positivo para el proyecto ‘Indetectables’, primera serie realizada en España sobre el VIH, supone la consagración definitiva de David como un habitual del cine comprometido y como director de terror con sello propio.