Imagina una hora bruja infinita y la posibilidad de repetir la toma tantas veces como sea necesario, sin la presión de perder la luz deseada. Imagina disponer de esa actriz tan ocupada que sólo tiene tres días para participar en tu serie. Imagina que se repite Filomena pero tú estás a cubierto, sin parar el plan de rodaje. Quizá no sea para rodar una película entera ni mucho menos una serie con todos sus capítulos, pero la producción virtual puede ser una revolución en muchos sentidos.
A pesar de que ahora el discurso tecnológico está centrado en las ventajas y los peligros de la inteligencia artificial, el audiovisual lleva tiempo mirando hacia la producción virtual como complemento a los métodos tradicionales. Aunque en el caso de series como ‘El Mandaloriano’, de Disney, ambientada en el mundo imaginario de ‘Star Wars’, o ‘1899’, ficción de época de Netflix que sucede en un barco, esta técnica ha sido el eje central de la producción.
“Lo que realmente ha explotado en los últimos años es la producción de efectos visuales en cámara, esta parte en concreto de la producción virtual en la que se rueda con una pantalla LED de fondo y en la que el renderizado se hace en tiempo real”, comenta Adrián Pueyo, responsable de VFX y de producción virtual de Orca Studios. Películas como ‘Las niñas de cristal’ o ‘A través de mi ventana’, de Netflix, ya han pasado por estas instalaciones para rodar algunas secuencias utilizando esta tecnología. “Llevamos décadas rodando anuncios de coches con fondos proyectados en una pantalla, pero ahora, cuando aplicamos motores de videojuegos a la publicidad, el cine o las series, podemos obtener una imagen creíble a tiempo real, además moviendo la cámara y viendo cómo queda en pantalla con cierta precisión y una latencia baja. Todo este proceso sucede en cuestión de 0,03 segundos”, añade Pueyo.
Antes de empezar…
Por sencillo que parezca cuando lo dices, “proyectas una playa en una pantalla gigante en una nave, colocas delante a los actores y a rodar”, la producción virtual entraña una serie de cambios en la forma de abordar cualquier proyecto, sea un spot publicitario, un programa de televisión o la secuencia de una obra de ficción. Y esos cambios han de tenerse en cuenta si se quiere evitar frustraciones y decepciones, coinciden los que más saben de la materia.
Lo primero de todo es asumir que perfiles profesionales que, hasta la fecha, han trabajado de manera separada, ahora van a tener que dialogar y entenderse. “La postproducción comienza en la preproducción”, repiten como un mantra aquellos que ya se han aventurado en esto de la producción virtual. “En estos rodajes, el equipo de postproducción debe estar implicado desde el principio en el proyecto y mantener un diálogo constante y fluido con arte, vestuario, maquillaje, y, por supuesto, dirección, producción, dirección de fotografía, incluso guión”, comenta César Urbina, de Iralta. Su compañía investigó y creó en tiempo récord a Mapi, la niña virtual del programa homónimo de La 1. El formato, de origen japonés, se adaptó en España con el reto de emitirse a diario y sin postproducción gracias al sistema que desarrolló Iralta. “Conseguimos rebajar significativamente el presupuesto del programa y además, podíamos grabar hasta tres entregas de ‘Mapi’ al día. Desde entonces, nos visitan sobre todo productores de anuncios publicitarios y de programas de entretenimiento, interesados en incorporar las posibilidades de la producción virtual en sus siguientes proyectos”, añade Urbina.
