El próximo 8 de marzo arranca el rodaje en Madrid de ‘The Nanny’s Night’, ópera prima de Igna L. Vacas, que también es autor de guion, que ha sido supervisado por Pedro Rivero (‘El hoyo’).
Se trata de una comedia de terror, rodada en inglés, que está protagonizada por Ana Garberí, junto a Juan Carlos Vellido, Diana Peñalver, David Santana, Antonio Mayans, Javier Bódalo, Dunia Rodríguez y Almudena Salort.
‘The Nanny’s Night’ es una producción de Panic in Frames y Artistic Films, cuyo rodaje tendrá una duración estimada de tres semanas en las localidades madrileñas de Valdemoro (interiores) y Valdetorres del Jarama (exteriores).
Igna L. Vacas director y guionista de ‘The Nanny’s Night’ codirige la sala de cine independiente Artistic Metropol de Madrid. Es autor del libro «Manual de Supervivencia para Cinéfagos» y redactor de la revista especializada en cine fantástico ScifiWorld. Ha escrito y dirigido cortos como ‘Kill Girl’, ‘Videotortura’ y su reciente cortometraje ‘Pornovenganza’, ha sido seleccionado internacionalmente en festivales del género. Además es guionista de películas como ‘Knox’, dirigida por Víctor Matellano, ‘Vampus Horror Tales’ y ayudante de dirección en ‘Vampyres’ de Víctor Matellano.
En ‘The Nanny’s Night’, Bianka (Ana Garberí) es una joven y atractiva chica que busca ingresos fáciles, así que acepta un trabajo de niñera para cuidar a la hija de un acaudalado matrimonio de profesores. Pero esa noche, cuando acuesta a la niña, algo o alguien irrumpe en la casa con un propósito oscuro y satánico.
«The Nanny’s Night (La Noche de la Niñera) qué tópico pensareis. Bueno en algunos aspectos a la hora de presentar esta historia puede que los haya, pero insisto, sólo para presentar un relato que rápidamente se tornará en un chiste negro. Esta historia se nutre del cine más macarra y desacomplejado del nuevo género de terror contemporáneo, saltándose estándares tipo y clavando su mirada más en llevar a cabo un hilo narrativo que pasa del horror a la carcajada en un solo plano. No sólo ya por su propuesta, bizarra a todas luces, sino por adaptarla a un tono muy actual, pese a contener en su gran mayoría elementos de los ochenta y buena parte de los noventa, además de saber reírse de los tropos que finalmente han desembocado en clichés y aquí pretenden esquivarse de una manera fresca, por no decir renovada» comenta el director.