Tras su paso por la sección oficial del 25º Festival de Málaga y BCN Film Fest 2022, el próximo 27 de mayo se estrenará en los cines españoles ‘La piel en llamas’, el tercer largometraje dirigido por el español afincado en Los Ángeles, David Martín-Porras.
Se trata de la adaptación cinematográfica de la obra teatral homónima escrita por Guillem Clua, un drama de suspense y misterio sobre los desastres de la guerra. Su estrenó a nivel mundial fue el 21 de marzo, en el marco de la Sección Oficial del 25 Festival de Málaga.
El guion, escrito a cuatro manos entre el director y el dramaturgo, cuenta la historia de un fotógrafo de guerra, que regresa al país donde tomó la instantánea que le dio fama internacional veinte años atrás, y de una periodista local que pretende ajustar cuentas con el pasado. La obra teatral ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ciutat d’Alcoi, el Serra d’Or de la Crítica de Barcelona como mejor texto de 2005 y otros reconocimientos en varias ciudades de los Estados Unidos.
‘La piel en llamas’ es una producción de la división de cine de Secuoya Studios, Álamo Producciones Audiovisuales (‘El mejor verano de mi vida’, ‘Litus’, ‘Superagente Makey’, ‘Mamá o papá’), coproducida por La Panda (‘10.000 km’, ‘Open Windows’). El filme está protagonizado por Óscar Jaenada, Ella Kweku, Fernando Tejero y Lidia Nené y producido por Eduardo Campoy (Álamo Producciones).
Es el primer largometraje que David Martín-Porras dirige en territorio español, tras ‘Stealing Summers’ (2011), su debut en Estados Unidos, y The Chain (2019). En 2017 dirigió también para televisión la película ‘Unwritten Obsession’. Martín-Porras ha recibido por sus cortometrajes más de 60 premios en cerca de 100 festivales internacionales. Destaca entre ellos ‘Inside The Box’ (2013) con el que ya participó en la Sección Oficial de Cortometrajes del Festival de Málaga y que fue nominado a los Premios Goya además de ganar en «La noche del corto» de la Seminci de Valladolid.
Audiovisual451: Este es primer largometraje rodado en España, pero no tu ópera prima…
David Martín-Porras: “Sí, este es mi primer largometraje rodado en España. Anteriormente he rodado tres TV-Movies por encargo en Estados Unidos y dos películas independientes más. ‘La piel en llamas’ es mi primera película en español y rodada en España”.
A451: ¿Y por qué ‘La piel en llamas’ para debutar en el largo en España?
D.M.P: “Está basada en una obra de teatro española de Guillem Clua. Yo doy clases de cine en la Universidad de Los Ángeles s y una alumna me habló de la obra, que había visto en Chicago. Esto me generó mucha curiosidad, leí el texto y me gustó mucho. Después, pensé que la película había que hacerla en español, tuve la suerte de que a Eduardo Campoy, de Álamo Producciones, le gustara el proyecto y hasta hoy”.
A451: ¿Cómo llegas al autor de la obra para la adaptación?
D.M.P: “La realidad es que contacté a través de redes sociales con Guillem Clua. Me contestó pasados unos días, quedamos para hablar y le conté cuál era mi conexión con el personaje principal de esta historia. Creo que todos hemos cometido un error en el pasado y nos pasamos la vida pensando en volver atrás para poder cambiarlo. Le gustó mi visión, conocía mi trabajo, y confió en mí para desarrollar el proyecto. Nos pusimos a escribir el guion juntos”.
A451: ¿Cuánto tiempo llevó todo este proceso?
D.M.P: “Fue relativamente rápido, en un año o así ya estábamos trabajando con Álamo Producciones. Esta película está financiada a pulmón por Eduardo Campoy que apostó por un proyecto independiente sin ningún otro respaldo. Creo que esto hay que valorarlo mucho”.
A451: ¿Cómo llegas a Óscar Jaenada y Fernando Tejero?
