Uno de los rodajes que Netflix ha abordado este año en España ha sido el de ‘A través del mar’, la película que da continuidad a ‘A través de mi ventana’, largometraje destinado al público adolescente y juvenil que se estrenó en la plataforma el pasado mes de febrero.
Solo dos meses después del lanzamiento mundial, Netflix ponía en marcha el rodaje de la segunda parte de esta historia basada en las novelas de la escritora venezolana Ariana Godoy, de nuevo con la producción de Nostromo Pictures y la participación de Wattpad WEBTOON Studios en el desarrollo.
Así, Raquel (Clara Galle) y Ares (Julio Peña) continuarán su historia de amor mientras nuevos desafíos y nuevos personajes llegan a sus vidas. Al elenco formado por Clara Galle, Julio Peña, Hugo Arbués, Eric Masip, Natalia Azahara, Guillermo Lasheras y Emilia Lazo, se suman en esta segunda entrega Andrea Chaparro (‘Rebelde’), Ivan Lapadaula (‘Dos vidas’) y Carla Tous (’30 Monedas’). Los fans tendrán que esperar a 2023 para poder ver ‘A través del mar’, dirigida de nuevo por Marçal Forès y escrita por Eduard Solà, quien también participó en la primera parte y ha firmado otros guiones como los de ‘La voluntaria’ o la serie ‘Sé quién eres’. Para esta segunda parte, Solà presenta una historia original que ha trabajado de la mano de Godoy.
Audiovisual451 fue uno de los pocos medios seleccionados para visitar el rodaje de la película el pasado mes de mayo. Los productores Adrián Guerra y Núria Valls de Nostromo Pictures, y el director de arte José Tirado, contaron en una pausa del rodaje cómo estaban siendo esas intensas jornadas en la Costa Brava, con grandes grupos de figurantes, el máximo secreto para evitar la avalancha de fans y una mayor ambición en la puesta en escena.
Adrián Guerra y Núria Valls (Nostromo Pictures), productores
Audiovisual451: ¿Cómo nació el universo de ‘A través de mi ventana’?
Núria Valls: «En cuanto leímos el libro de Ariana Godoy, supimos que en él había elementos que podían convertir esta historia en una película con repercusión internacional. Compramos los derechos de la obra justo cuando se acababa de publicar en España, y en el momento en el que comenzamos a rodar, el libro ya iba por su cuarta edición, mientras que, cuando estrenamos, creo recordar que acababa de imprimirse, nada menos, que la 18ª edición. Al boom que ha experimentado este universo ha contribuido en buena medida la retroalimentación que ha existido entre la novela y la película. De hecho, durante todo el proceso hemos ido de la mano de la autora, que estuvo muy involucrada en la primera entrega y ha seguido estándolo en ‘A través del mar'».
A451: Después del fenómeno en el que se convirtió la película original, ¿qué nuevos desafíos está suponiendo sacar adelante esta segunda entrega?
N.V.: «Sobre todo, para nosotros, supone una enorme responsabilidad, porque sabemos que existe una base de espectadores que están esperando con muchas ganas esta película. Estamos planteando una segunda parte más ambiciosa. Lo que queremos es acompañar y cuidar un poquito más de esta película con el objetivo de dar un salto cualitativo».
Adrián Guerra: «Nuestra intención es expandir el mundo creado en su día por Ariana, puesto que esta secuela ya no se basa en ninguno de sus libros. ‘A través del mar’ es una historia original escrita por el guionista Eduard Solà, a pesar de que hemos trabajado muy de cerca con la escritora, una vez más. Lo que buscamos es expandir la historia de los personajes que conocimos en la primera película, de tal manera que, al final, el resultado esté a la altura de las expectativas de los lectores de la novela original y de sus secuelas. Es decir, queremos que sea algo único, pero respetuoso con el material del que partimos».
A451: ¿Cómo está transcurriendo el rodaje?
A.G.: «Está siendo un rodaje muy intenso, porque estamos rodando la mayor parte del tiempo en exteriores y el tiempo nos está jugando alguna que otra mala pasada. La semana pasada [en mayo], nada más llegar a la Costa Brava, sufrimos una ola de calor, mientras que esta semana ha habido muchas tormentas. Muchas veces, hemos tenido que rodar mientras llovía a cántaros. En total, serán ocho semanas de rodaje».
