Con el objetivo de acrecentar la coproducción y distribución de su industria audiovisual en el mundo, Italia modificará la Ley de Cine que fue aprobada en 2016 y ha incrementado la posibilidad de fondos para la producción nacional e internacional.
En el marco de la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastián, el país mediterráneo presentó, por segundo año consecutivo, su programa de incentivos fiscales y organizó una intensa agenda de citas gracias a Italian Trade Agency y sus colaboradores: Istituto di Cultura Italiano di Madrid, Direzione Generale Cinema e Audiovisivo, Cinecittà y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Italia.
Roberto Stabile, responsable de los Proyectos Especiales de la DGCA del MiC en Cinecittà, señaló que el Gobierno italiano ha acrecentado los apoyos para la internacionalización de la industria audiovisual de ese país, “y España es uno de los países con los que nos gustaría hacer crecer la relación”, y refirió que la Ley de Cine que fue aprobada en 2016 va a tener algunos cambios para apoyar todavía más la actividad de internacionalización.
“Italia es un país muy abierto a la colaboración global y nuestra industria tiene un carácter internacional muy fuerte que se basa en tres pilares principales: el primero es el apoyo a la circulación del producto terminado a través del Film Distribution Fund, que apoya a los distribuidores internacionales que compran las películas italianas y las exhiben en la sala”, indicó y precisó que con ese fondo hay una contribución económica de hasta 50.000 euros por un único título para los distribuidores que compren y exhiban películas italianas en las salas del extranjero. Aseguró que es un fondo que funciona muy bien y gracias a él, la circulación de las películas italianas en las salas exteriores ha crecido más del 120 %, por lo que hizo un llamamiento a todos los distribuidores a comprar películas italianas y aplicar con este apoyo.
En un segundo pilar, se encuentra la posibilidad de crear encuentros entre productores italianos y extranjeros, como es el caso de la actividad que se hizo en San Sebastián y que se realiza en otros foros para desarrollar proyectos de coproducción.
Sobre la coproducción, Roberto Stabile dejó claro que, muchas veces, por error, se crean vínculos entre productoras de diversos países con el único fin de buscar dinero. “La coproducción tiene que salir de la necesidad de dos creativos, de dos productores, de contar una historia que tiene raíces en dos distintos países, se juntan, ponen en conjunto el dinero y crean el producto, pero cuando se hace con el único objetivo de buscar dinero, eso se ve en la pantalla y habitualmente no funciona, por esto nos gusta llevar los productores a los mercados con ideas, proyectos y generar encuentros en los que surge la necesidad de crear una historia”, apuntó.
El tercer pilar en el que se basa la estrategia de internacionalización de la industria audiovisual italiana es promover el país como escenario de rodajes. “Eso funciona muy bien porque tenemos un tax credit muy importante que funciona muy bien y que llega a cubrir hasta el 40 % de todos los gastos que un productor extranjero hace cuando viene a rodar películas a nuestro país, pero además hay que enfatizar que el dinero del Estado se suma también al de los fondos regionales, pues en cada región hay una film commission que ofrece servicios de primera calidad”, anotó.
Maria Giuseppina Troccoli, comisaria extraordinaria de la Roma Lazio Film Commission, una de las más importantes de Italia porque ahí accede la mayor parte de la industria audiovisual y donde está ubicada Cinecittà, explicó que en los últimos años, esa región ha incrementado la posibilidad de fondos para la producción nacional e internacional y es la que tiene el apoyo más importante de 60 millones de euros en el trienio 2024 al 2026.
Añadió que para la coproducción internacional se han destinado 10 millones de euros al año, manejados a través de Lazzio Cinema Internacional para rodar en esta región y también para fomentar la coproducción. “Un total de 235 empresas de 34 países han tenido contribución regional para la producción audiovisual; la máxima contribución para cada película es de 600.000 euros y la inversión mínima tiene que ser de un millón y medio de euros”, puntualizó.
