‘Akelarre’ fue el proyecto ganador del Arte Kino International Prize del VI Foro de Coproducción Europa-América Latina en el año 2017. Rodada en euskera y castellano con Amaia Aberasturi y Alex Brendemühl como protagonistas, la quinta película del realizador argentino Pablo Agüero (Mendoza, 1977) es una coproducción entre España, Francia y Argentina filmada en tierras vascas y presentada como un drama histórico inspirado en un proceso judicial por brujería que tuvo lugar en el País Vasco en el siglo XVII.
‘Akelarre’ es una producción de Sorgin Films A.I.E. (formada por las productoras Kowalski Films, Lamia y Gariza), Tita Productions y La Fidèle. Además, cuenta con la colaboración del Gobierno Vasco, EiTB, TVE, Netflix, Euskaltel, la Diputación Foral de Gipuzkoa, el ICAA, la Région Nouvelle-Aquitaine, la Région Bretagne, el INCAA argentino, la San Sebastian Gipuzkoa Film Commission, la Bilbao Bizkaia Film Commission y la Navarra Film Commission.
La película que contó con un presupuesto de más de 2,5 millones de euros, recibió un millón de euros en la convocatoria de ayudas generales del ICAA del año 2018. Koldo Zuazua (Kowalski Films) e Iker Ganuza (Lamia Producciones) son los productores ejecutivos del largometraje, un drama histórico, con mirada feminista, que se inspira en un proceso judicial por brujería sucedido en el País Vasco en 1609.
‘Akelarre’ es el sexto largometraje de Pablo Agüero, que ha escrito el guion junto a Katell Guillou. El cineasta argentino se inspira libremente en el libro “Tratado de Malos Ángeles y Demonios” donde Pierre de Lancre, juez del Parlamento de Burdeos, narra unos hechos a los que se refiere como “un viaje al corazón de las tinieblas”. Su personaje está interpretado por Álex Brendemühl . Amaia está encarnada por Amaia Aberasturi y la acompañan cinco intérpretes, también veinteañeras, elegidas entre más de 800 candidatas durante casi un año de casting: Garazi Urkola, Irati Saez de Urabain, Jone Laspiur, Lorea Ibarra y Yune Nogueiras. El reparto se completa con el actor argentino Daniel Fanego, Asier Oruesagasti, Iñigo de la Iglesia, Elena Úriz y Daniel Chamorro.
El director de fotografía de ‘Akelarre’, que se estrenará en España el 2 de octubre, es Javier Agirre (Goya por ‘Handia’ en 2018, ‘Dantza’, ‘Loreak’). La dirección de Arte la firma Mikel Serrano (Goya por ‘Handia’ en 2018). La música corre a cargo de Maite Arroitajauregi (‘Morir’). El productor Koldo Zuazua (Kowalski Films) ha hablado con Audiovisual451 sobre la película.
Audiovisual451: Una película como ‘Akelarre’ no podía tener mejor marco para estrenarse que el Festival de San Sebastián, era su lugar…
Koldo Zuazua: “Sí, es cierto, nos hace especial ilusión competir en San Sebastián porque es una película que surge en Donosti en una reuniones que tuvimos allí con Pablo Agüero, que vino a empaparse de la historia y estuvo buscando productores locales. Contactó conmigo y con Iker Ganuza, a los dos nos gustó mucho el guión y en vez de competir por el guión decidimos hacerlo juntos. Y eso hicimos, yo con Kowalski Films y él con Lamia Producciones, dos productoras vascas que a priori podían ser competencia, sin embargo no fue un elemento negativo, todo lo contrario, la conjunción final ha funcionado muy bien, tenemos cualidades complementarias que se han sumado y han dado lugar a una gran experiencia”.
A451: ¿No resulta raro ver a un director argentino en una historia tan vasca?
K.Z: “Es que ’Akelarre’ es una película compleja también financieramente. Cabría preguntarse ¿qué hace un director argentino con el punto de vista exterior de un tipo criado en la Patagonia dirigiendo una historia de vascos, en el País Vasco, con un casting en cierta manera desconocido, gran parte en euskera? Pero tiene todo el sentido, porque la película tiene valores originales, no cae en tópicos folclóricos”.