N.V.: «Pero bueno, al final, todos estos percances los estamos solucionando haciendo piña y cambiando el plan de rodaje. Hemos decidido reubicar algunas partes en otras zonas en las que podíamos trabajar mejor, y estos días en los que parece que va a haber mucho viento, pues, simplemente, tomaremos más precauciones a la hora de rodar».
A.G.: «Hemos decidido rodar ahora, antes del inicio de la temporada alta, porque, evidentemente, en verano la Costa Brava se llena de gente y los precios son prohibitivos. Durante esos meses, es imposible conseguir localizaciones como esta cala de Sa Tuna, que hemos tenido cerrada una semana. Por eso, no podíamos retrasarnos y había que seguir adelante con el rodaje a toda costa. Ayer, por ejemplo, estábamos en el set esperando a que dejase de llover para poder ir rodando algún plano a ratos, pero en cuanto empezaba a diluviar de nuevo, no nos quedaba otra que volvernos a poner a cubierto».
A451: ¿En cuántas localizaciones habéis rodado o tenéis previsto hacerlo?
N.V.: «Durante la fase de rodaje, tenemos que ser muy crípticos y preferimos no decir exactamente en qué pueblos o playas específicas estamos rodando porque, teniendo en cuenta el fenómeno mundial que se ha generado en torno a este universo, no queremos que se corra la voz y empiecen a aparecer por aquí cientos de fans. Precisamente, esta película se está rodando bajo otro título para evitar que le gente nos identifique y podamos garantizar la seguridad y la comodidad, sobre todo, de los actores. Adoramos a nuestros fans, pero no seríamos capaces de atenderlos y controlarlos en pleno rodaje».
A451: ¿Cómo ha sido el trabajo de localización para esta secuela?
A.G.: «La novela original está escrita en castellano por una escritora venezolana que vive en Estados Unidos y está ambientada en un lugar indefinido. La historia bebe del imaginario norteamericano e incorpora también elementos latinos, pero a nosotros, que somos de Barcelona, al igual que buena parte del resto del equipo, nos parecía que, para darle un matiz más local, podía ser una buena idea enraizarla en Barcelona, una ciudad que hemos seguido explorando en esta segunda entrega. Lo que queríamos era evitar que la película quedase en un limbo entre Estados Unidos y España. Aunque tengan un código norteamericano, ‘A través de mi ventana’ y su secuela son películas españolas».
N.V.: «De hecho, buena parte de esta segunda entrega sucede durante el fin de semana en el que se celebra la fiesta de San Juan. Lo que nosotros queríamos era mostrar una versión idealizada de esta verbena, tan popular en toda España, y traerla a un entorno tan emblemático como el que ofrece la Costa Brava. El rodaje de la película ha tenido lugar, fundamentalmente, en la ciudad de Barcelona y en diversos puntos de la Costa Brava».
A451: ¿Por qué elegisteis rodar esta vez en la Costa Brava?
A.G.: «Los Hidalgo, la familia de la película, son una familia catalana bien posicionada económicamente, y como sucede con muchas de esas familias en la vida real, tienen una segunda residencia en la Costa Brava. El hecho de situar la segunda parte de esta historia en un lugar, como este, de veraneo, nos parecía un desarrollo de los acontecimientos muy lógico y muy orgánico. La casa de la familia Hidalgo es, por cierto, una casa preciosa».
N.V.: «A pesar de que la Costa Brava no es nombrada como tal en la película, va a ser perfectamente reconocible para el público. Al final, más allá del lugar concreto en el que se ubican, las películas suelen configurarse como un puzle de localizaciones, y así va a ser en el caso de ‘A través del mar’. Hemos rodado en la Costa Brava, de acuerdo, pero, al final, la localización ficticia se construye a partir de un conjunto de diversas localizaciones reales».
A451: Trabajar en una zona como esta, más remota, tiene sus dificultades…
N.V.: «En realidad, el trabajo de localización de esta segunda parte se ha desarrollado de manera paralela al de guión. Fuimos pensando en lo que nos hacía falta y contemplamos qué podía ser factible y qué no, ya que muchas veces te vienes arriba y planteas propuestas inviables, y viceversa, cosas que parecían imposibles, luego no lo son tanto».
