La irrupción de las plataformas online ha provocado un terremoto en la producción audiovisual mundial y la industria audiovisual española no es ajena a estos movimientos sísmicos. Se necesitan más contenidos que nunca para su emisión y hay que producirlos, eso sí, siguiendo cada vez un esquema más pautado y supervisado. Esta nuevo paradigma en la producción ha traído cambios en los equipos de producción con nuevos roles o poco habituales como el de supervisor de postproducción, una figura cada vez más demandada en la industria.
La Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC) ha querido ofrecer una solución a esta demanda del sector con la creación del Postgrado en Supervisión de Postproducción, que se presenta oficialmente online el martes 15 de junio a las 19:00 horas.
Este nuevo master está dirigido a estudiantes de producción, fotografía, montaje… que quieran especializarse en la supervisión de producción. También a profesionales del sector audiovisual que quieran redirigir su carrera hacia el ámbito de la postproducción o coordinadores de postproducción que quieran completar su formación de una forma amplia y tecnificada.
El objetivo es formar a un profesional de alto nivel que adquiera durante los seis meses de duración del Postgrado conocimientos generales sobre la industria audiovisual y en particular sobre producción, conocimientos sobre tecnología audiovisual y se haga una idea completa de la evolución de los procesos de la postproducción, tanto fotoquímica como digital, y tanto a nivel de imagen como a nivel sonoro.
El alumno aprenderá los flujos de trabajo del proceso de postproducción y a diseñar una estrategia adecuada a las características de cada pieza, teniendo en cuenta el calendario y el presupuesto. También deberá conocer el trabajo que realizan los distintos departamentos técnicos y artísticos que están involucrados en los procesos de postproducción, las especificidades técnicas de las cámaras o del material de grabación de sonido directo. Adquirirá nociones básicas de teoría del sonido, del montaje de imagen y las herramientas que utilizan los diferentes departamentos. Conocerá la figura del supervisor de VFX, y aprenderá a presupuestar y calendarizar desde el guion y a establecer las necesidades básicas de rodaje para facilitar el proceso de postproducción.
Tampoco se escapa al programa el diseño de un protocolo de seguridad para la conservación y archivo del material a lo largo de todo el proceso, desde el rodaje hasta la masterización o los contratos de financiación y desarrollo que afectan a los calendarios de entrega de los proyectos y presupuestar los deliveries especificados.
El curso consta de una introducción y varios bloques temáticos sobre cine digital, cámaras y rodaje, Workflow, montaje, conformado y color, sonido, VFX, masterización y derecho audiovisual y un apartado sobre la postproducción en animación, entre otros contenidos. Todo ello impartido por un equipo docente de primer nivel compuesto por profesionales en activo.
Las fechas previstas del curso son del 7 de Febrero al 15 de Julio de 2022, en horario de lunes a viernes de 10 a 14:00 horas, en modalidad presencial. El precio del master es de 7.500 euros. Gisela Casas, Coordinadora de servicios de postproducción de ESCAC y directora del Postgrado en Supervisión de Postproducción, y el director de la sala de color de la escuela y director del Master en Dirección de Fotografía de ESCAC, Jordi Bransuela, han contado a Audiovisual451 los detalles del nuevo postgrado.
Audiovisual451: Imagino que el lanzamiento de este máster tiene que ver con una demanda clara del sector ¿no es así?
Gisela Casas: “Efectivamente, el Postgrado en Supervisión de Postproducción es una demanda del sector. En los últimos años, fundamentalmente con la llegada de las plataformas, nos hemos dado cuenta de que el propio sector estaba demandando este perfil. Se está produciendo de forma masiva, un ejemplo de ello es que plataformas como Netflix han introducido por contrato la necesidad de que los proyectos cuenten con un Supervisor de Postproducción desde el desarrollo del proyecto. Nosotros hemos recibido multitud de llamadas preguntando por estudiantes nuestros que pudiesen desempeñar este rol y no teníamos una formación específica en este campo hasta ahora”.
Jordi Bransuela: Hay que poner en valor esta nueva profesión, hay que explicar a los posibles alumnos que estos estudios son una gran oportunidad de futuro. Ahora mismo hay una enorme demanda, el mercado audiovisual español no tiene suficientes profesionales con ese perfil, básicamente por dos motivos: porque es un cargo de nueva formación y no existe tradición formativa y en segundo lugar porque los pocos que a día de hoy pueden trabajar de supervisores de posproducción no dan abasto para todos los rodajes del mercado español. El estar formado en esta materia te asegura una posición privilegiada, sin apenas competencia durante al menos 4 o 5 años. No es como un director de fotografía o un montador, perfiles de los que salen muchos cada año, el supervisor de posproducción es un cargo que actualmente muy pocos centros en España tienen la capacidad de formar
A451: ¿Quién se ocupa ahora de esto? ¿Cuál es el motivo del cambio?
