Estibaliz Urresola ha recibido esta semana el Primer Premio Ciudad de Alcalá en ALCINE51 por el cortometraje ‘Cuerdas’, una obra de 29 minutos escrita y dirigida por ella que acumula ya más de diez premios nacionales e internacionales.
La guionista y directora vasca, que prepara en paralelo su primer largometraje, ‘20.000 especies de abejas’, se encamina con paso firme a la temporada de premios. ‘Cuerdas’ está en la lista larga de los Goya 2023 y el próximo 17 de diciembre sabrá si se lleva el Forqué a Mejor Cortometraje en la 28ª edición de los premios que otorga EGEDA.
Rodado en noviembre de 2021 en las localidades de Muskiz (Bizkaia) y Llodio (Álava), ‘Cuerdas’ presenta a una coral de mujeres que debe afrontar la decisión de aceptar la ayuda de una empresa contaminante de la región para garantizar su continuidad como formación. La historia, inspirada en una realidad que se da en todo el mundo, está protagonizada por Begoña Suárez, una mujer que, a sus 91 años, es la presidenta de la asociación Meatzaldea Bizirik – Encartaciones Vivas, dedicada a defender el medioambiente y la salud en los pueblos.
Desde que ‘Cuerdas’ se estrenara en la 61ª Semana de la Crítica del Festival de Cannes, donde ganó Le Rails d’or, ha recibido ya una decena de premios: Mejor Ficción en la 30ª edición del Festival Internacional de Cinema Curtas de Vila do Conde (Portugal); Primer Premio en la sección de cortometrajes (ex aequo con Loop de Pablo Polledri) en la 24ª edición del Festival de Cine Independiente, Abycine; Premio del Público en la sección Medioambiente del XXI Avilés Acción Film Festival; Premio SIGNIS al Mejor Cortometraje internacional de ficción en Guanajuato International Film Festival (México); Gran Premio del Jurado en la 44ª edición de CINEMED, Festival de Cine Mediterráneo de Montpellier (Francia); Premio al Mejor cortometraje en el festival El Meteorito de Molina de Segura; Mejor cortometraje, Mejor actriz para todo el elenco y Jurado Joven en el festival Octubre Corto de Arnedo. Además, ‘Cuerdas’ ha participado en los festivales HollyShorts Film Festival (Estados Unidos), Concorto Film Festival (Italia), Sarajevo Film Festival (Bosnia Herzegovina), Dokufest (Kosovo), y en San Sebastián el pasado mes de septiembre. Además, forma parte del catálogo KIMUAK de 2022, selección anual de cortometrajes realizados en Euskadi con objeto de promocionarlos y distribuirlos en los principales festivales de cine y eventos audiovisuales para ponerlos al alcance del público internacional.
El cortometraje es una producción de Sirimiri Films (la compañía de Urresola), Gariza Films y Katz Estudio, con Marvin&Wayne a cargo de la distribución. El filme cuenta con la ayuda de ICAA, Gobierno Vasco y Diputación Foral de Álava.
Urresola charla con Audiovisual451 desde Winterthur, Suiza, donde ‘Cuerdas’ ha sido seleccionado en un festival internacional de cortometrajes. ZINEBI de Bilbao y l’Alternativa de Barcelona serán las próximas paradas de la obra.
Audiovisual451: Estibaliz, el origen de ‘Cuerdas’ está en unas jornadas de ecofeminismo a las que acudiste, ¿no es así?
Estibaliz Urresola: «Así es, acudí a una jornada de ecofeminismo y, de entre todas las ponentes, me fijé especialmente en el relato de una ginecóloga retirada que trabajaba en la zona donde se ubica ‘Cuerdas’. Esta doctora habló de las muchísimas implicaciones y consecuencias en la salud que vivían los habitantes de este pueblo cercano a una planta de coque, la parte más contaminante de una refinería gigante de petróleo.
Lo que más me impresionó es cómo estas grandes empresas utilizan los micropatrocinios para desmovilizar cualquier acción que quiera emprender el pueblo. Lo que hacen es apoyar a muchos colectivos culturales y deportivos del pueblo, me pareció un detalle muy concreto a partir del cual yo podía abordar la historia que tiene tantas capas.
Gracias a esta doctora, fui conociendo a más personas de la zona, entrevistándome con ellas fui aprendiendo más de esta realidad tan compleja, y llegué a la conclusión de que ‘Cuerdas’ sería un cortometraje de ficción, de esta manera, podría construir personajes que reflejaran todas la complejidad del tema. Elegir el escenario de la coral también me ayudó a reflejar el debate que hay en torno al tema.»
A451: ¿Quizá si lo hubieras concebido como un documental hubiera sido más difícil hacerlo realidad?
E.U.: «El hecho de que no se sepa el nombre de la empresa real es algo deliberado, las personas de la zona reconocen totalmente la historia del cortometraje. No es que me falte valentía, es que he sabido que hay miles de grupos de mujeres en todo el mundo que mantienen esta misma lucha y mi objetivo ha sido hacer una historia más universal, con capacidad para resonar más allá del propio pueblo.»
A451: ¿Se trata entonces de movimientos que lideran las mujeres por encima de los hombres?