A.G.: «El hecho de saber que esta película se iba a hacer sí o sí nos ha permitido afrontar todo este trabajo con más tranquilidad, pero es evidente que todo tenía que estar programado al detalle, ya previamente, por la enorme logística que sabíamos que este proceso iba a implicar en cuanto a desplazamientos, permisos, etc. Rodar en una zona de costa como esta es, a fin de cuentas, mucho más complicado. Muchas veces hace mal tiempo, y aún así, se tiene que rodar ese día porque no hay un margen suficiente de tiempo para pedir permiso y hacerlo en otro momento, dado que los trámites administrativos son muy largos. Hay que mantener el plan y hacer el mínimo de cambios».
A451: ¿Habéis contado con los servicios de alguna film commission?
A.G.: «Sí, con Barcelona Film Commission y Catalunya Film Commission. Ha habido un gran trabajo previo detrás para conseguir las localizaciones y las infraestructuras que necesitábamos, aunque, en general, las autoridades nos han dado muchas facilidades en ese sentido. Hay que tener en cuenta que traer un rodaje de estas dimensiones a un lugar como este supone un impacto muy grande. El equipo está formado por 150 personas fijas, sin contar los casi 800 figurantes con los que estamos trabajando, solo en lo que concierne a la Costa Brava, lo cual implica muchísimas pernoctaciones de hotel y un gran consumo de diferentes servicios. Todo esto beneficia mucho a la zona, y por eso la gente es tan receptiva y colaborativa con nosotros. Estamos contando, además, con una considerable cantidad de refuerzos locales que nos ayudan a diario».
A451: En lo que respecta, específicamente, a vuestro papel como productores, ¿cuáles diríais que son los mayores retos que os ha planteado este proyecto?
N.V.: «En este y en casi todos los proyectos, lo más difícil es la gestión humana. Manejar a tantísima gente como la que forma parte de este equipo siempre es un reto. Es un trabajo muy intenso y de muchas semanas, pero al final, al mismo tiempo, es muy gratificante, porque da lugar a un muy buen ambiente. Los propios actores, muchos de los cuales vienen de hacer la primera parte, dicen que este es un set muy feliz. Por duras que sean algunas jornadas, siempre hay una energía magnífica, y da mucha alegría comprobarlo».
A.G.: «El elenco de actores de esta película es muy joven. En general, la media de edad es bajísima, y para muchos, este es su primer proyecto de peso, el más ambicioso que han tenido que afrontar hasta ahora a nivel profesional. Desde mi punto de vista, el mayor reto ha sido gestionar todas las expectativas para dar lugar a una gran película, un filme a la altura, tanto de lo que esperamos nosotros, como de lo que espera el público».
A451: Da la sensación de que en estos momentos estamos viviendo un cierto auge de la ficción juvenil en España, ¿cuál creéis que puede ser la clave?
N.V.: «Si Adrián o yo lo supiéramos, nos haríamos millonarios, pero no lo sabemos. Creo que lo bonito del cine es que no existe ninguna fórmula mágica. A veces, simplemente se alinean los astros y surgen películas y series que tienen muchísimo éxito, pero que nadie sabe muy bien por qué. Por ejemplo, se ha dado el caso de películas de terror españolas que se convierten en un bombazo a nivel internacional, y nosotros estamos formando parte de un fenómeno parecido. Lo que tenemos que hacer ahora es cuidarlo para que siga expandiéndose, pero, por ahora, no tenemos la receta mágica. Ojalá la encontremos».
A.G.: «Esta es una película pensada para un público fundamentalmente adolescente, pero también va a poder llegar a un público más adulto. Durante estas semanas que hemos estado rodando en diferentes localizaciones, nos hemos encontrado con gente mayor que había visto la película, les había gustado y a los que, además, les hacía mucha ilusión que hubiésemos elegido su pueblo para rodar. Con el tiempo, nos hemos ido dando cuenta de que este fenómeno ha ido mucho más allá del público adolescente y ha alcanzado a personas de todos los géneros y edades, lo cual ha sido una gran sorpresa para nosotros».