Para Emilio A. Pina, productor de Plano a Plano, la primera experiencia con la producción virtual fue satisfactoria. “Montamos un plató ad hoc para grabar algunas partes de ‘Servir y proteger’ durante unos tres meses”, comenta en relación a la serie diaria que emitió La 1 entre 2017 y 2023. La ficción contaba con más exteriores de lo habitual para una serie de sus características y el equipo decidió apostar por la pantalla LED para recrear terrazas, calles e incluso los canales de Ámsterdam. “Llegamos a cambiar hasta tres veces de localización en el mismo día”, indica Pina, que reconoce que hubo un período de prueba-error. “Para mí, la producción virtual es un complemento y no creo que vaya a sustituir al rodaje físico. Sin duda, soluciona problemas cuando tienes una localización inaccesible o inexistente. Estoy seguro de que estamos en los albores de la producción virtual, en los próximos años, seguirá desarrollándose”, comenta el productor que ha trabajado en títulos como ‘El tiempo entre costuras’ o ‘Toy Boy’.
Ahora bien, para una producción virtual es necesario incorporar a especialistas en Unreal Engine, el motor que utilizan los videojuegos y que permite el renderizado en tiempo real. Y no se trata, precisamente, de una profesión muy común en España. Un perfil más que añadir a la escasez de empleados del sector audiovisual. “En Iralta tenemos un equipo de unas catorce personas. En los rodajes de producción virtual no puede faltar un profesional especializado en animación 3D y Unreal Engine y otro que proceda de la dirección de fotografía”, comenta Urbina. Iralta trabaja de cerca con centros formativos como el CIFP José Luis Garci, de Alcobendas (Madrid), UT-HUB o butic The New School para formar a una nueva generación de profesionales y darles la oportunidad de realizar prácticas en empresa. En los últimos meses, otros centros formativos como The Core School o FX Animation Barcelona 3D & Film School también han lanzado nuevos cursos de Unreal Engine. “Creo que se van a necesitar muchos expertos en este motor, porque es aplicable a otros muchos sectores, más allá del audiovisual”, dice Urbina, quien advierte de que cualquier persona que trabaje en la realidad o en la producción virtual debe asumir que tendrá “una formación contínua. Todos los días hay novedades, nuevos softwares, o mismamente actualizaciones de los equipos que, en muchos casos, incorporan muchas novedades, y te sientes casi como volviendo a empezar.” En este punto, la misma página web de Unreal Engine puede ser un gran aliado, con decenas de tutoriales, “también hay varios foros en los que profesionales de todo el mundo comparten su experiencia y sus hallazgos”, añade el socio de Iralta.
Y además de una gran planificación y un personal cualificado, ¿qué más hace falta para poner en marcha una producción virtual? Obviamente, un plató adaptado con una pantalla LED, varios equipos potentes interconectados entre sí y todo lo demás clásico de un rodaje, como la iluminación y el atrezzo. “Si quieres un plató para producir cine, desde Tangram Solutions proponemos una pantalla LED curva de mínimo 20 metros, con una altura mínima de 5 metros, más un tótem lateral para añadir los reflejos, y techo de alta luminosidad con un pixel pitch [distancia entre píxeles] distinto”, comenta Víctor Ceruelo, máximo responsable de la distribuidora de software y hardware Tangram Solutions. En estas semanas, la compañía trabaja en paralelo en unos siete proyectos de plató virtual para diferentes puntos de la geografía española. “Un plató con una pantalla como la que he descrito más toda la tecnología necesaria para poder realizar VFX en tiempo real requiere una inversión mínima de 1,5 millones de euros, aproximadamente. A partir de ahí, se puede encarecer tanto como quieras, por ejemplo, estamos en un proyecto muy ambicioso en el que solo la pantalla tiene un coste de 8 millones de euros”, asegura Ceruelo, dado que se pueden incorporar sistemas para insertar dobles digitales o para simular lluvia, “piensa que el principal objetivo de la producción virtual es ahorrar costes y tiempo, y eso pasa por retocar lo mínimo en postproducción.” Igualmente, señala la necesidad de mantener actualizadas las instalaciones y los equipos.
