Osel Hita Torres era solo una bebé cuando, en 1986, fue reconocido como la reencarnación de uno de los mayores maestros budistas del Tibet. Comenzaría entonces una historia que ahora, treinta y seis años después Lucas Figueroa ha convertido en una docuserie que HBO Max estrena este jueves 3 de noviembre en todo el mundo.
Dicho así, suena fácil, pero nada más lejos de la realidad. Figueroa, director, escritor y productor de origen argentino afincado en España, ha pasado la friolera de cinco años dando forma a estas cuatro horas escasas repletas de documentos y testimonios inéditos. El fundador de Mr. Monkey, productora especializada en el desarrollo de propiedades intelectuales, y de New Frecuency, dedicada al género documental, ambas responsables de ‘Osel’, se ganó la confianza de la familia Hita Torres y, lo más difícil, la confianza del propio Osel, para contar con todo el detalle la historia del niño lama español.
A través de entrevistas con familiares y amigos, y de decenas y decenas de grabaciones de vídeo y fotografías, ‘Osel’ sitúa a los espectadores en unos hechos que parece increíble sucedieran en la España de finales de los 80. Todo bajo el prisma de la objetividad, una de las principales obsesiones de Figueroa.
En entrevista con Audiovisual451, el artífice de ‘Osel’ comenta cómo enfocó el proyecto, desde la producción independiente y la libertad para contar los hechos, y con una tremenda fe teniendo en cuenta la inversión a pulmón en tiempo y dinero que ha realizado durante los últimos años.
Audiovisual451: Lucas, ¿cómo llega a ti la historia de Osel Hita Torres y por qué decides contarla?
Lucas Figueroa: «Hace unos años yo estaba en Ibiza, haciendo el trabajo de campo para una serie de Netflix, y conocí a muchas personas que viven en la isla, hablamos de la meditación, yo la practico, y me contaron la historia de Osel, desconocida hasta entonces para mí. Me presentaron a María Torres, la madre de Osel, me regaló el libro que había escrito ella misma y me pareció una locura de historia, muy bien escrita, lo más sorprendente es que no es una ficción, es algo que ocurrió de verdad. Seguro que intentas inventar una historia así y no queda tan bien… El caso es que me quedé atrapado, seguí investigando y decidí invertir a fondo perdido para averiguar si había una historia que contar.»
A451: Así que, todo el desarrollo ha sido a pulmón…
L.F.: «Toda la fase de desarrollo fue independiente. En Mr. Monkey apostamos por desarrollos profundos, no en presentar un simple Power Point. Este planteamiento me llevó, primero de todo, a conocer a todas las personas que aparecen en el libro, lo cual me hizo viajar a San Francisco, Ibiza, Bubión, Pomaia… estuvimos mucho tiempo recopilando testimonios y documentos, creo que la única forma de hacer posible una serie como ‘Osel’ es así, con un desarrollo independiente, me temo que es difícil encontrar una plataforma o cadena de televisión dispuesta a invertir tantos recursos en el desarrollo.»
A451: ¿De cuánto tiempo estamos hablando?
L.F.: «Desde que empezamos el desarrollo hasta que estrenamos la serie han pasado cinco años. Siempre hemos trabajado con equipos pequeños, de no más de diez personas. Las entrevistas que grabamos en plató se hicieron en Madrid, pero hasta llegar ahí hay muchísimo trabajo previo con los implicados.
La historia de María, de la madre, me interesaba mucho en los inicios, así que pasé mucho tiempo con ella, a través de ella fui conociendo a todos los miembros de la familia. El último al que conocí fue al propio Osel, y la única forma fue que él se pusiera en contacto conmigo. Él había dejado de dar entrevistas, a temporadas estaba ilocalizable… después de dos años rodando, Osel me contactó y me dijo que había decidido participar.»
A451: ¿Y por qué crees que se abrió contigo?
L.F.: «Utilizó una analogía graciosa. Primero, me dijo que había habido muchísimas personas queriendo contar su historia a lo largo de los años. Y luego, me dijo: «Eres como ese personaje de ‘El club de la lucha’ que se queda fuera de casa incluso cuando empieza a llover.» Me dijo que era el que más había aguantado esperando y que había decidido contármelo todo. De hecho, en la segunda temporada se desvelarán más cosas de su vida.»
A451: A juzgar por esta primera temporada, creo que has tenido que trabajar una cantidad ingente de archivo, ¿no? Da la impresión de que toda la vida de Osel está grabada en vídeo.
