‘El vientre del mar’ es la nueva película escrita y dirigida por Agustí Villaronga (Palma de Mallorca, 1953). El filme acaba de participar en la sección oficial a concurso de la 43º edición del Moscow International Film Festival y también estará en el 50ª Festival Internacional de Cine de Rotterdam, dentro de su nueva sección Harbour.
La película, que está protagonizada por Roger Casamajor, Oscar Kapoya y Mumi Diallo, es una producción de Testamento, La Perifèrica Produccions y Filmin, en coproducción con Turkana Films, Link-up Barcelona y Bastera Films. Rodada íntegramente en la isla de Mallorca durante el pasado mes de agosto, cuenta también con la participación de TV3 e IB3 y el apoyo del ICAA y el ICEC, además del patrocinio de la Fundació Mallorca Turisme y la Mallorca Film Commission. ‘El ventre del mar’ se llevo sendos importes de 82.875 euros en las ayudas selectivas del ICAA del año 2020. La distribución en cines corre a cargo de Filmin y también se podrá ver la película en la plataforma.
Inspirada en un texto de Alessandro Baricco, la nueva película de Agustí Villaronga (‘Tras el Cristal’, ‘Aro Tolbukhin’, ‘Pa negre’, ‘El rey de La Habana’, ‘Incierta Gloria’, ‘Nacido rey’) está basada en hechos reales. Tras el naufragio de un buque, 147 hombres intentan salvarse, confinados en una balsa a la deriva en medio del mar. . Este naufragio fue inmortalizado por Théodore Géricault en el famoso lienzo ‘La balsa de la Medusa’, conservado en el Museo del Louvre. El escritor italiano Alessandro Baricco narra estos hechos en la novela Oceano Mare, concentrados en un capítulo titulado ‘El Vientre del mar’.
Junio de 1816. La fragata Alliance, de la Marina francesa, embarranca ante las costas de Senegal. Como los botes disponibles para la evacuación no son suficientes para acoger a todos los tripulantes, se construye una precaria embarcación en la que obligan a subir a 147 hombres: soldados, marineros, algún pasajero y unos pocos oficiales. El plan previsto es que los botes remolquen la balsa hasta la orilla pero el pánico y la confusión se apoderan del convoy y cortan la soga de remolque, abandonando la balsa a su suerte. El hambre, la inclemencia del mar, la locura y una lucha encarnizada se desata en aquella balsa a la deriva. Un horror que duró días y días. De esos 147 hombres sólo nueve lograron salvar sus vidas. Entre ellos estaban Savigny, un oficial médico implacable y Thomas, un rebelde marinero raso. Enfrentados, viven esos hechos mostrando diferentes actitudes para sobrevivir. El productor Javier Pérez Santana (Testamento) habla sobre el poético filme de Agustí Villaronga.
Audiovisual451: La película ha comenzado su periplo por festivales ¿Cómo ha sido la primera experiencia en Moscú?
Javier Pérez Santana: “La verdad es que la película está funcionando muy bien a nivel de festivales. Hemos vuelto recientemente de Moscú donde la acogida ha sido muy buena. Es una película dura, pero que engancha emocionalmente desde el principio al espectador y lo arrastra durante todo el metraje, porque habla de conceptos universales. A pesar de ser una película muy emocional, se entendió muy bien en un certamen con una tradición de cine intelectual como es el Festival de Moscú. Es obvio que ‘El vientre del mar’ llega al público”.
A451: La película adquiere además una especial significación en el contexto actual…
J.P.S: “La película surge en pleno confinamiento en la primavera pasada. Agustí (Villaronga) y yo estábamos preparados para estrenar una obra de teatro en el Teatro Principal de Palma de Mallorca y todo se vino abajo con el primer Estado de Alarma. El estreno estaba previsto el 24 de marzo del año pasado. Nos quedamos en casa frente al mar, pasamos esas primeras semanas del confinamiento mirando al mar. Entre los dos pensamos que sería interesante sacar adelante este proyecto en cine, que en cierto modo tiene que ver con la pandemia, pero habla de otros conflictos del ser humano, en definitiva, de la miseria humana. Pero no solo subyace la pandemia, también la lucha de clases, lo que está ocurriendo en el Mediterráneo con la inmigración, el conflicto racial de Estados Unidos… ”
A451. Habéis levantado un proyecto en tiempo récord ¿Cómo ha sido posible hacerlo?
J.P.S: “Nos pareció muy interesante contar todo eso en ese momento y nos lanzamos a rodar sin nada, luego se fueron sumando televisiones, instituciones… Es cierto, la película estaba acabada en siete meses, empezando de cero. Teníamos claro que o la rodábamos en verano o era imposible. También sabíamos que debía ser un proyecto levantado por el equipo y llegamos a una serie de pactos con todos. Tenemos que agradecer muchísimo la implicación del equipo. Luego tuvimos la suerte de contar con otros aliados como las televisiones y otros apoyos institucionales”.
