La próxima película de Paco Plaza se verá en Netflix. ‘Hermana Muerte’ se estrenará en todo el mundo el próximo año, 2023, a través de la plataforma y bajo la producción de Enrique López Lavigne, Pablo Cruz y Diego Suárez de El Estudio.
La historia del séptimo largometraje de Paco Plaza está relacionada con ‘Verónica’, la película estrenada en 2017 e inspirada libremente en hechos reales. Pero director, productores y plataforma quieren mantener el máximo secreto sobre cómo ‘Hermana Muerte’ y ‘Verónica’ están conectadas. “Cuando preparamos la edición especial en Blu-Ray de ‘Verónica’, publicamos un cómic sobre hermana Muerte, y es que, aunque este personaje solo tiene dos escenas en ‘Verónica’, me encantaba y me parecía que tenía mucho potencial”, comenta el director de la saga ‘REC’ y de ‘La abuela’ durante una visita al rodaje a la que asistió Audiovisual451.
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Rodado en el Real Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, que data de 1388 y está en una localidad próxima a Gandía (Valencia), el largometraje con guion de Jorge Guerricaechevarría está ambientado en la España de posguerra en un convento de monjas que recibe a la novicia Narcisa (Aria Bedmar). La joven llega al ahora colegio de niñas para convertirse en maestra, pero pronto se verá atormentada por alucinaciones y extraños acontecimientos y conseguirá finalmente desentrañar la madeja de secretos que rodea al convento.
Una historia de corte claramente femenino
“Las monjas siempre me han fascinado, los hábitos me parecen plásticamente apasionantes, además de implicar, bajo mi punto de vista, la anulación de la individualidad. Siempre que veo a un grupo de monjas me resultan un enigma, un misterio e inmediatamente siento la necesidad de saber más de ellas”, confiesa Paco Plaza. El cineasta valenciano, que rueda por primera vez en su tierra natal, apuesta de nuevo por una historia protagonizada por mujeres. En ‘Hermana Muerte’ cuenta con tres generaciones interpretadas por la todavía poco conocida Aria Bedmar, que ha participado en ‘Los herederos de la tierra’ y tiene un papel en la próxima serie española de Netflix, ‘El silencio’; Almudena Amor, cuyo primer protagónico fue en ‘La abuela’; y Maru Valdivielso, a quien Paco reclama con frecuencia.
“En ‘Hermana Muerte’ hay una historia de corte claramente femenino”, comenta Amor, “una historia sobre lo que han vivido estas mujeres por ser mujeres y por ser monjas, incluso con sus personalidades tan distintas.” Las tres intérpretes comentan cómo se han enriquecido las unas a las otras a nivel profesional y lo exigente del rodaje de esta película a nivel físico y emocional, “en ocasiones, hemos tenido que mantener el clímax durante horas y te aseguro que la única forma de preservar la salud mental es volcándote desde lo físico”, comenta Bedmar.
El peso de los hábitos confeccionados expresamente para la película, el ruido de la tela al caminar, el resonar de las voces, el ruido de las pisadas, los pasillos intrigantes, el claustro, el entorno alejado del ruido y plagado de naranjos y limoneros… las actrices han tenido muchos elementos para convertirse en las monjas que Paco Plaza tenía en la cabeza. Como dice Aria Bedmar, “hemos sentido la energía que durante siglos ha acumulado el Monasterio”, declarado Bien de Interés Cultural en 1994 y con una gran mezcla de estilos artísticos: mudéjar, gótico, barroco y neoclásico. “Era imposible no aprovechar todos los espacios de un lugar como este, así que no dejamos de movernos, creo que ha quedado una película muy dinámica”, añade Valdivielso.
“Cada vez me gusta más trabajar con los actores, les considero coautores de las películas, las enriquecen, ponen al servicio de la producción su cuerpo, sus emociones, son colaboradores tan fundamentales que al final condicionan la película. Por eso, cada vez dedico más tiempo y más cariño al trabajo con los actores”, reflexiona Paco Plaza.
Completan el reparto Luisa Merelas ‘(Quien a hierro mata’, ‘Elisa y Marcela’), Chelo Vivares (‘30 monedas’, ‘Desaparecidos’), Consuelo Trujillo (‘Verónica’, ‘Adiós’) y las debutantes Sara Roch, Olimpia Roch, Adriana Camarena, Marina Delgado y Claudia Fernández Arroyo.
