La 68ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) acogió el estreno nacional, fuera de competición, de ‘Mamacruz’, una comedia luminosa en la que la venezolana Patricia Ortega (Espiga Arcoiris en Seminci 2018 por ‘Yo, Imposible’), rinde tributo a las madres y abuelas que deciden tomar las riendas de su vida, más allá de reglas sociales y patrones religiosos.
Protagonizado por Kiti Mánver, que ha recibido la Espiga de Honor del certamen, tras su paso por el Festival de Sundance y la Seminci, el filme llegará a los cines el viernes 27 de octubre, de la mano de Filmax, y La Claqueta PC prepara ya un nuevo proyecto con la realizadora y con el guionista José Ortuño (‘548 Días: Captada por una secta’).
En entrevista con Audiovisual451, el productor Olmo Figueredo González-Quevedo ha afirmado que la experiencia con ‘Mamacruz’ ha sido fantástica y ya están trabajando en una nueva película, dirigida por Patricia Ortega, llamada ‘Nueve Lunas’ que empezaría a rodarse en 2025. “No podemos decir todavía mucho más sobre la historia, pero estará integrado el mismo equipo de ‘Mamacruz’ y estamos deseando poder meterle mano; seguramente habrán más proyectos con esta directora porque estamos muy contentos con el trabajo que hemos hecho”.
Ha asegurado que la experiencia en Sundance fue espectacular “y es interesante ver cómo se materializa la realidad de que ciertas historias, pese a ser muy locales, pueden trascender y ser universales, darte cuenta de cómo una comedia escrita y dirigida desde Sevilla, sin embargo, puede hacer reír a tantísima gente en Estados Unidos”. ‘Mamacruz’, se ha proyectado prácticamente en todos los estados de ese país y en Alemania, estará próximamente en Colombia y tenemos muchas ganas de que sea ya la comunidad española la que pueda ver la película, de encontrar gente que pueda identificarse con esta Mamacruz nuestra y que entiendan que efectivamente la vida no se circunscribe exclusivamente a la juventud, sino que hay una edad para todos y que por supuesto el sexo forma parte de toda nuestra edad”.
Con respecto al público objetivo de la película, el productor ha señalado que si bien el personaje principal tiene 70 años, es para todas las edades. “Yo creo que es una historia para que nos demos cuenta que no tenemos que abandonarnos a nosotros mismos para permitirnos disfrutar del deseo, para que nos demos cuenta de que debemos dejar atrás los tabúes, que somos seres físicos y que el sexo forma parte de nuestra vida”, ha apuntado y agrega que “hemos querido hacerlo desde el punto de vista de la comedia, para nosotros es fundamental; la primera vez que la directora me presentó el proyecto, me lo planteó como una dramedia pero yo quería saber cómo era el final, si era un valle de lágrimas o era algo luminoso, y ella me dijo ‘es toda luz’, lo que nos convenció y creo que lo hemos conseguido.
Filmax lleva las ventas internacionales y la distribución nacional de la película, un coming of age de la tercera edad que homenajea a las madres y a las abuelas que deciden tomar las riendas de su propio destino, y próximamente podrá verse en la República Checa, además de que está cerrando otros acuerdos de distribución internacional. Se trata de una producción de Olmo Figueredo González-Quevedo para La Claqueta PC y Mamacruz AIE, y de Jose Alba para Pecado Films, con la producción ejecutiva de Sara Gómez y Odile Antonio-Baez.
El filme cuenta con la ayuda del Ministerio de Cultura ICAA, el apoyo de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y la participación de Canal Sur Radio y Televisión y junto a Kiti Mánver, completan el reparto Inés Benítez, Silvia Acosta, Mari Paz Sayago y Pepe Quero, entre otros.
Olmo Figueredo ha indicado que uno de los retos a los que se enfrentó con ‘Mamacruz’ es haber estado trabajando dos años a distancia, entre España y Venezuela. “La pandemia nos ha enseñado que aunque el contacto físico es muy importante, a través de la tecnología se pueden eliminar esas fronteras físicas. “Fue un reto al principio, pero hay elementos que incluso se han interiorizado y se han puesto en la película, finalmente la relación que tienen la protagonista y su hija es de distancia, y nosotros hemos trasladado nuestra vivencia al propio guion”, subraya.
Al respecto, el guionista José Ortuño ha explicado que él entró al proyecto cuando ya la historia estaba bastante avanzada, y su labor principal fue trasladarla a España. “Se necesitaba un guionista que conociera bien la idiosincrasia española y sobre todo sevillana, mi labor fue trasladar todo eso a una ciudad con las características de Sevilla”, ha anotado y expuso que siendo un hombre en una historia tan femenina, encontró la inspiración en su abuela, que fue la persona que prácticamente le crió, aunque en general los hombres siempre están rodeados de mujeres.
La directora venezolana Patricia Ortega ha relatado que la historia nació en Maracaibo, la ciudad donde nació, en un momento en el que estaba cuidando a su madre, enferma, y en el ejercicio de acomodar la habitación, encontró una foto de ella desnuda, hecha por un fotógrafo profesional, muy hermosa. “Me asombré, tuve una madre soltera, trabajadora, super guerrera, profesional, pero nunca le conocí un novio, no había referentes masculinos, con esa foto me di cuenta que mi mamá también es una mujer, tiene una historia, estaba posando de manera sensual, pero además, me llamó la atención que me asombrara poque soy una persona abierta, militante, transfeminista y me di cuenta de que vemos a nuestras madres, a nuestras abuelas como seres asexuados, lo que me motivó a escribir esta historia”, ha apuntado.
Sobre el tono de la película, resalta que fue difícil. “Era obvio que queríamos trabajarlo desde el humor, no desde el drama, desde un drama intenso oscuro la película se convertía en otra cosa, para nosotros era muy importante la vitalidad, la energía, la vida, pero sobre todo, yo quería que la edad desapareciera, que dejáramos de ver a una mujer de 70 años, que dejáramos de ver las canas y viéramos a una persona que trasciende su edad”, expone.
Kiti Mánver, la “eterna secundaria” del cine español, según se ha calificado a sí misma en la presentación de ‘Mamacruz’, ha recibido, de manos de la vicepresidenta de la Academia del Cine, Susi Sánchez, la Espiga de Honor de la 68ª edición de la Seminci por una carrera tras las cámaras de algunos de los mejores realizadores del país que la ha convertido en uno de los rostros más habituales en la escena audiovisual española. Mánver ha reclamado que se haga justicia con las actrices de su generación y se escriban más personajes femeninos maduros. “Hay mucho, mucho que contar”, ha hecho hincapié.
