El cineasta valenciano Paco Plaza, responsable de grandes éxitos del cine de terror como ‘Verónica’ (2017) o la saga ‘[REC]’, opta por primera vez a la Concha de Oro con ‘La abuela’, una nueva incursión en el cine de horror a partir de una idea original suya que ha desarrollado Carlos Vermut en el guion.
‘La abuela’, que tiene previsto su estreno en cines de toda España el 22 de octubre de 2021, narra la pesadilla en la que se convierte la vida de una joven que deja su trabajo como modelo en París para volver a Madrid y cuidar de su abuela enferma.
Producida por Apache Films, en asociación con Atresmedia Cine y Sony Pictures International Productions, cuenta también con la participación de Atresmedia y Amazon Prime Video, donde se podrá ver tras su estreno en cines. La película, una coproducción de España y Francia, recibió 250.000 euros del fondo Eurimages 2020. Con un presupuesto de 3,5 millones de euros, ‘La abuela’ recibió además el importe máximo de un millón de euros en la línea de ayudas generales del ICAA del año 2019. El filme está coproducido por Les Films du Worso (Francia).
Tras su interrupción en el mes de marzo de 2020 debido a la crisis sanitaria, el rodaje de ‘La abuela’ concluyó el verano de 2020. Salvando esta interrupción, la filmación se prolongó a lo largo de siete semanas en localizaciones de Madrid y París. El proyecto ha contado con la supervisión de Sandra Condito y Natalia Fernández por parte de Sony Pictures International Productions.
‘La abuela’ está protagonizada por la debutante Almudena Amor y la veterana actriz brasileña Vera Valdez, antigua musa de Coco Chanel. El productor Enrique López Lavigne (Apache Films) explica los destalles de este largometraje.
A451: ¿Cómo sobrellevaste la interrupción del rodaje de ‘La abuela’?
Enrique López Lavigne: «Creo que hay pocas películas tan afectadas por la pandemia como ‘La abuela’. Cuando se pueda ver en las salas el 22 de octubre, la gente se dará cuenta de que la película habla también de otras cosas, cosas que hemos vivido durante todo este confinamiento. Todo eso está contado de forma indirecta previamente en un guion que tenía escrito Carlos Vermut. Pero también hay muchas otras que se han contagiado de la situación que hemos vivido y que se han planteado a posteriori, una vez pensadas y meditadas. La película fue cancelada temporalmente y pudimos retomarla en verano, esa situación que nos permitió profundizar más en la historia y los personajes. Las películas que más me interesan son aquellas que están en el contexto de su tiempo. Muchas películas que se han hecho antes del confinamiento no tienen nada que ver con el mundo en el que vivimos ahora mismo, se han quedado viejas inmediatamente. Paco y yo queríamos que se beneficiara de esa percepción que ha cambiado para todo el mundo».
A451: ¿Y que tenéis ahora?
E.L.L: «La película da bastante más miedo que ‘Verónica’ y se mueve en unos terrenos que yo creo que nos tocan a todos. También cambiarán muchas cosas en cuánto a cómo vamos a distribuirla, cómo la va a percibir la audiencia, qué significa ir a una sala de cine ahora mismo, el carácter de exclusividad que tiene ir al cine… Hemos hecho una película que se ha movido muchísimo en este último año y medio, me refiero a que ha sufrido los vaivenes de una situación que ha afectado a todos los sectores, no solamente al audiovisual. Una situación que además ha cambiado también mucho en nosotros, en los seres humanos».
A451: ¿Afrontar la interrupción del rodaje se ha llevado mejor con los socios que teníais inicialmente?
E.L.L: «Ahora mismo lo vemos todo con una cierta distancia, pensando que además hemos salido de esa situación. Independientemente de que tengamos unos socios maravillosos, el director y el productor entonces desconocían cuándo iba a acabar la situación. Incluso nadie sabía si se podría volver a rodar. Esto que ahora, con distancia, parece una tontería, en el momento en que lo vivíamos desconocíamos completamente lo que iba a ocurrir. Tanto Paco (Plaza) como yo hemos estado muchas noches sin dormir. La pesadilla de la película la hemos traducido en noches en vela, insomnio por todo lo que acarrea que para una situación como esta no existan seguros que limiten el impacto económico tan grande que supone dejar de rodar por una pandemia. Además, teníamos una protagonista de 85 años y desconocíamos la manera en que, en caso de contagiarse, podría afectarle a ella y al resto del equipo. Había una responsabilidad enorme sobre nuestros hombros y no teníamos garantizado el resultado final. No pudimos mantener la película en los tiempos y el presupuesto, claramente. Pero durante el confinamiento la película creció en la cabeza de Paco, en la de Carlos (Vermut) y en la mía y nos permitió asomarnos con mucha más claridad a lo que se estaba contando en esas primeras tres semanas antes de cancelar el rodaje de la película».
