Unos 3.800 profesionales de 64 países han peregrinado hasta Lille para la décima edición de Series Mania Forum. La cita para todos aquellos que se dedican a la producción de series de ficción ha vuelto a crecer en su segundo año postpandemia, con récord de acreditados, y eso a pesar de que las calles francesas no viven precisamente su momento más tranquilo.
El aumento de la edad de jubilación a los 66 años que ha aprobado por decreto el gobierno de Macron tiene en pie de guerra a buena parte de la población francesa y muchos vuelos y trenes se cancelaron día tras día la semana pasada, coincidiendo con la cita de Lille. Los paros y huelgas en servicios públicos han hecho que muchas conversaciones de Series Mania Forum 2023 empezaran con un “¿cómo te vuelves a casa?” o incluso con un “¿viste a los antidisturbios anoche en el centro y los contenedores ardiendo en tal calle?”. Muchas personas adelantaron su regreso y otras lo retrasaron, pero en ningún caso el foro se ha visto perjudicado. Incluso en la última jornada, la del jueves 23 de marzo, todavía se estaban celebrando varias reuniones y se llenaban las salas de los paneles de los Lille Dialogues.
Las ganas de acudir a este evento industrial han podido más que la incertidumbre del transporte. Eso sí, el mercado de las series no está, en general, tan hambriento como hace un año. Las luces rojas que se han ido encendiendo en los últimos meses, como el cese de la producción original por parte de HBO Max en casi toda Europa y los avisos de Netflix y Disney+ de que moderarán su inversión en originales y serán más selectivas, se han traducido desde hace meses en menos encargos de desarrollo. No hay que olvidar las tensiones generadas por la invasión rusa en Ucrania, la inflación mundial y el miedo a una crisis bancaria, aparte de que, tras varios años consecutivos de crecimiento, la lógica indica que el ritmo de producción y estrenos tiene que bajar.
La estrategia actual de las plataformas de streaming estaría encaminada, sobre todo, a retener suscriptores, de manera que irán hacia apuestas más seguras: franquicias que funcionan, universos expandidos, propiedades ya existentes y con una base de fans, historias de creadores que ya han triunfado con obras anteriores, productoras que ya ofrecen cierta garantía… ‘The Last of Us’, ‘La casa del dragón’, ‘The White Lotus’, ‘Citadel’, ‘Yellowstone’, ‘El señor de los anillos’ son buenos ejemplos con esos ingredientes.
Igualmente e idealmente, las plataformas buscarían producir menos originales, realizar más adquisiciones y abrir la mente a la coproducción, con el objetivo de estirar sus presupuestos para contenidos y de mantener el ritmo de novedades para no bajar posiciones en la conversación social, porque nadie quiere ser el primero en tirar la piedra. El concepto de rentabilidad está más presente que nunca en la era del streaming, bien claro lo dejó Casey Bloys, presidente y CEO de HBO y HBO Max: “Tenemos que encontrar la manera de hacer rentable el streaming.” Y es que las noticias relacionadas con la bolsa y la marcha de la economía están más y más relacionadas cada día con la industria del entretenimiento. Tal y como señaló James Farrell, responsable de Local Originals de Prime Video en Estados Unidos, durante su keynote en Lille, serán más conscientes del entorno económico actual y tratarán de ajustar al máximo el número de capítulos y de localizaciones en sus producciones.
Mientras tanto, las televisiones públicas y comerciales se refuerzan con sus propios servicios a la carta y con canales FAST, con el principal objetivo de llegar a la audiencia más joven, de explorar nuevos formatos y temáticas y de dar oportunidades al talento emergente corriendo un riesgo menor. También con alianzas entre operadores de varios países a la hora de producir y de firmar adquisiciones para hacer frente a Hollywood desde una perspectiva europea. En los últimos años, además de La Alianza de France Télévisions, Rai y ZDF, ha nacido Drama Initiative de la Unión Europea de Radiofusión para que circulen los proyectos que reciben las televisiones públicas de cada país y sean presentados al resto de miembros en busca de coproducción.
La situación en España
En el caso concreto de España, los productores señalan hacia una moderación por parte de Netflix y Movistar Plus+ a la hora de encargar desarrollos. Recuerdan también la salida de Lionsgate+ del mercado, mientras que miran con esperanza la nueva etapa de Mediaset España. El grupo de Telecinco podría abrir la puerta a compañías más allá de las que componen Mediterráneo a la hora de mirar proyectos de ficción. También está por ver cómo será la relación con Italia, ahora que Mediaset España se ha fusionado con su matriz alpina y dejará de existir como una sociedad autónoma.
Durante el mes de abril, el servicio de televisión de pago de Telefónica y Prime Video, que acaba de estrenar la serie española ‘Sin huellas’ con una gran campaña publicitaria, darán a conocer más detalles de sus próximos títulos originales. Mientras tanto, el sector de la producción también espera los próximos movimientos de SkyShowtime, plataforma disponible en el mercado desde el pasado 28 de febrero, después de haber confirmado que producirán a nivel local.
En cualquier caso, Series Mania Forum gira en torno a la coproducción y ha quedado claro, un año más, que las compañías productoras e incluso las distribuidoras están a favor. La pregunta es: ¿Lo están las cadenas de televisión y las plataformas de streaming? Si se analizan los acuerdos de codesarrollo y coproducción que se generan en citas como la de Lille, apenas participan ni las televisiones ni los streamers, las noticias se limitan a acuerdos de colaboración entre productoras que están a la caza de una ventana. Como respuesta indirecta a la pregunta, resulta significativa la ausencia de ejecutivos de Atresmedia y Mediaset España en Series Mania Forum. Solo Televisión Española estuvo representada en Lille.
Así que, a los productores de series de ficción de imagen real les sucede lo mismo que los de animación llevan décadas sufriendo: salen al mercado internacional en busca de financiación para un proyecto sin contar con un socio en España, lo cual genera sospechas y dificulta la entrada de compañías internacionales. O bien, los productores españoles cuentan con un socio nacional que acapara muchos más derechos de los que su presupuesto puede cubrir actualmente y pone las cosas complicadas para financiar el proyecto entre varios.
Lo que sí está claro es que España sigue llamando la atención a nivel internacional. La industria española ha conseguido brillar con luz propia a escala global y ahora «solo» queda vencer inercias para crecer.
