Prime Video ha comenzado hoy el rodaje de las películas originales españolas ‘Culpa tuya’ y ‘Culpa nuestra’, que darán continuidad a ‘Culpa mía’, estrenada a primeros del pasado mes de junio.
Así, la plataforma de Amazon, de la mano de Pokeepsie Films (Banijay Iberia), cumple con la trilogía de novelas ‘Culpables’, escrita por Mercedes Ron. Según datos del propio servicio, ‘Culpa mía’ se ha situado entre los 10 títulos más vistos en más de 190 países, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Australia, India, Argentina y Francia. El largometraje también ha acumulado un elevado número de visionados este verano, según datos de VOD Ratings facilitados en exclusiva a Audiovisual451.
Nicole Wallace (‘Skam España’, ‘Parot’) y Gabriel Guevara (‘Mañana es hoy’, ‘Hit’), Marta Hazas (‘Días mejores’, ‘Pequeñas coincidencias’), Iván Sánchez (‘Bosé’, ‘Hospital Central’), Victor Varona (‘Cielo Grande’, ‘Dani Who?’) y Eva Ruiz repiten con sus respectivos papeles.
Además, se unen al reparto para las secuelas Goya Toledo (‘Amores perros’, ‘Veneno’) como Anabel, Gabriela Andrada (‘Los protegidos ADN’, ‘Los herederos de la tierra’) como Sofía, Álex Béjar (‘Élite’, ‘Al fondo hay sitio’) como Briar, Javier Morgade (‘Desaparecidos’, ‘Delfines de plata’) como Michael, Felipe Londoño (‘Entrevías’, ‘Perfil falso’) como Luca, y Fran Morcillo (‘La casa de papel’, ‘Explota explota’) como Simón.
Igualmente, Domingo González seguirá ejerciendo de director y de coguionista junto a Sofía Cuenca. ‘Culpa tuya’ y ‘Culpa nuestra’ serán producidas por Álex de la Iglesia y Carolina Bang, máximos responsables de Pokeepsie Films.
Sinopsis
El amor entre Noah y Nick parece inquebrantable, a pesar de las maniobras de sus padres por separarles. Pero el trabajo de él y la entrada de ella en la universidad abren sus vidas a nuevas relaciones. La aparición de una exnovia que busca venganza y de la madre Nick con intenciones poco claras, removerán los cimientos no solo de su relación, sino de la propia familia Leister. Cuando tantas personas están dispuestas a destruir una relación, ¿puede realmente acabar bien?