G.C: “Los procesos de postproducción cada vez son más complejos y cada vez es más importante diseñar los flujos de trabajo desde la preparación de los proyectos y esto requiere que haya en el equipo una persona con un perfil muy específico, que tenga conocimientos técnicos, pero también de gestión y control presupuestario … Estas tareas se vienen llevando históricamente desde la misma productora, a menudo el mismo director de producción. Después se empezó a contratar un coordinador de postproducción una vez finalizado el rodaje, o incluso una vez cerrado el montaje. Actualmente hemos visto la necesidad de la incorporación de una figura más especializada que se incorpore al proyecto desde el inicio, que esté involucrado en la toma de decisiones técnicas que marcarán el rodaje, porque estas decisiones deben ir de la mano de un diseño de flujo de trabajo, de controlar los procesos por los que pasa la media, que se debe gestionar con fluidez y sobretodo con seguridad, haciendo que la verdadera postproducción empiece en la preparación.
A451. ¿Cómo se ha diseñado el programa?
G.C: “Teníamos muy claro que el programa del Postgrado debía tocar muchos campos, porque la postproducción conlleva la gestión de procesos técnicos y creativos muy diversos. Un buen Supervisor de Postproducción tiene que conocer las bases técnicas de todos estos procesos para poder tener un diálogo preciso con cada uno de los técnicos y las empresas con las que va a trabajar y a la vez necesita tener una formación en gestión, para llevar un control de calendarios y de control de costes. Es un perfil muy amplio que puede atraer a gente que venga de un perfil más de gestión, de producción, pero también puede ser una especialización para gente que venga de áreas más tecnificadas como el montaje o la dirección de fotografía”.
A451: Las conversaciones con el propio sector son muy necesarias…
G.C: “Claro, absolutamente, hemos hablado con diversos agentes del sector para poder valorar las necesidades, lo que el sector espera de un buen Supervisor de Postproducción, para poder reforzar la formación prevista en el Postgrado en aquellos aspectos tal vez más desconocidos. Hablando con las plataformas, por ejemplo, hemos visto que se están tecnificando cada vez más, estableciendo flujos de trabajo muy estrictos que les permiten tener el control de todos los procesos y reducir los márgenes de error al mínimo, más allá de los requisitos específicos que han establecido para sus producciones (el uso de ciertos modelos de cámara, de ciertos formatos y resoluciones de grabación, el trabajo con ciertos espacios de color, el trabajo previo y transversal en aspectos como el color management o la gestión de metadatos, etc.).
A451: ¿Cuál es el principal reto al que os habéis enfrentado?
J.B: “Es tan amplio el espectro que tiene que cubrir esta nueva figura, que lo más importante es acertar con la formación que se necesita. Si tuviéramos que profundizar en cada una de las disciplinas que abarcan estaríamos hablando de unos estudios de cuatro años como mínimo. Por eso, el gran reto de este postgrado de ESCAC es encontrar el punto justo de formación en cada área para que esa persona se sienta preparada para trabajar con un colorista, con un supervisor de efectos, con un director… El reto es ese, enseñar lo necesario para que el Supervisor de Postproducción haga bien su trabajo. Quizá no sea importante que sepa creativamente de color, pero sí es importante que tenga claro qué equipo es necesario para la restauración de una película, por poner un ejemplo. En definitiva, el curso muestra qué necesita este profesional para desempeñar esta labor pudiendo así controlar todas las facetas que afectan a la posproducción actual, comprendiendo además las necesidades de cada departamento”.
A451. He visto que hay apartados dedicados a las diferentes herramientas utilizadas en postproducción…
G.C: “Hay programados unos talleres prácticos de los distintos softwares (de montaje, de color, de sonido, incluso de VFX). De todos modos la idea no es profundizar en el uso de estos softwares, sino darles un conocimiento básico de las herramientas, que conozcan la interfaz de los programas, que entiendas como de desarrollan aquellos procesos en los que suelen aparecer problemas (la correcta ingesta del material, la sincronización, la gestión de metadatos, la preparación de las timelines en el momento de exportar materiales para el resto de departamentos, etc.). Estas clases les tienen que dar una base para enfrentarse a ese diálogo con el resto de agentes técnicos/creativos con los que van a tener que trabajar, dándoles seguridad y la capacidad de proponer soluciones lógicas a los posibles contratiempos que vayan surgiendo a lo largo de los distintos procesos.