A451: Con ‘Verónica’ abristeis una línea de naturalismo en el cine de género, ¿habéis dado cierta continuidad a este elemento en ‘La abuela’?
E.L.L: «Absolutamente. Hay un camino en cuanto a situaciones que están inspiradas en la realidad. Las películas de Paco, en esta vertiente de terror realista o naturalista, tienen que ver con los diferentes puntos de vista de los personajes. Todo esto es algo que a nosotros personalmente nos apasiona, ese terror que surge de nuestras cabezas, que afecta a todos. Esos son nuestros terrores favoritos, los que nacen directamente en todos nosotros, de nuestra impotencia, de situaciones que se nos plantean diariamente y esto afecta al espectador porque ya le ha afectado previamente en su vida real. Ese terreno naturalista se está empezando a explorar en muchos sitios y nosotros lo estamos haciendo también en este tipo de cine, como dos amantes del género que somos y como dos amigos que les apetece mucho sentarse cara a cara y explorarlo con otras personas a las que invitamos, en este caso Carlos Vermut».
A451: ¿Es un tipo de terror que viaja en la línea de películas como ‘Time’ de M. Night Shymalan, que has alabado?
E.L.L: «Juega a la metáfora. Estamos viviendo en el sector un momento de mutación, de transformación. Por ejemplo, ‘Titane’, la película de Julia Ducournau que se ha llevado la Palma de Oro este año, viaja dentro de un concepto completamente diferente, pero también está intentando conectar con las mutaciones del momento, en ese caso el de género. Por su parte, Shymalan lo hace con la vejez. Nosotros estamos jugando con ese elemento que tiene que ver con la belleza, el miedo atroz que nos dan las arrugas, el cambio del tiempo, la modificación de todo lo que somos ahora mismo. Esa mutación es algo que nos aterra. Es parte también del género y del terror mostrar ese planteamiento».
A451: ¿Cómo surge la idea de juntar los talentos de Vermut y Plaza, con los que ya habías trabajado de forma individual anteriormente?
E.L.L: «Es algo que surge de los tres, no puedo ponerme yo la medalla. Las cosas buenas surgen de manera orgánica, yo no creo mucho en los diseños. Surgen de las horas que le dedicas a las personas y a la vida. De ahí aparece también la necesidad de expresar esas inquietudes que a las personas normales nos asaltan y queremos, en esa cosa maravillosa que sigue siendo el cine, poder compartir con los demás. El cine y la visión de Carlos es muchas veces pesimista, cercana a la utopía, con elementos muy oscuros, cercano también al cómic. Hay algo dentro de su cine que no es el género, pero que utiliza elementos del inconsciente humano y elementos cotidianos de nuestro día a día. Un poco como el cine de David Lynch, grandes creadores que empezaron haciendo género y de repente mutaron su cine a otras cosas como el drama. En el fondo estamos todos en el territorio del drama. Cuando te lanzas al realismo y al naturalismo necesitas incorporar el drama diario. El naturalismo no es más que la visión a través de un cristal de nuestras vidas y nosotros nos estamos acercando bastante».
A451: ¿Cuáles fueron las claves para llegar a ese reparto?
E.L.L: «Las películas están llenas de equipos con personas maravillosas que te acompañan en el camino y que tienen cosas muy importantes que decir y sobre todo hay cosas muy importantes que tenemos que agradecerles. Quiero agradecer desde aquí a la directora de casting, Arantza Vélez, su trabajo. Es una persona que ha acompañado a Paco en muchas películas y por la que siento una admiración tremenda por haber elegido el camino más difícil para esta película y haber encontrado, no solo a Almudena Amor, sino a la otra protagonista del filme, Vera Valdez, que fue la modelo favorita de Coco Chanel, una mujer con una vida tremenda y que ha sido el elemento más frágil en todo este viaje. Ella es una octogenaria que vive en São Paulo (Brasil) y se ha cruzado medio mundo para trabajar con personas que no conoce de nada, en un país que no es el suyo. Estamos absolutamente impresionados por su generosidad y por el talento de alguien que solo con la mirada es capaz de construir muchas emociones. En el caso de Almudena, ha llegado con toda la ilusión del mundo. Además, ha combinado esta película con la nueva de Fernando León de Aranoa, así que se la podrá ver por partida doble en la Sección Oficial de San Sebastián de este año, lo que significa que estamos ante un gran debut. Llevar sobre los hombros una película en la que principalmente son dos actrices es mucha responsabilidad».