A451: Decía que San Sebastián es su lugar entre otras cosas porque la película estuvo hace unos años en el Foro de de Coproducción del certamen…
K.Z: “Efectivamente, estuvimos hace unos años en el Foro de Coproducción de San Sebastián y ganamos el premio ARTE. A raíz de ese foro arrancamos la coproducción con Francia, porque Pablo Agüero reside allí y el guión se estaba desarrollando a través de una productora francesa. La coproducción con Francia está desde el inicio. El premio ARTE nos permitió ir al mercado Ventana Sur de Buenos Aires ese mismo año, donde cerramos la coproducción con Argentina. En definitiva, somos tres productoras vascas, que formamos la AIE Sorgin Films (Kowalski, Lamia y Gariza), para beneficiarnos de incentivos fiscales, luego tenemos coproductores franceses y otros argentinos. Hemos podido dotar a la película de suficientes recursos, una coproducción de tres millones de euros que se ven en pantalla”.
A451: Fundamental para una película de época…
K.Z: “Claro, al ser una película de época hay complejidades en ambientación, localizaciones, vestuario… Pero aquí sin duda lo más complejo ha sido el armazón jurídico-financiero de la coproducción, todos los fondos… También se ha vendido ya a cantidad de televisiones. La película está financiada y estamos muy contentos con el resultado”.
A451: El estreno será el 2 de octubre ¿no da miedo con la situación actual?
K.Z: “Sí, estrenamos el 2 de octubre. No sé qué decirte, sinceramente, porque este verano hemos estrenado ‘Voces’, que es una película que nos va a dar un rendimiento positivo, pero el distribuidor nos ha comentado que en otras circunstancias, con otro escenario sanitario, probablemente hubiéramos hecho el triple de recaudación. Creo que no vamos a cambiar la fecha de estreno de ‘Akelarre’ porque, al fin y al cabo, tenemos el altavoz de San Sebastián y perder eso no tiene sentido. Somos la única película española de ficción a concurso y creo que esto nos va a dar cierta posición y nos tenemos que aprovechar de ello. Probablemente no vaya a las salas la gente que habitualmente iba, pero aunque haya menos gente tenemos que jugar la baza de que habrá menos películas en cartel, esa falta de competencia también es una ventaja”.
A451: ¿Y cómo será entonces la distribución?
K.Z: “La película va a tener un desarrollo comercial sobre todo en País Vasco y Navarra, al hilo de lo que han tenido películas como ‘Handia’ o ‘Loreak’, con un 70 o el 80 por ciento de la recaudación en la Comunidad Autonoma Vasca y en Navarra. Evidentemente, en Madrid y otras ciudades también tendrá su hueco, pero es una realidad que la taquilla principal se focalizará en País Vasco y Navarra”.
A451: ¿Habrá diferentes versiones según territorios?
K.Z: “No, la película se estrenará en todas las ventanas de explotación en versión original, en euskera y catellano, tanto en Televisión Española, como en ETB, en Netflix como en los cines”.
A451: ¿Finalmente ha entrado Netflix?
K.Z: “Netflix se ha quedado con VoD en España y todos los derechos en el mundo, salvo Francia y Argentina donde también habrá distribución en cines, al igual que en España, claro”.
A451: ¿Por qué este auge del cine vasco en los últimos años?
K.Z: “Yo creo que hay varios factores. Uno de ellos es que en Euskadi hay un sistema de apoyo y de estructura financiera pública, que va desde el origen hasta la explotación que lleva unos años labrándose. Las diferentes asociaciones profesionales y las instituciones públicas han forjado esta estructura que cada vez es mejor. También hay que incluir al Festival de San Sebastián que es un escaparate final, la televisión pública, la fiscalidad… Al final esto posibilita que haya una financiación sólida para armar una película. Esto es la base para desarrollar el talento, que es otro factor a tener en cuenta, hay muchos profesionales de primer nivel en Euskadi, que trabajan habitualmente en otros lugares de España y regresan al País Vasco. El tercer factor son historias que están focalizadas en lo autóctono, en lo local, con unas señas de identidad propias que tienen interés porque se salen de la generalidad y de la globalidad. Son historias diferentes que tienen un valor y son más fácil de exportar”.