A451: Sin embargo, desde fuera se observa una financiación bastante convencional con operadores de televisión como TV3, IB3 involucrados o el apoyo de ICAA e ICEC…
J.P.S: “También al Consell de Mallorca. Teníamos claro que debíamos partir también de unos recursos mínimos. Hablamos primero con la Fundació Mallorca Turisme y llegamos a un acuerdo que nos permitió desde el principio contar con la agencia de prensa Dyp Comunicación, porque sabíamos que era fundamental lograr una gran repercusión mediática para empezar con un mínimo y poder salir adelante. El siguiente paso fue ICEC, también TV3 e IB3, que se sumaron enseguida, y finalmente las ayudas selectivas del ICAA donde conseguimos la máxima puntuación. El diseño de financiación fue en varias fases porque era lo que demandaba el proyecto, pero sobre todo con la involucración del equipo, insisto”
A451: ¿Cómo fue rodar en agosto en plena pandemia?
J.P.S: “Agustí hizo un trabajo de dimensión de proyecto muy inteligente. No hay que olvidar que ‘El vientre del mar’ se basa en un texto de Alessandro Baricco, donde hay mucha poesía y eso no se podía perder. Nosotros ya lo habíamos planteado como una obra de teatro y esa parte encontró un recurso muy bueno que es ver cómo afecta un shock emocional en la mente humana. Usamos para ello un entorno con unas tinajas de ocho metros que parecen un cerebro humano, ahí creamos los espacios mentales de cada uno de los protagonistas y también uno común de una balsa interior, la misma que después sacamos al mar, porque también queríamos realidad en la historia. La película se mueve en cuatro niveles de narración que fluyen por la maestría de Agustí, porque yo mismo tenía muchas dudas sobre que se entendiera bien. El hilo conductor de todo es el juicio real que hubo a posteriori sobre el suceso, que nosotros rodamos en este caso en el Consell de Mallorca. He de decir que Agustí me ha vuelto a sorprender como en sus primeras películas de atmósfera, con un trabajo muy complicado en su planteamiento. Creo que ha salido bien. Ha vuelto a un cine más personal, más libre…”
A451: ¿Cuántas semanas de rodaje fueron finalmente?
J.P.S: “Rodamos tres semanas, todo muy planificado, creo que con un pequeño presupuesto hemos hecho una gran película”
A451: ¿Mucho plató o hay más exteriores?
J.P.S: “Todo el espacio mental más conceptual está en ese lugar que he comentado, con las tinajas que asemejan al cerebro y luego está toda la parte de la balsa que sacamos al mar, que también colocamos en la misma nave. También está la parte real del juicio en el Consell”
A451. ¿Qué secuencias recuerdas especialmente complicadas?
J.P.S: “Para mí lo más difícil fue cuando sacamos la balsa al mar, después de rodar toda la parte de interiores. Comprobar que flotaba, que era segura… Teníamos un arquitecto y un ingeniero náutico, pero la balsa se tenía que hundir hasta los tobillos. Ahí había que meter a los actores, al equipo y rodar con el movimiento del mar. Fue bastante estresante pero la película estaba bendecida, porque fue muy bien”.
A451: Has hablado mucho de la implicación del equipo ¿Cómo lo hicieron? ¿Capitalizaron sus sueldos?
J.P.S: “Se pactaron unos sueldos mínimos, compensados con una serie de recuperaciones posteriores. Creo que el diseño de producción ha sido bastante innovador”
A451: ¿Cuál será la estrategia de explotación de la película?
J.P.S: “Filmin se encarga de la distribución. Nuestra idea inicial era estar en un Festival internacional y conseguimos selecciones en Moscú y Rotterdam, lo que nos parece bastante interesante. También participaremos en algún festival español importante. Luego ya veremos el estreno comercial, estamos barajando junto a Filmin que sea para finales del verano o incluso octubre, pero no lo tenemos claro todavía. También estamos intentando estar en el Festival de Toronto, porque creemos que la película también puede tener mucho interés en Norteamérica, por el conflicto racial que plantea”
A451: Va a ser una película muy de festivales ¿no es así?
J.P.S: “Yo creo que sí. Pero, en Rusia, un periodista hizo un paralelismo con ‘El hoyo’, algo que a nosotros no se nos había ocurrido. Si la gente se engancha con la emoción, vamos a ver qué pasa… Al ser tan poética yo la veo menos directa que ’El hoyo’”
A451: ¿Cómo ha sido vivir en un festival internacional como Moscú de manera presencial?
J.P.S: “Estuvimos, Agustí, el actor Oscar Kapoya, Paco Poch, que gestiona las relaciones públicas de festivales y yo. Ha ido muy bien, allí están muy relajados con el tema Covid-19, no es obligatorio llevar mascarilla, también es cierto que son una sociedad menos expansiva que la nuestra y afrontan la pandemia de otra manera”.
A451. ¿Y cómo está planteada la participación en Rotterdam?
J.P.S: “Rotterdam ha divido el festival en dos partes, la segunda en junio y la intención es hacerla presencial, pero todo dependerá de la situación entonces. Están viendo las diferentes opciones, no lo tienen claro y eso que celebran el 50º aniversario y por eso lo retrasaron, para poder hacerlo presencial”.