A451: Saber un poco de todo pero sin llegar a profundizar…
J.B: “Es muy importante que el Supervisor de postproducción conozca cuál es el trabajo de los profesionales con los que tiene que trabajar, más que saber hacer este trabajo. Que entienda el trabajo del colorista, donde se va el tiempo, cuáles son las dificultades a las que se enfrenta, y eso igual en sonido, en montaje o en efectos. Como bien dice Gisela, no es tanto el dominio de la máquina como conocer las necesidades. Por eso los alumnos tendrán que hacer un recorrido identificativo por cada una de las áreas de la postproducción, para conocer todo aquello que pueda influir en los tiempos del proyecto y en los presupuestos, porque cada faceta tiene sus propias necesidades y te aseguro que no es fácil meter todo esto en medio año”.
A451: Y los docentes, todos profesionales en activo ¿no es así?
J.B: “Eso es filosofía de la casa. Está demostrado que para que una escuela de cine funcione los profesores tienen que ser profesionales en activo. Lógicamente puede haber disciplinas más teóricas que pueden ser impartidas por docentes más del tipo universitario, pero en las otras facetas no hay que olvidar que estas enseñando a un futuro trabajador para que se incorpore a un sector muy práctico y técnico, por eso creemos que esta formación debe ser impartida por profesionales. Aquí el problema radica a veces en que un buen profesional a veces no es un buen profesor, por eso esta selección es tan importante, es otro reto buscar los mejores profesores. Hemos tirado de la cantera de ESCAC y hemos buscado a otros referentes en sus sectores, creo que el equipo docente es muy bueno. Estamos haciendo camino”.
A451. ¿Por qué hay un apartado dedicado a la postproducción en fotoquímico?
G.C: “El que también enseñemos los procesos analógicos tiene dos motivos fundamentales. En primer lugar porque es de dónde venimos, y muchos de los procesos que llevamos a cabo ahora con el digital beben directamente de formas de hacer anteriores, la evolución de los procesos gana lógica si partes desde el origen y cómo se ha ido afianzando esta transición. Por otro lado, es cierto que el analógico vuelve a estar en boga, se está volviendo a rodar mucho en soporte fotoquímico y creemos que esta tendencia ha venido para quedarse. Muchos proyectos ahora mismo son híbridos, mezclan procesos analógicos con procesos digitales, por eso vimos la necesidad de tener en cuenta también estos flujos de trabajo intermedios con los que es muy posible que se encuentren una vez en activo.
J.B: “Tenemos una ventaja y es que nosotros apostamos en su origen por el negativo como método de enseñanza, es una seña de identidad de la escuela. Tenemos unas instalaciones y un equipamiento que nos permite seguir haciendo estos procesos analógicos y simplemente se trata de aprovecharlo ahora. Además, el soporte fotoquímico está de nuevo de moda y no solo en rodajes, también en otros proyectos de restauración que también son muy importantes, por ejemplo, en un género como el documental. En este tipo de proyectos es más necesario que nunca un supervisor de postproducción. Queremos que el Postgrado abarque más allá de las series de las plataformas”.
A451: También debe saber cómo se rueda desde un punto de vista tecnológico…
G.C: “Es más importante que el alumno entienda los conceptos que no que se lo aprenda todo de memoria, que entienda conceptos como formato, códec o resolución, y no tanto que sepa todos los códecs que existen, porque el cambio tecnológico es constante y hay que ir adaptándose. Es fundamental que sigan reciclándose porque este mundo evoluciona a una velocidad vertiginosa”
J.B: “Ni siquiera los profesionales que estamos trabajando somos capaces de ir a la velocidad que va la industria, lo importante es entender el proceso, que si se rueda o no en RAW esto implica consecuencias en rodaje, en etalonaje… Y todo esto implica también una serie de gastos, unas ventajas y unos inconvenientes que se deben transmitir al productor, para que cualquier decisión que se tome sea compatible con un futuro mejor. Por ejemplo, que si en un futuro te piden que el estándar sea 8K no te dé problemas porque cuando tomaste las decisiones ya lo tuviste en cuenta al conservar el original. Vamos, evitar que la carrera del futuro se pierda por una decisión errónea en el pasado por solo unos pocos miles de euros”.