El blanco como punto de partida
Para ‘Hermana Muerte’, Paco Plaza ha recurrido a un equipo de profesionales con los que ha trabajado anteriormente: Daniel F. Abelló, que debutó en el cine con ‘La abuela’, está al frente de la dirección de fotografía; Laia Ateca, que igualmente estuvo en ‘La abuela’, se ocupa de la dirección de arte; lo mismo que Vinyet Escobar como figurinista; y el director de producción Alberto Álvarez, que firma su sexta película con el cineasta. Además, Enrique López Lavigne, fan del cine de terror, vuelve a su lado después de haberle producido ‘La abuela’, y el guionista Jorge Guerricaechevarría repite después de ‘Quien a hierro mata’ (2019).
Desde que comenzaron las conversaciones de equipo para poner en marcha ‘Hermana Muerte’, la consigna fue clara: blanco. El blanco de las paredes encaladas, el blanco de los fantasmas, el blanco de los hábitos, el blanco de la luz mediterránea. Aunque la primavera ha engañado a todos y la mayor parte del rodaje ha estado pasada por agua. “Nuestra apuesta estética desde el principio es alejarnos de lo típico de las películas de terror con monjas. Queremos huir de lo gótico y dotar la película de una identidad muy propia y muy local, ya estamos viendo que lo local es lo que más capacidad tiene para convertirse en global”, comenta Paco Plaza.
Por su parte, López Lavigne señala que ‘Hermana Muerte’ “repasa nuestra historia reciente, se pregunta de dónde venimos. Por eso era importante que todos los elementos fueran verosímiles.” De ahí que el 99 por ciento de la película se haya rodado en esta localización real y muy representativa de lo valenciano: “El sol, los naranjos, el aroma tan mediterráneo, el Monasterio nos llevaba en la dirección que queríamos, es un sitio espectacular, con esa arquitectura y esos mosaicos que son puramente valencianos y que dotan la película de la personalidad que buscábamos. Queríamos una película de terror con mucha luz del día, de hecho, algunas escenas que sucedían de noche se pasaron al día”, añade Paco Plaza. Incluso el guion, que llegó vivo al rodaje, introdujo cambios motivados por las estancias y las posibilidades que ofrece el Monasterio. Por cierto, un monumento abierto al público.
Para ‘Hermana Muerte’, la figurinista Vinyet Escobar, ganadora del Goya a Mejor Vestuario por ‘Las leyes de la frontera’, ha tenido “la suerte de confeccionar el 90 por ciento del vestuario, esto no pasa a menudo y es muy satisfactorio porque hemos tenido una gran libertad creativa.” El equipo de vestuario, formado por seis personas, ha utilizado el espacio del coro de la iglesia del Monasterio como taller temporal para diseñar y tratar los hábitos de todas las monjas y los vestidos de las alumnas, inspirados en la moda de los años 50 e incluyendo muchos detalles artesanales, como bordados. Incluso el calzado es ad hoc, “las monjas de ‘Hermana Muerte’ calzan alpargatas y para ello hemos contado con una empresa que las fabrica de forma tradicional, con materiales de antes, con cuerdas y no con plástico”, añade Escobar.
Con ‘Hermana Muerte’, Netflix sigue aumentando el número de películas españolas propias y va cumpliendo el objetivo de llegar a las quince entre 2022 y 2023, tal y como comentó Teresa Moneo, responsable de Netflix Films, a Audiovisual451 recientemente. En lo que va de año, la plataforma ya ha estrenado ‘El páramo’, ‘Las niñas de cristal’, la comedia ‘Amor de madre’ y la saga juvenil ‘A través del mar’. Próximamente llegarán ‘Centauro’, ‘Un hombre de acción’, ‘Rainbow’, ‘Fenómenas’, ‘La sociedad de la nieve’, ‘El club de los lectores criminales’…
Para El Estudio, la productora transoceánica con oficinas en México, Los Ángeles, Madrid y Buenos Aires, ‘Hermana Muerte’ es una de las quince producciones que abordará en total en 2022.
“Me gusta que los personajes tengan una vida que el espectador no conoce, que haya una historia por debajo, un universo más amplio”, comenta Paco Plaza, preguntado por la posibilidad de que de ‘Hermana Muerte’ salga un spin-off, “no es coña, pero es probable.”
Fotografías de Daniel Escale.