A451: Eso ocurre con ‘Akellare’ que es una historia muy local pero a la vez muy universal…
K.Z: “Lo interesante de la historia de ‘Akelarre’ es que es un universal, porque el tema de la caza de brujas lo es, se ha tratado muchas veces en la literatura, el cine, el teatro… No estamos descubriendo la pólvora. Lo que aporta Pablo Agüero es que ha focalizado su mirada en las víctimas, en las mujeres, con un elenco muy joven. La película tiene ciertas connotaciones contemporáneas con todos los movimientos feministas, el #Me Too… Es una historia que sucede en 1609 pero que podría extrapolarse incluso al periodo actual, hay elementos que no han cambiado tanto en líneas generales en los últimos 400 años”.
A451: ¿Dónde fue el rodaje?
K.Z: “Hemos rodado en las siete provincias vascas, durante siete semanas”.
A451: Hablando de rodajes, la Covid-19 os pilló de lleno en ‘Todas las lunas’
K.Z: “El 13 de marzo tuvimos que parar el rodaje de ‘Todas las lunas’ por la alerta sanitaria. Retomamos el rodaje el 1 de julio, creo que fuimos los primeros en reactivar en el País Vasco. Nos quedaban pocos días de rodaje y lo resolvimos bastante bien, sin contratiempos, cumpliendo una serie de protocolos que encajaron bien y no alteraron nada el proceso creativo de la película. Ahora estoy rodando la serie de Alejandro Amenábar para Movistar+, ‘La fortuna’ y aquí tenemos unas medidas todavía mucho más exigentes”.
A451: ¿No ha habido problemas en ‘La fortuna’?
K.Z: “Es un proyecto mucho más ambicioso, de gran presupuesto y obviamente las medidas de seguridad son muy importantes. Al final es todo cuestión de organización y dinero, pero también lo estamos llevando bien”.
A451: ¿Y cómo se implementan estas medidas?
K.Z: “Al final tiene tienes que apoyarte mucho en empresas de prevención de riesgos laborales, añadir asesores sanitarios… Al final nadie sabe nada, nos enfrentamos a algo novedoso y muchas de las decisiones se toman, no te digo que improvisando, pero si mediante el sistema de prueba-error. Las circunstancias son tan variables y los datos son tan poco precisos, incluso los test… Nosotros podemos controlar lo que está sucediendo en el ámbito laboral, pero el personal cuando acaba la jornada tiene una vida social. Lo ideal sería tener a la gente recluida, hacer una Arca de Noé, pero eso es imposible, inasumible a nivel ético y también a nivel presupuestario. Hay que confiar en el sentido común de la gente, que tome sus propias precauciones en el ámbito familiar y social”.
A451: Contado así parece muy arriesgado…
K.Z: “Sí, es un salto sin red, pero no hemos tenido ningún incidente y cruzamos los dedos. No todo depende de nosotros. Nadie te asegura esta situación, el seguro habitual que tenemos no cubre el coronavirus. Cubriría otras enfermedades, pero si el origen es el Covid-19, no tenemos cobertura. Es un contratiempo importante, tienes que jugar creando contingencias presupuestarias para poder resolver esta situación, si se produce. Eso sí es novedoso en nuestro trabajo de producción, contar con unas reservas económicas por si sucede algo relacionado con la pandemia”.
A451: Descartado entonces crear una burbuja con el equipo más relevante…
K.Z: “En el caso de la película que rodamos en el País Vasco en julio sí pudimos hacer una burbuja con el equipo principal, porque era un equipo reducido y en un entorno rural, allí pudimos hacer un Arca de Noé. En la serie de Amenábar es imposible porque es un proyecto muy grande, cinco meses de rodaje y no se puede privar de su vida personal al equipo durante tanto tiempo. Solo puedes pedir al ala gente que tenga cuidado fuera, que sean responsables, por el bien de todos”.