Ha comenzado el rodaje de ‘Nosotros no nos vamos a matar con pistolas’, la nueva película dirigida por María Ripoll, producida por Lina Badenes (Turanga Films) y Belén Sánchez (Un Capricho de Producciones).
Esta dramedia se rodará en un pueblo de la costa valenciana con tradición de pescadores. Cuenta con el apoyo del Institut Valencià de Cultura, el Institut Català de les Empreses Culturals, TV3, À Punt Mèdia e IB3, con la producción asociada de AMC i Pasarela y el patrocinio de Vermú de Reus y Cerveza Turia. Se encarga de la distribución será Filmax.
Escrita por Víctor Sánchez y Antonio Escámez, ‘Nosaltres no ens matarem amb pistoles’ es la adaptación de la obra teatral homónima de Víctor Sánchez Rodríguez , ganadora del Premio Max a Mejor Autoría Revelación 2016. «Es un retrato generacional de rabiosa actualidad, un drama con buenas dosis de comedia que, en algunos momentos, puede ser desgarradoramente nostálgica», explica la directora.
La película está protagonizada por Ingrid García-Jonsson, Elena Martín, Joe Manjón, Lorena López y Carlos Troya, que interpretan a un grupo de amigos que se reencuentran en el pueblo después de años sin verse para celebrar una efeméride especial. ‘Nosotros no nos vamos a matar con pistolas’ gravita en torno a la juventud perdida, el tiempo que se va y se intenta recuperar a menudo de manera desesperada, además de la capacidad y necesidad de reinventarse.
A las productoras, Lina Badenes y Belén Sánchez, que juntas ya produjeron ‘La inocencia’, de Lucía Alemán, destacan el tono coral, veraniego y ácido de la historia. «Nosotros pertenecemos a una generación que ha podido reivindicar la diferencia y queremos poner el foco en cuestiones clave de nuestro tiempo, y hacerlo de manera interesante y, a la vez, divertida y descarada», comentan las productoras.
Sinopsis:
Mientras el pueblo se prepara para celebrar la fiesta mayor, la Virgen del Mar, Blanca se esfuerza para que la primera paella que prepara a su vida quede perfecta. Ha logrado reunir a sus amigos de toda la vida después de años sin verlos. Unos intentaron abrirse camino en la ciudad, otros en el extranjero y alguno se quedó en el pueblo. Todos están en la treintena y sienten que la juventud se les escapa.
Sus existencias transitan entre la precariedad laboral, el desencanto y un continuo volver a empezar. La paella se alarga entre revelaciones de secretos, reproches y equívocos. Y, por fin, llega la verbena: la prueba de que el mundo sigue girando mientras las vidas de los protagonistas parecen tambalearse y más que nunca se necesitarán unos a otros para salir adelante.