N.V.: «También nos ha sorprendido mucho que la primera película haya funcionado, incluso, en países en los que ni siquiera la novela se había publicado. Nos hace muy felices el hecho de haber abierto horizontes nuevos que hacen posible seguir ampliando este universo».
José Tirado, director de arte
El barcelonés José Tirado firma la dirección de arte de ‘A través del mar’, después de haber trabajado en ‘A través de mi ventana’. Entre sus últimos trabajos figuran ‘As bestas’, de Rodrigo Sorogoyen, ‘Teresa’, de Paula Ortiz, ‘Jaula’, de Ignacio Tatay, o videoclips de Rosalía, entre otros artistas como Shakira o The Weekend.
El pasado mes de mayo también atendió a las preguntas de Audiovisual451 sobre el rodaje de la nueva película de Netflix.
Audiovisual451: En lo que respecta a tu trabajo como director de arte, ¿cuáles dirías que son los mayores retos que te han planteado ambas películas?
José Tirado: «En un principio, el mayor reto que tuvimos que afrontar fue adaptar ese imaginario tan típicamente americano de la novela a un ambiente más español, sobre todo en lo relativo al conflicto que planteamos entre las casas de los dos protagonistas y a cómo aparecen reflejadas en la película, por ejemplo, las relaciones familiares. La idea era vincular la historia a la ciudad de Barcelona, puesto que buena parte del equipo procede de allí, pero sin dejar de lado esa estética americana que retratan los libros y que tanto le gusta a Marçal. Queríamos que todo resultase realista, pero a la vez mostrar una Barcelona diferente, que se hiciese notar. Por eso, la primera película tiene esa impronta tan ‘pop’ y colorida, y esto mismo es lo que estamos intentando plasmar ahora en esta secuela, pero tomando como referencia la Costa Brava y su cara más bonita y pintoresca».
A451: ¿Qué diferencias existen entre el trabajo que hiciste en la primera entrega y el que estás haciendo ahora?
J.T.: «El imaginario americano tenía sentido en muchas partes de la primera película, como es el caso de la fiesta de graduación, pero en otras, no pegaba nada. En lo que respecta a la secuela, su ambientación en la Costa Brava requería de una estética más mediterránea. A Marçal le encanta su ciudad, Barcelona, y tiene muchas ganas de mostrarla, al igual que esta zona costera. Después de ver la película, te apetece venir aquí a pasar el verano».
A451: ¿Qué puedes contar de la escena que estamos presenciando esta noche?
J.T.: «La escena de esta noche es muy importante para el desarrollo de la historia y nos va a llevar bastante tiempo de rodaje. Los hechos tienen lugar durante la Fiesta de San Juan, una fiesta muy típica de Cataluña, y lo que pretendemos es fusionar ese carácter preciosista y elitista que se suele asociar a la Costa Brava con la esencia más ancestral y salvaje de esta fiesta popular que gira en torno al fuego, con grandes hogueras, los llamados ‘correfocs’, diablos, bandas de tamborileros, caos, mucho ruido etc.».
A451: Algo así como una Fiesta de San Juan idealizada…
J.T.: «Efectivamente. Hemos dotado a la tradicional Fiesta de San Juan de un código visual propio, que incorpora estéticas como la habanera o la ibizenca, ya que todo el mundo va vestido de blanco y azul. La paleta de colores es bastante restringida, y, al final, el nexo en común es la estética mediterránea. Y bueno, está resultando muy complicado rodar esta secuencia porque hay que coordinar a muchísima gente, entre el equipo y los figurantes, y tenemos que ir avanzando por partes, controlando en todo momento las hogueras».
A451: Además de esta bonita cala de Sa Tuna en la que nos encontramos, ¿en cuántas localizaciones de la Costa Brava tenéis pensado rodar?
J.T.: «Queremos aprovechar que tenemos cerca el mar, por lo que, sobre todo, vamos a rodar en las playas. Estamos rodando mucho en mar abierto, y este pueblo en el que nos encontramos ahora mismo tiene bastante protagonismo. También vamos a rodar en una casa cercana que se va a convertir en la casa de veraneo de Ares y Raquel. Esta casa va a ser el verdadero centro de la historia, el cual se va a trasladar de Barcelona a la Costa Brava. El edificio, que está al lado de una cala preciosa, es espectacular y acorde al nivel económico de esa burguesía catalana un poco bohemia, interesada en el arte y la cultura. Queríamos algo que no resultase frío ni aséptico, y decidimos buscar algún ejemplo de arquitectura catalana de los sesenta, de un estilo más vintage que modernista».
