‘Romancero’, una historia de terror sobrenatural escrita por Fernando Navarro (‘Venus’, ‘Verónica’) y dirigida por Tomás Peña, miembro del colectivo audiovisual Manson. La producción de 100 Balas (The Mediapro Studio) ha grabado en Almería y Madrid durante casi 12 semanas.
La serie estará compuesta por seis episodios de media hora de duración cuya acción transcurre en una única noche. Por parte de The Mediapro Studio, Laura Fdz. Espeso es la productora de ‘Romancero’ y Javier Méndez, Alejandro Florez y Maya Maidagan los productores ejecutivos, junto a Fernando Navarro.
Las localizaciones
El Ejido, Níjar y Tabernas, municipios de Almería, han acogido parte del rodaje por sus desiertos, cortijos, puentes, acequias, solitarias carreteras secundarias y edificaciones en ruinas, localizaciones idóneas para la historia de la serie. Parajes como la Sierra Alhamilla o la playa de Mónsul en el Cabo de Gata también han servido para escenas en exteriores.
En Madrid se utilizaron «escenarios colosales de aires apocalípticos» como la cantera Portland Valderribas, además de cuatro estudios con una superficie de más de 4.000 metros cuadrados, donde se han recreado distintos escenarios como el interior de una decadente comisaría o una acequia a tamaño real.
Los actores
‘Romancero’ ha reunido a un reparto ecléctico de jóvenes promesas y grandes nombres del cine y la televisión en España. La serie está protagonizada por Sasha Cócola (‘Techo y comida’, ‘Los hombres de Paco’) y Elena Matic, que debuta con esta ficción en nuestro país. Completan el reparto Ricardo Gómez, Guillermo Toledo y Belén Cuesta. A este elenco protagonista se suma la actriz argentina Julieta Cardinali (‘El Reino’, ‘Maradona: Sueño bendito’) y cuenta con la participación especial de Alba Flores.
Sinopsis
Cornelia (Matic) es una niña a la que han robado la infancia. Jordán (Cócola) no es un niño, ni tampoco un hombre. Son dos jóvenes desamparados que escapan de las fuerzas de la ley, de poderosas criaturas sobrenaturales y de sí mismos. ‘Romancero’ es la historia de esta huida, de los perseguidos y los perseguidores, enmarcada en una Andalucía desértica y cruel, tan real como mítica, durante una noche de pesadilla plagada de demonios, brujas y bebedores de sangre.
De narrativa vibrante, Fernando Navarro y Tomás Peña han bebido de fuentes tan heterogéneas como el cómic, la literatura gótica, los relatos de brujas, fantasmas y criaturas, la poesía de Federico García Lorca o el esoterismo, todo ello en el envolvente escenario de un Sur desértico y cruel, donde los tópicos de la España rural y más cañí conviven con criaturas sobrenaturales, violencia, venganza, redención y amor.