A451: Pero no todo es técnica, también hay contenidos sobre derecho audiovisual y financiación…
G.C: “. El bloque de derecho tiene un apartado de fundamentos de derecho audiovisual, pero está sobre todo enfocado entender los contratos firmados para la financiación del proyecto, de los que se derivan unos calendarios, unos plazos y formatos de entrega y unos listados de entrega materiales que hay que presupuestar y optimizar una vez tenemos la peli cerrada. También hay otros temas fundamentales que deben conocer como son los derechos de autor, las imágenes de archivo o la gestión de licencias de música preexistente. Hay cierto desconocimiento de todo esto, y es importante para la correcta cobertura legal del proyecto, para cumplir con los requisitos de distribución, y porque son elementos que pueden marcar mucho un presupuesto.
A451. ¿Todo se impartirá en las instalaciones de ESCAC?
G.C: “En principio el master está pensado para ser impartido en su totalidad en las instalaciones de la escuela pero eso no quita que los alumnos visiten instalaciones de otros estudios de posproducción, de la mano de los profesores titulares, que a menudo programan salidas de este tipo si está en su mano, para poder mostrar de forma práctica a los alumnos aquello que se les está explicando.
A451: Otro de los bloques se centra en las obras de animación…
G.C: “Sí, nos parecía fundamental incluirlo. Este año tuvimos al equipo de Mr. Cohl dando una charla sobre animación a nuestros alumnos de cuarto y fue muy interesante y enriquecedor, de modo que les hemos propuesto incluir un bloque en la programación del nuevo postgrado enfocado sobre todo a cómo son los flujos de trabajo de los proyectos de animación, que distan mucho de los que tenemos establecidos para la ficción. Ellos son expertos, además de muy buenos docentes.
A451: ¿A quién iría dirigido principalmente el Post grado?
J.B: “Creo que este máster es ideal para gente que ya está en la industria pero no acaba de encontrar su sitio, aquellos que tienen estudios de fotografía pero no acaban de encajar, o aquellos que les gusta la posproducción pero no están a gusto en una sala de montaje, esos perfiles creo que pueden tener muy buena salida aquí”.
G.C: “También perfiles de producción, de gestión, o gente que venga del mundo de la distribución y que están acostumbrados a todo el tema de la gestión de materiales con los laboratorios. O incluso un ingeniero que quiera cambiar de sector y aplicar sus conocimientos a ámbitos técnicos del audiovisual, tienen su sitio con todo el campo de gestión de metadatos, control de calidad del material, color management, programación, etc.
J.B: “Es cierto, porque en este perfil de supervisor de postproducción hay también mucho de gestión, de relaciones humanas, de saber gestionar equipos y necesidades, además de una parte técnica, que puede ser la que más asusta, porque hay que saber un poco de todo”.
A451. ¿No es a veces complicado que los propios profesionales entiendan esta figura?
J.B: “Hay muchos profesionales del sector en activo que entienden esta nueva figura cuando hacen su primera serie con una plataforma. Porque el primer día ya tienen un señor que les está preguntando qué cámara van a usar y haciendo una serie de recomendaciones y parámetros de calidad. Esto no había pasado nunca, no al menos con esta rotundidad, hay libertad creativa pero más limitaciones en el apartado técnico. Lo estamos aprendiendo”.
A451: ¿Cómo está afectando al sector?
J.B: “El principal cambio que han introducido plataformas como Netflix es que la postproducción empieza antes del rodaje, esa es la clave de todo. Empezamos a hablar de la postproducción antes de empezar a rodar, esto nos da ventajas muy importantes, evita muchos problemas después, yo creo que eso es el gran cambio y económicamente no tiene discusión, aunque genere otros problemas menores. Esto es un método para que no haya sorpresas, para que los plazos se cumplan, para no pasarnos de coste, que el resultado sea lo más cercano a lo que se puso sobre el papel”.
A451. ¿Para cuántos alumnos está pensado el Postgrado de Supervisor de Postproducción de ESCAC?
G.C: “Pensamos que el grupo ideal estará entre 18 y 20 alumnos. El programa tendrá una duración de seis meses de febrero a junio de 2022, será presencial de lunes a viernes de 10 a 14:00 horas”.
A451; ¿Es una garantía de éxito en el mercado laboral actual?
G.C: “Al final la profesión se aprende de verdad ejerciéndola, como todo. Pero saldrán preparados para enfrentarse a un proyecto real, tendrán las herramientas y la capacidad para tener un diálogo asertivo con aquellos con los que van a trabajar. Y luego a poco irán ganando en experiencia, y es la experiencia la que te da seguridad y te acaba de formar del todo, cuando ya te has enfrentado a proyectos distintos, con problemáticas distintas, y eres capaz de prever y planificar con antelación.
DOSSIER POSTGRADO SUPERVISIÓN DE POSTPRODUCCIÓN