A451: Barcelona vuelve a tener también su cuota de pantalla en esta secuela…
J.T.: «Esta película comienza en Barcelona, pero en una Barcelona diferente a la de la primera parte. Ya no mostramos tanto las casas de los protagonistas, sino que hemos preferido enseñar otra cara de la ciudad. Aparecen los lugares en los que los personajes estudian, trabajan y se relacionan, ubicados todos ellos en el centro de la ciudad».
A451: ¿Fue difícil encontrar localizaciones en el caso de la primera película?
J.T.: «Lo más difícil de todo fue encontrar las casas apropiadas para los protagonistas. Necesitábamos una casa burguesa, con un gran jardín, al lado de otra más modesta, pero eso era casi imposible de conseguir en Barcelona. Por eso, lo que tuvimos que plantear al final fue un croquis. Para dar vida a la casa de Raquel, nos servimos de una casa real y luego le añadimos una fachada trasera, mientras que su habitación se reconstruyó en un plató. El interior y el exterior de esa casa son dos casas diferentes, ya que de lo que se trataba era de elaborar un puzle que resultase creíble. Fue complicado conseguir una casa con las conexiones adecuadas entre habitaciones y las ventanas que necesitábamos, y al final, también tuvimos que hacer algunas modificaciones en postproducción».
A451: ¿El desafío de esta segunda parte en cuanto a decorados ha sido mayor?
J.T.: «En la primera película tuvimos que crear el código visual, pero esta secuela presenta una envergadura mucho mayor en términos de producción. Por ejemplo, estamos rodando con frecuencia en yates y veleros, y hay que tener en cuenta que rodar en el mar no es nada fácil. Intentas controlarlo todo, pero siempre hay algo que se te escapa. Y ya no solo estamos decorando un espacio, sino que cerramos pueblos enteros. Llevamos una semana rodando en Sa Tuna, y aunque montamos y desmontamos los decorados a diario, hay momentos, tanto durante el día como de noche, en los que cerramos el pueblo. La historia de esta segunda película exigía hacerlo todo más a lo grande. Necesitábamos más noche, más exteriores y más paisajes que en la primera parte, que era mucho más urbana».
A451: También habrá sido más divertido…
J.T.: «Te diviertes más y, sobre todo, te lleva a plantear las cosas de una manera diferente. En esta secuela, lo que quiero es que todo luzca y resulte muy potente a nivel visual, más que fijarme en los pequeños detalles, como me tocó hacer en la primera película».
A451: ¿Cómo llevas lo de colaborar con Rosalía?
J.T.: «Trabajar con Marçal es muy fácil, puesto que nos conocemos desde hace ya años y nos entendemos muy bien, y algo parecido me pasa con Rosalía. Nos conocemos desde que empezó y es una artista de los pies a la cabeza. Sin duda, es una de las personas con más talento e inteligencia con las que he trabajado nunca. Rosalía siempre tiene muy claro lo que quiere, y si te ha llamado a ti para que colabores en uno de sus proyectos, es que confía en lo que haces. Marçal también tiene claro lo que quiere y es bastante exigente».
A41: ¿Y qué nos puedes contar de tu reciente trabajo en ‘As bestas’?
J.T.: «‘As bestas’ es una gran película y ha sido un desafío enorme trabajar en ella. El cine de Sorogoyen son todo lo contrario a ‘A través de mi ventana’. Todo tiene que ser hiperrealista y la verdad está por encima de cualquier otra cosa, incluso de la estética, que tiene que estar supeditada a ese fin y hacerse notar lo justo y necesario. En este caso, teníamos que buscar una casa muy particular con un huerto anexo, pero al final no la encontramos, por lo que hubo que recrearla desde cero. La película transcurre durante un año y Sorogoyen quería rodar en continuidad, por lo que teníamos cuatro meses para rodar un año en la ficción, con las cuatro estaciones incluidas. Fue algo muy complicado, pero es un placer trabajar con él. Me encanta probar diferentes maneras de trabajar».