Siendo un experto en tecnología, el jefe de Tangram Solutions incide en la necesidad imperiosa de contar con artistas que conozcan bien un rodaje tradicional, “quienes vayan a diseñar la escenografía deben conocer la iluminación, el movimiento de las cámaras… Sólo así aportarán realismo. Y sólo así, la producción virtual funcionará.” Porque no hay nada peor que un mal acabado de imagen saque al espectador de la historia y le haga fijarse en estos detalles que deberían pasar desapercibidos para el ojo no experto.
Proliferación de iniciativas en España
Sevilla, A Coruña, Madrid, Las Palmas de Gran Canaria, Murcia, Marratxí (Mallorca)… es difícil enumerar todas las iniciativas de plató virtual que están en marcha en España. Solo en Cataluña se cuentan varias, como la que presentó el pasado mes de enero Gestmusic (Banijay Iberia). La productora de programas como ‘Operación Triunfo’ o ‘Tu cara me suena’ daba a conocer su espacio de 400 metros cuadrados en Sant Just Desvern (Barcelona), equipado con una pantalla LED de 100 metros cuadrados y 30 metros cuadrados de altura. El plató incluye un equipo creativo al servicio de cualquier cliente que quiera utilizar las instalaciones para un rodaje virtual. Poco después, Grup Mediapro anunciaba una inversión de 3,5 millones de euros para instalar en el Distrito 22@ de Barcelona un estudio de producción virtual de 500 metros cuadrados, con una pantalla LED de 235 en paredes y techo. El plató estará listo a finales de 2023 y la compañía prevé abrir sendos estudios virtuales en Nueva York, Miami y Madrid este año y en 2024.
“La revolución de la producción virtual llega a la industria audiovisual desde fuera, es decir, desde el sector de los fabricantes de pantallas LED y desde el videojuego, sectores más dinámicos y jóvenes que el audiovisual”, comenta Miquel Rullant, presidente del CLAC (Clúster Audiovisual de Cataluña). “Tenemos que asumir que la producción virtual irá a más de forma progresiva y todos estamos abocados a aprender. La curva de aprendizaje será intensa, pero merecerá mucho la pena. Lo que está claro es que cuanto antes entremos en la producción virtual, antes nos podremos aprovechar de sus ventajas”, añade.
El también director general de Lavinia anuncia que esta compañía se ha subido al carro con su propio plató para producción virtual, “de momento pequeño, pensado para anuncios publicitarios, eventos y algunos programas de entretenimiento, lo vamos a abrir a algunas escuelas para formar nuevos talentos, es decir, nuestro enfoque no es solo industrial, consideramos que es fundamental que los centros formativos estén a la última en este terreno.” Además, Rullant recuerda que está prevista la ampliación del Parc Audiovisual de Catalunya, en Terrassa, un proyecto que podría albergar un espacio de producción virtual.
Precisamente, dentro del sector público, los nuevos Gran Canaria Platós contarán con un plató virtual. El Cabildo de Gran Canaria, que ha construido los estudios y los está gestionando, ha publicado recientemente una licitación de casi 6 millones de euros para instalar “un estudio virtual de realidad extendida destinado a producciones cinematográficas”. El objetivo es seguir complementando la oferta de localizaciones naturales con un espacio cubierto y la última tecnología. El gobierno de la isla recibió 3,7 millones de euros otorgado por Red.es a primeros de 2023, dentro de una convocatoria dotada de casi 25 millones de euros con el objetivo de potenciar el uso de infraestructuras locales destinadas al ámbito audiovisual. También resultaron beneficiarios los ayuntamientos de Murcia y A Coruña para que puedan poner en marcha sendos hubs audiovisuales que incluyen un plató virtual.