A451: ¿Cómo fue rodar parte en París?
E.L.L: «Fue una semana completa y un rodaje extraño, porque en París no había mascarillas. Pensábamos que habíamos escapado de la noche más oscura y tampoco sabíamos lo que nos iba a venir después. En el caso de Francia fue la cancelación de los cines. Pudimos rodar con toda ilusión y con muchas estrecheces que te llevan a tener muchísima creatividad y sobre todo teniendo clarísimo que estábamos haciendo la película que queríamos hacer. Eso es muy importante. Teníamos la sensación de volver a empezar otra vez, no de estar terminando. De hecho, con todo el material que estábamos grabando éramos plenamente conscientes de la historia que teníamos delante y del impacto que tendría a la hora de verse».
A451: ¿Cómo está montada financieramente la película?
E.L.L: «Hemos podido contar con Eurimages, que no suele volcarse mucho con el género. Conseguimos financiarla bastante bien. El guion era muy poderoso, y curiosamente el hecho de no tener a artistas importantes no fue un lastre a la hora de buscar financiación. Esto es porque la historia es muy poderosa y el género sigue viajando muy bien a nivel internacional. Además, la historia tiene un calado universal. Eso es muy importante, la manera en que te puedes acercar al cine tiene mucho que ver con los temas universales».
A451: ¿Cuál será el futuro de la película tras San Sebastián?
E.L.L: «Ante todo, agradecer a José Luis Rebordinos y al festival, por haber elegido una película de género para la Competición Oficial. Esto significa que, además de ser una magnífica película de género que realmente da mucho miedo, tiene una historia que va más allá, porque tiene elementos que la convierten en un drama de terror. Es una película que conecta con su momento y esto es algo que estamos viendo este año, que es un año muy competitivo, muy difícil también a nivel internacional… El Festival de Berlín ha sido uno de los que ha sufrido mucho la segunda ola del Coronavirus y la incertidumbre, Cannes ha conseguido levantar un magnífico festival con una de sus mejores ediciones, en circunstancias muy difíciles y con una selección extraordinaria en Competición. La Mostra de Venecia tiene la mejor selección de la historia por la misma razón, porque ha habido muchas películas metidas en un cajón durante un año y medio y con festivales cancelados, ahora se ha vivido una situación de overbooking. Con San Sebastián ocurre exactamente igual con la calidad de su competición. Somos muy afortunados porque somos una de las cuatro películas españolas en Competición Oficial en el festival».
A451. ¿Estará en más festivales la película?
E.L.L: «Sí, serán algunos muy importantes tanto en España como fuera de ella. Sinceramente, estamos muy orgullosos de la recepción que está teniendo la película. Hemos tenido que dejar fuera muchos otros festivales que nos gustan, más que nada porque el tiempo entre la premiere de San Sebastián y el estreno es de tan solo un mes, desde finales de septiembre hasta el 22 de octubre. Estamos muy contentos de que la película llegue a muchos programadores diferentes y que muchos de ellos la consideren como una «película de festivales». Aunque también es una película para el gran público, que se lo va a pasar muy bien. Sigue siendo también un filme con el sello Plaza y que va a sorprender al público joven».
A451: ¿Qué percepción tenéis de cara a ese estreno en cines el 22 de octubre?
E.L.L: «Digamos que es muy difícil saber cuál va a ser la percepción a la vuelta del verano. Es un verano extraño pero la gente tiene ganas de volver a la vida normal, que va más allá de estar encerrado en casa. El consumo en casa se ha disparado, nunca habíamos visto tantas películas como en el confinamiento. Pero también tenemos ganas de compartir estas películas con gente fuera de casa, porque hay producciones como ‘La abuela’ que son eventos. La consideramos como tal y los festivales lo están corroborando. Estamos deseando ver las reacciones y al público disfrutar en las salas. Es además una película que está muy bien protegida, por ejemplo, con Amazon, que ha sido un socio muy fiel en las últimas películas que hemos hecho desde Apache Films».
A451: ¿Cuáles son los proyectos más cercanos de Apache Films?
E.L.L: «Es un fin de año bastante movido porque hemos estado parados mucho tiempo y ahora toca volver a la realidad profesional de los rodajes, que se disfrutan tanto como se sufren. En las próximas semanas inicio otro rodaje de una película de acción y con un elemento social determinante, con un director y un equipo que me entusiasma. Hay más cosas pero no me toca a mí hablar de ellas».