L.F.: «Francois Camus, persona fundamental en la historia, era un visionario y cada vez que había un evento contrataba cámaras y grababa todo, aparte de que hay grabaciones caseras y un inmenso archivo fotográfico familiar. La cosa es que no se sabía dónde estaba almacenado este material que Francois mandaba grabar, hasta que un día, en la fase de desarrollo, en un ático de La Alpujarra, Francois encontró las cajas con las cintas Betamax. Yo encargué la restauración de este material a una empresa especialista, fue todo un proceso porque las cajas estaban mojadas.»
A451: Pero, ¿eso no es carísimo?
L.F.: «Lo es. La libertad de hacer el desarrollo independiente supone asumir unos riesgos y obtener una satisfacción. Es el precio de la independencia (risas).»
A451: Y teniendo en cuenta todos estos años de dinero y tiempo invertido desde Mr. Monkey, ¿la docuserie es un negocio rentable?
L.F.: «Mi visión del negocio audiovisual pasa por tener una propiedad intelectual cuya rentabilidad trasciende en el tiempo. Una IP es un activo a perpetuidad, no se puede esperar una rentabilidad inmediata. Esta es la visión que tenemos en Mr. Monkey, nuestro catálogo de propiedades intelectuales es nuestro valor. Una serie como ‘Osel’ no es un negocio momentáneo ni instantáneo, eso debes tenerlo claro desde el principio para dedicarle tanto tiempo.»
A451: Entonces, ¿’Osel’ nunca podría haber sido un original?
L.F.: «Sí, por qué no, depende de muchas cosas, por ejemplo, depende de que el ejecutivo de turno tenga opción de valorar ‘Osel’ tal y como yo la planteé. De todas formas, por política de empresa, en Mr. Monkey solo cedemos la propiedad intelectual del diez por ciento de las producciones que hacemos.
El debate de la propiedad intelectual es a nivel mundial y es hermoso, no sé dónde estaremos en cinco años, no soy fundamentalista en nada, hay que adaptarse a los cambios y ser consciente de cuando algo deja de tener sentido. Hoy por hoy pienso que el valor está en la propiedad intelectual.»
A451: ¿Por qué cuatro capítulos y esa declaración total de intenciones de regresar con una segunda temporada?
L.F.: «En un principio el formato era de más capítulos, pero nos hemos fijado en los hábitos de consumo y me temo que cuatro capítulos, con la duración de unos 40 minutos cada uno, es lo ideal ahora mismo. ¡Quién sabe si dentro de un año no nos veremos obligados a hacer 20 capítulos de 9 minutos cada uno!
Estamos en la preproducción de los nuevos capítulos, seguimos contando con la inversión de capital de riesgo. La historia de Osel Hita Torres, su viaje de verdad, acaba de comenzar. Hasta ahora hemos contado la historia de la forma más objetiva posible, hemos tratado de dar un contexto, así que en la segunda temporada contaremos qué va a pasar sabiendo de dónde viene Osel.»
A451: Entonces, ahora estáis más sujetos a los acontecimientos del día a día…
L.F.: «Sí, el pasado ya está contado, aunque aún hay hechos puntuales que están por contar y que incorporaremos, me gusta el desafío narrativo, seguramente es lo que más disfruto.»
A451: ¿Ha habido condiciones por parte de los budistas para la serie?
L.F.: «‘Osel’ es la historia de una familia y hemos contado con total libertad, no ha habido condiciones, tan solo hemos tenido el beneplácito de la familia, era importante hacer un camino conjunto con la familia, cada uno aporta su visión de los hechos y eso hace el relato más rico, pero siempre desde la total libertad. Si no, no sé si lo hubiera hecho.»
A451: ¿Qué historia habéis querido contar en esta primera temporada?
L.F.: «El objetivo principal es eliminar cualquier intencionalidad por mi parte para ser objetivo y que sea el espectador quien tome partido o no de los personajes. Sin prejuicios ni juicios, simplemente una historia con mucho contexto que permita al espectador llegar a sus propias conclusiones. Y hacerlo con una estructura narrativa que sea entretenida, teniendo en cuenta que hay muchísima información que dar y que procesar.»
A451: ¿En qué más estáis trabajando en Mr. Monkey?
L.F.: «Estamos muy centrados en ampliar nuestro catálogo de IPs. Acabamos de estrenar en cines la película ‘Despertares’, dirigida por mi, antes de que acabe el año estrenaremos otra y empezaremos dos series de ficción. ¡Estamos como monos sin cabeza!»
A451: ¿Crees que es un buen momento para la producción?
L.F.: «Debe ser que soy optimista nato, pero siento que siempre es un momentazo increíble para trabajar. Haya crisis o no, siempre estamos contentos con los que hemos hecho y con lo que está por venir. Tenemos la mirada puesta en Latinoamérica, como argentino que soy, es un mercado natural para la expansión de Mr. Monkey, así que estamos presentando proyectos para este territorio que espero se hagan pronto realidad.»
