Cinco películas clásicas inspiradas en casinos

El cine suele buscar inspiración en escenarios de la vida nocturna en las ciudades para desarrollar la trama de películas y series. Tal vez sea el halo de misterio cuando cae el sol, o cierta desinhibición que se apodera de las personas.

Pueden ser historias de aventuras, policiales, dramas o incluso comedias, siempre hay alguna escena importante bajo las estrellas. ¿Y qué escenario más representativo de la noche, de la diversión y de la adrenalina que un casino? Y de lo oculto, incluso de lo prohibido.

CASINO

Aunque todos los casinos hoy en día usan aplicaciones moviles, es el casino tradicional quien se roba la pantalla grande con su espectacularidad. Veremos, entonces, cinco clásicos de Hollywood que se desarrollan y/o fueron inspirados en casinos.

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‘Casino’ (1995)

La primera película es nada más y nada menos que ‘Casino‘, el clásico de Martin Scorsese protagonizado por Robert De Niro, Sharon Stone y Joe Pesci. Se trata de la historia de Sam «Ace» Rothstein, un mafioso que se instala en un casino de Las Vegas. Pronto, Sam duplica las ganancias del casino y envía el dinero a los capos que lo patrocinan, quienes, impresionados, le envían a un violento Nicky Santoro para que lo proteja. El problema es que Nicky fomenta, en forma paralela, un negocio criminal que interfiere con lo que hasta ese momento funcionaba a las mil maravillas. A esta dupla se suma Ginger McKenna, esposa de Sam, quien al comienzo disfruta del dinero y la vida lujosa del matrimonio, pero que con el tiempo se da cuenta de que solo es un objeto más de su esposo.

‘Rain Man’ (1988)

Del género criminal nos vamos a este drama dirigido por Barry Levinson y protagonizado por Dustin Hoffman y Tom Cruise, además de la actuación secundaria de Valeria Golino, actriz cotizada en ese entonces. La historia empieza con un Charlie Babbit en el funeral de su padre, donde no solo se entera de que tiene un hermano mayor autista llamado Raymond, sino que ese hermano es el heredero de una fortuna. Entonces, Charlie decide secuestrar a Raymond para reclamar su parte de la herencia. En el típico «road trip», los hermanos se van conociendo mientras viajan y es justamente durante el viaje cuando sucede esa escena inolvidable en la que Raymond demuestra una capacidad sobrehumana para memorizar números, habilidad que Charlie usa para ganar en el blackjack en el casino.

‘The Hangover’ (2009)

Dirigida por Todd Phillips, el estreno de esta película fue un retorno del siglo 21 a las comedias alocadas de amigos. Alan (Zach Galifianakis), Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y Doug (Justin Bartha) van a Las Vegas para una despedida de solteros que terminará en desastre. Es que Alan, Phil y Stu despiertan a la mañana siguiente en una habitación de hotel destrozada, con un león adentro ¡y sin su amigo Doug, el que se va a casar! Entonces, el gancho de la película es que el espectador vaya reconstruyendo, junto a unos protagonistas que no recuerdan nada, qué pasó esa noche para que todo se les fuera de las manos.

Casino Royale (2006)

‘Casino Royale’ está inscrita dentro de las aventuras del infalible agente 007 «Bond, James Bond», encarnado en esa época por Daniel Craig. Su misión en este vigésimo primer capítulo será impedir que un banquero de la mafia triunfe en un torneo de altas apuestas de póker. Una de las novedades que representó esta película es que está basada en la novela homónima de Ian Fleming, ambientada en los comienzos de Bond como agente. Esto permitió darle un nuevo enfoque a la serie. La chica Bond de esta ocasión fue Eva Green.

‘The Gambler’ (1974)

A contramano de las películas que mostraban solo lo lúdico o glamoroso de los casinos, «El jugador», como se tradujo para los hablantes de español, es un retrato descarnado de un adicto al juego. En una actuación estupenda, James Caan interpreta a Axel Freed, un profesor de literatura que va perdiendo todo lo que le importa en la vida: su dinero, su novia y su madre. Además, unos prestamistas lo persiguen. Pese a todo lo que le sucede, Freed no podrá frenar su compulsión de jugar hasta la más completa autodestrucción.

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