D.M.P: “A Oscar Jaenada le tenía en mente desde el principio porque es un actor que me gusta muchísimo. Es muy camaleónico y pensé que podía hacer muy bien este papel. Me documenté mucho para el personaje, estudié a fotógrafos de guerra reconocidos como Kevin Carter y Nick Ut, que en ambos casos son autores con vidas muy atormentadas. Son personas acostumbradas a retratar el horror y cuando vuelven a la comodidad de su hogar no se sienten bien. En cuanto a Fernando Tejero, fue una sorpresa, nunca había pensado en él para la película, pero me lo propuso la directora de casting, le hicimos una prueba y lo vi claro. Estoy muy contento de esta decisión, porque su trabajo es fantástico”.
A451: ¿Cómo te alejaste de la teatralidad?
D.M.P: “Es curioso que me hagas esta pregunta, porque en el Festival de Málaga muchos críticos dijeron que la película se alejaba totalmente de la teatralidad y otros todo lo contrario, encontraban que era una película muy teatral, que abrazaba la teatralidad. De hecho, algunos ensalzaban precisamente esa teatralidad y otros su ausencia. Si te digo la verdad, mi intención es que el espectador nunca pierda de vista que la película está basada en una obra de teatro y creo que eso donde más se aprecia es en el final de la película. Es algo hecho a propósito para hacer un guiño precisamente a la obra de teatro, además creo que visualmente era muy interesante para la historia. A la vez, para alejarme de la teatralidad, en la concepción visual de la película jugué mucho con el montaje que en realidad es lo que separa al cine del teatro. También me alejé del teatro con el tratamiento de la cámara, quería que el espectador sintiera que está viendo la película a través de una cámara, los movimientos sofisticados y las lentes utilizadas tienen ese objetivo, también unas composiciones de plano poco convencionales. Mi idea era que en todo momento tuvieran presente que ahí hay una cámara. Además, también quería que así fuera porque la película va de un fotógrafo que hace una foto icónica en una guerra. Por lo general otorgamos a estas fotos un aura de verdad pero no dejan de ser un punto de vista más”.
A451: ¿Cómo recuerdas el rodaje de ‘La piel en llamas?
D.M.P: “El rodaje fue corto. Rodamos en tres semanas, los exteriores los rodamos en un día, fue un reto hacerlo en tan poco tiempo. Para poder conseguirlo rodamos con dos cámaras y ensayamos mucho, eso sí, de esta forma pudimos manejar muy bien los tiempos sin afectar a la calidad de la obra. Ensayábamos por la mañana y rodábamos por la tarde lo ensayado. También creo que ayudó mucho que rodamos de forma cronológica”.
A451: Sin embargo, hay secuencias complicadas, con bastante postproducción…
D.M.P: “Sí, es cierto que hay algunas escenas complicadas y con bastante postproducción, como por ejemplo la de la explosión. Esto, en tan poco tiempo, solo se puede hacer con un equipo técnico y artístico de primer nivel, sino es así, es imposible sacarlo adelante”.
A451: La película ha tenido una vida importante por festivales y se estrena en cines en mayo ¿Cuál es la idea en este camino?
D.M.P: “Sí, estuvimos en Málaga, luego en Barcelona y en junio viaja a Alemania, al Festival de Cine de Emden. Y a finales de mayo la estrenaremos en cines en España, creo que es una película para disfrutar en pantalla grande, aunque luego tenga una segunda vida en plataformas”.
A451. En Málaga yo pudiste comprobar las reacciones del público ¿Cómo fueron?
D.M.P: “La acogida del público en el Festival de Málaga fue muy buena, el público de Málaga siempre es muy generoso. Pero lo que más me impactó fue acudir a un pase con público y que en la puerta del cine, después de ver la película, muchos espectadores me contasen que la película les había sacudido y que era una película que les obligaba a reflexionar”.
A451: ¿Y qué será lo próximo?
D.M.P: “Estoy con dos proyectos aquí en España. Por un lado, una serie para Netflix que produce Minoría Absoluta, ‘Smiley’, basada también en una obra de teatro de Guillem Clua. El otro proyecto es otro largometraje, igualmente basado en un texto teatral de Clua, cuyo rodaje está previsto para finales de año”.