El mercado audiovisual está atravesando una transformación sin precedentes, impulsada por la tecnología y los cambios en los hábitos y el comportamiento de la audiencia. Esta evolución no solo ha incrementado la complejidad del mercado, sino que ha redefinido completamente la manera en que consumimos contenido.
Nunca antes habíamos tenido tanto contenido disponible, formatos y dispositivos donde consumirlos. La distribución vía Internet y la digitalización de la TV, con un 69 % de las televisiones ya conectadas en España, abren un abanico de posibilidades en un mercado que pedía más oferta y que ahora presenta una variedad impresionante de opciones: SVOD (Subscription Video on Demand), BVOD (Broadcaster Video on Demand), AVOD (Advertising Video on Demand), FAST (Free Ad-supported Streaming TV), entre otros, sin olvidar la televisión lineal.
Para ilustrar este cambio, basta con observar el segundo semestre de 2023, cuando 7 de cada 10 personas consumieron contenido audiovisual en el hogar a través de más de dos dispositivos distintos. Como consumidores, nunca antes habíamos tenido a nuestra disposición una oferta tan grande. Sin embargo, este aumento en la oferta también conlleva una mayor fragmentación de la audiencia.
Entendimiento y oportunidades
Pasar de un mercado televisivo a un ecosistema audiovisual intrincado y complejo requiere un entendimiento más profundo que nunca. Este cambio exige contar con una visión global, integrada y contextualizada de los comportamientos de consumo. Por ejemplo, aunque los hábitos de consumo están cambiando y cada vez usamos más dispositivos, la TV sigue siendo el centro del entretenimiento en el hogar. Los contenidos no solo se ven en la televisión, sino que generan conversaciones en redes sociales y se crean comunidades de “hot topics” que alimentan el marketing y las campañas alrededor de ellos.
Estas ideas subrayan la necesidad de comprender profundamente el comportamiento de la audiencia y sus hábitos de consumo, y nos llevan a un futuro para la medición de audiencias orientado hacia un modelo holístico, acorde con un ecosistema audiovisual fragmentado y en constante crecimiento, en el que la integración en la medición de métricas de visionado de distintas plataformas nos ofrece una visión más completa del impacto de los contenidos y la publicidad.
La competencia por la atención del espectador es feroz y sólo una medición completa y precisa de la audiencia permitirá a las empresas del sector aprovechar al máximo estos cambios, para lo cual es vital proporcionar las herramientas necesarias para entender y adaptarse a este nuevo panorama.
Estamos siendo testigos de una transformación en tiempo real. La capacidad de adaptación y comprensión de esta nueva realidad será fundamental para cualquier actor en el ecosistema audiovisual. Nos encontramos en un momento de transformación, sí, pero también de grandes oportunidades para aquellos que sepan entender y responder a estas nuevas dinámicas.