A día de hoy, uno de los espacios más avanzados en producción virtual en España está en Dos Hermanas (Sevilla). La productora 16 Escalones, dirigida por Manu Sánchez, abrió su plató fijo multicámara de realidad extendida en noviembre de 2022 y cuenta con certificación oficial para plataformas de contenido audiovisual, como Netflix, Prime Video o HBO. También cabe mencionar MR Factory, en Tres Cantos (Madrid). Entre sus trabajos se encuentra el que realizó con Dø Postproduction para la segunda temporada de ‘Sky Rojo’ (Netflix). En esta ocasión, al tener que grabar múltiples escenas dentro de un coche, optaron por utilizar de fondo un chroma verde tradicional en lugar de la pantalla LED, por los reflejos que provocaba en el vehículo. Para Óscar Olarte, vicepresidente de MR Factory, lo más interesante de la producción virtual es que “te permite crear mundos, universos, no ya contenidos, y se pueden mezclar elementos reales con elementos virtuales. Además, todo ello en tiempo real.” En resumen, el sueño de cualquier guionista: dar rienda suelta a su creatividad y no tener límites a la hora de escribir. Olarte ofrecerá un taller sobre esta tecnología en la próxima edición de Iberseries & Platino Industria.
Si son demasiadas o no las iniciativas que hay en marcha en España para albergar platós de producción virtual solo el tiempo lo dirá. Lo que sí está claro es que, si España quiere ser una potencia internacional en la industria de los rodajes, debe tener las instalaciones que demanda el sector. Y eso pasa por la pantalla LED. Mismamente, varias compañías francesas se han aliado con Sony para abrir un estudio de producción virtual al norte de París, mientras que en Pinewood Studios de Reino Unido el mismo fabricante japonés ha instalado un espacio para que directores de fotografía de todo el mundo se familiaricen con esta nueva tecnología.
Las ventajas
Al igual que todavía no hay estándares internacionales para la producción virtual, tampoco hay un cálculo exacto de qué rebaja puede suponer en los presupuestos. “Es cierto que es difícil decir un porcentaje, pero, recientemente, en una conversación con colegas canadienses comentaron que habían realizado un rodaje publicitario de unos 3 millones de dólares por menos de uno gracias a la producción virtual, lo cual es un ahorro muy significativo”, comenta Rullant. Por su parte, José Antonio Rodríguez, studio manager de Orca Studios, añade que “un buen rodaje en producción virtual permite simplificar mucho las cosas, por ejemplo, tener menos personal, agilizar los procesos, reducir los días… Por ejemplo, en una producción que abordamos recientemente cambiamos de localización doce veces en un solo día, algo totalmente impensable en un rodaje tradicional.”
Además de ahorrar costes y tiempo y de hacer volar la imaginación, la producción virtual también remaría a favor de la sostenibilidad, uno de los parámetros que está preocupando más y más a productores de todo el mundo. A priori, un rodaje con pantalla LED implica menos desplazamientos de personal y equipamiento, precisamente la parte de una producción que más huella de carbono genera. También podría ser una manera de evitar el uso de espacios naturales para rodajes y reduciría el número de jornadas. Disminuiría también el riesgo del rodaje, al no estar tan supeditado a las condiciones climáticas. Aunque, sucede como con el debate del coche eléctrico: habría que calcular la huella de carbono generada por la fabricación de la pantalla LED, su consumo energético, su durabilidad, también por la construcción del plató… En este punto, Ceruelo, de Tangram Solutions, destaca que su compañía solo trabaja con Alfalite, fabricante europeo que autoabastece sus instalaciones con placas fotovoltaicas, que opta por materiales reciclables, que abona el canon de la ecotasa RAEE de recogida de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y cuyas pantallas LED consumen una media 140W/m2, una de las más bajas del mercado.
En definitiva, cualquier productor que esté pensando en acudir a la producción virtual debería preguntarse “por qué quiere optar por ella. ¿Es más barato? ¿Le permite rodar en un escenario que es imposible de manera física? Si la respuesta es sí, entonces, adelante. Eso sí, ha de asumir que la producción virtual tiene unas limitaciones, porque si trata de superarlas y no es factible, se frustrará”, concluye Adrián Pueyo.