E.U.: «La jornada que me inspiró era de ecofeminismo, pero en general, las mujeres están más implicadas en este tipo de luchas que los hombres. En todas mis cortometrajes incluyo personajes de mujeres, porque pienso que, en concreto, la mujer mayor no ha sido representada con suficiente dignidad en el cine, siempre es la abuela,está senil, o es la ciudadora de alguien de la familia… En ‘Cuerdas’ estas mujeres mayores tienen un papel de fuerza, de activismo, de movimiento, de dignidad.»
A451: Begoña Suárez, la protagonista, no es actriz. ¿Cómo diste con ella?
E.U.: «En realidad, Begoña Suárez fue la última pieza. Antes creé el coro, a partir de juntar a las mujeres de un grupo de teatro amateur y a otras mujeres de un coro de un pueblo colindante. En el proceso de conocer a todas estas personas, entrevisté a Begoña y enseguida conectamos de manera muy limpia, me contó muchísimas cosas, incluso a nivel personal, empezamos a comer juntas una vez a la semana y un buen día le planteé la idea de que fuera la protagonista. En un principio, lo rechazó de pleno, no quería ser protagonista de nada, algo que seguramente hubieran dicho muchas mujeres porque lo llevan como herencia. Así que le conté con detalle lo que tendría que hacer, en realidad, el personaje de Rita tiene poco diálogo, es más bien un receptáculo, le leí el guion, se lo dejé impreso en A3 para que ella pudiera leerlo y pasados unos días me dijo que se animaba, que aceptaba el papel de Rita.»
A451: ¿Y cómo has trabajado con ella?
E.U.: «Empezamos los ensayos, llevé a Begoña a conocer poco a poco al resto de personas del equipo, era importante hacerle saber que no iba a ser yo sola con una cámara la que hiciera todo el rodaje, era mejor que no lo viera de golpe. A diferencia de otros cortometrajes míos, la preproducción se centró mucho en generar vínculos con Begoña, también en que, por ejemplo, las mujeres que iban a representar el coro aprendieran a cantar, algunas no sabían, en definitiva, tuvimos mucho tiempo de ensayos.»
A451: ¿Cuál dirías que ha sido el principal reto de ‘Cuerdas’?
E.U.: «Probablemente el mayor reto fue cumplir con los tiempos propios de un rodaje con personas que no están tan habituadas a estar delante de la cámara. Recuerdo que el primer día fue díficil, optamos por empezar con secuencias que a priori considerábamos más sencillas para Begoña, como, por ejemplo, escuchar un audio de WhatsApp y responder, y cuando empezamos la escena nos dimos cuenta de que ella en la vida real no está acostumbrada a hacer esas cosas. A partir del segundo día de rodaje, Begoña estaba mucho más relajada y todo empezó a fluir, sobre todo a partir de la tercera jornada, cuando se incorporaron el resto de las mujeres.
El tiempo con las mujeres, todo ese proceso con ellas, previo al rodaje y durante, es lo que me llevo.»
A451: ¿Cuál es la situación de este pueblo a día de hoy?
E.U.: «Hay varios colectivos que siguen defendiendo su postura y luchando para que se establezcan controles y se pueda mejorar su calidad de vida. La verdad es que es una lucha de David contra Goliat y, precisamente por eso, me siento muy orgullosa y feliz de la repercusión del cortometraje, al final, es poner en valor su reivindicación. Estar en festivales y recibir reconocimientos es especialmente emocionante porque va más allá de nuestro trabajo audiovisual, es algo que le da sentido al cine como herramienta de transformación social.»
A451: ¿Crees que desde el cine se pueden cambiar cosas en la sociedad?
E.U.: «Sí creo que el cine es una herramienta transformadora en esa parte que te decía del proceso, quiero decir, en el caso de ‘Cuerdas’ al principio las mujeres no estaban por la labor de participar en la producción y finalmente se animaron, creo que es un paso muy importante para ellas. En el preestreno que hicimos para el equipo técnico y artístico, comprobé cómo estas mujeres estaban emocionadas hasta el tuétano de verse haciendo algo de lo que no se creían capaces. Me dieron las gracias por haberles dado la oportunidad y por haber insistido, porque para ellas ha sido algo transformador. El cine es un producto, pero tiene detrás un proceso que le da sentido.»
A451: Tú, las actrices, el equipo de producción estáis viajando allá donde el corto es seleccionado. ¿Cuál es la reacción del público?
E.U.: «El premio Le Rails d’or que recibimos en Cannes podría verse como un equivalente al premio del público, es un premio que otorga la asociación ferroviaria Ceux du Rail de Francia, vinieron muchas personas a decirnos que se habían emocionado, lo cual fue muy importante para nosotros porque era la primera proyección pública y además, fuera de España. Hace poco también vinieron muchas personas de Palestina para decirnos que en sus pueblos se vive exactamente la misma realidad.»
A451: ¿Cómo va tu primer largometraje ‘20.000 especies de abejas’?
E.U.: «Estoy viviendo unos meses muy intensos con el lanzamiento de ‘Cuerdas’ y la postproducción de ‘20.000 especies de abejas’, acaban de comunicarnos que el largo ha sido seleccionado en Tallinn Black Nights Film Festival, en la sección Work in Progress. Tenemos muchísimas ganas de dar los siguientes pasos y de compartirlo con el público.»
