La Acadèmia del Cinema Català impulsa un departamento contra los abusos en el sector audiovisual y de las artes escénicas de Cataluña

La Acadèmia del Cinema Català ha creado un Departamento de atención y prevención de los abusos en el sector audiovisual y de las artes escénicas, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona.

El primer servicio de estas características en España es también pionero en el contexto de las academias europeas, y trabajará a tres niveles: el de la atención jurídica y psicológica, el de la prevención con un protocolo de buenas prácticas profesionales y el de la recogida de datos con un observatorio de las violencias machistas en el contexto laboral y formativo del audiovisual y las artes escénicas.

Academia del cinema català

Atención jurídica y psicológica especializadas

La asistencia se ofrece a cualquier persona residente en Cataluña que haya trabajado o trabaje en el ámbito audiovisual o de las artes escénicas, en cualquiera de sus departamentos u oficios, y que haya sido víctima de acoso o abuso, incluyendo acoso sexual, abuso de poder y humillación por razón de género, orientación sexual, raza, religión o edad.

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Se aceptarán también denuncias anónimas, tanto de víctimas como de testigos, y casos en los que los delitos hayan prescrito, dado que las víctimas de abusos pueden continuar requiriendo el acompañamiento en la reparación. En la prestación de estos servicios se garantiza la plena confidencialidad y la actuación independiente respecto de la Acadèmia, que no intervendrá en ningún momento del proceso.

Después de la valoración y el asesoramiento a las víctimas, a cargo de la abogada Carla Vall (impulsora del departamento junto a la actriz y vocal de la Junta de la Acadèmia Maria Molins) y la psicóloga Aina Troncoso, ambas especializadas en abusos, el departamento las acompañará en su recorrido judicial y terapéutico a cargo de los servicios asistenciales públicos o privados que puede tener su caso, y velará por su seguimiento.

Si es necesario, también conectará a las víctimas con terapias grupales que contribuyan a su reparación. El nuevo departamento se dotará de una línea telefónica y una dirección de correo electrónico para facilitar la atención, que acogerá las demandas y activará los servicios previstos.

La iniciativa cuenta también con la colaboración del Síndic de Greuges de Catalunya y la Sindicatura de Greuges de Barcelona, con los que se trabajará en aquellos casos que apunten a instituciones autonómicas o entidades privadas, cuya actividad tenga financiación pública (Síndic de Catalunya), así como a instituciones municipales o escuelas de la ciudad de Barcelona (Sindicatura de Barcelona).

Buenas prácticas y prevención

En el ámbito de la prevención ya se trabaja en un protocolo específico del sector audiovisual, donde también participará la Asociación de Actores y Directores Profesionales de Cataluña (AADPC) y la Asamblea Feminista de Cultura, que será público y que alcanzará tanto el ámbito formativo como el laboral.

La elaboración del protocolo se hará de la mano de las Conselleria de Igualdad y Feminismos y de la de Cultura de la Generalitat de Catalunya, organismos con las competencias para implementarlo. También se establecerá contacto con el resto de administraciones competentes para la difusión del protocolo en los principales centros de formación en audiovisuales o artes escénicas de Cataluña.

La prevención también se fomentará con charlas abiertas para los profesionales del sector audiovisual y cursos de formación específica para profesionales de la psicología y la educación social.

Observatorio de las violencias machistas en el sector

Este nuevo servicio llega después de la detección de aproximadamente 150 casos de abusos cometidos en instituciones públicas y privadas del sector, comunicados a abogadas, psicólogas y periodistas. Aun así, se trata de una cifra aproximada, altamente concentrada en el ámbito formativo y no segregada por género, orientación sexual, clase, origen étnico o ámbito territorial, entre otras variables.

A esta carencia de datos, se le suma la escasez de denuncias, agraviada por la falta de atención especializada en un proceso emocional y jurídico complejo, que hace que muchas víctimas no den el paso y no lleguen a los juzgados ni el 10% de estos casos, una proporción inferior a la registrada en el conjunto de la sociedad, cifrada en un 20%.

Este contexto confirma la necesidad de creación del departamento, que se convertirá en observatorio de las violencias machistas para ofrecer información de una realidad invisibilizada. También tiene que servir para recoger las denuncias, anónimas o firmadas, ejercidas por personas que han sido testigos de malas praxis o de abusos y acoso a terceras personas.

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