‘La estrella azul’, un viaje incierto y tres años de diferencia desde la primera a la última claqueta

Simón de Santiago (Mod Producciones) y Amelia Hernández (El Pez Amarillo), productores de ‘La estrella azul’

‘La estrella azul’, ópera prima de Javier Macipe, ha tenido una carrera impresionante por certámenes cinematográficos y ahora compite en ocho categorías de los 39º Premios Goya, incluyendo la de mejor película.

En el Festival de Cine Español de Nantes recibió Premio del Público, así como el Premio Julio Verne a la Mejor película. En el Festival Cinematográfico Internacional de Uruguay en Montevideo, organizado por la Cinemateca Uruguaya, obtuvo también el Premio del Público y el Premio a la Mejor Película del Jurado Juvenil.

Estos premios se unen al Premio TCM de la Juventud y al Premio AECID a la Cooperación Española conseguidos en su estreno en la sección New Directors en el Festival de San Sebastián 2023, así como el Premio del Público del Festival de Cine Inédito de Mérida y el Premio a la Mejor Película en Lengua Española del Festival de Santa Bárbara (EEUU), además de triunfar en Cinespaña de Toulouse, entre otras distinciones. La película también participó en el Festival Internacional de Sonoma de California.

‘La estrella azul’ es una coproducción hispano-argentina de MOD Producciones, El Pez Amarillo y Cimarrón, en coproducción con La Charito Films y Prisma. Cuenta además con la participación de RTVE, Movistar Plus+, Filmin y Aragón TV, con la financiación de ICAA y el INCAA y el apoyo de Gobierno de Aragón, Diputación Provincial de Zaragoza, Ayuntamiento de Zaragoza, Gobierno de Santiago del Estero y el apoyo internacional de Eurimages e Ibermedia. Las ventas internacionales corren a cargo de Film Factory

El filme recibió sendos importes de 196.911 y 189.189 euros en la convocatoria de las ayudas selectivas del ICAA del año 2019, como proyecto de especial valor cinematográfico, cultural o social. Distribuida en los cines españoles por Wanda Vision, en las salas comerciales la película de Macipe ha pasado con más pena que gloria, con 560.000 euros y unos 92.200 espectadores, a pesar de mantenerse bastante tiempo en la cartelera.

Pepe Lorente (‘La maternal’) da vida a Mauricio, líder del grupo Más Birras y autor de una de las canciones más versionadas de la historia del rock español, ‘Apuesta por el Rock and Roll’, que murió casi en el anonimato de manera trágica, una suerte de Sugar Man español. Completan el reparto español la ganadora del Goya Bruna Cusí (‘Verano 1993’, Marc Rodríguez (‘El fotógrafo de Mauthausen’) y Catalina Sopelana (‘Mantícora’).

Por la parte argentina, el reconocido músico Cuti Carabajal interpreta a su propio hermano, Carlos, y la también música Mariela Carabajal participa con un papel destacado. ‘La estrella azul’ cuenta con un reparto de actores y músicos para dar vida a los integrantes del grupo Más birras y a todo el entorno musical que le fascinó en Santiago del Estero (Argentina).

El filme se rodó entre marzo de 2020 y febrero de 2023 en Zaragoza y Argentina, con importantes intermitencias debido a la pandemia y otros problemas, que estuvieron a punto de acabar con la película. La producción corre a cargo de Simón de Santiago, Amelia Hernández y Hernán Musaluppi, con Fernando Bovaira, Diego Rodríguez, Antonio Pita y Santiago López como coproductores. Simón de Santiago y Amelia Hernández cuentan las vicisitudes de esta producción.

Audiovisual451: ‘La estrella azul’ os ha dado muchas alegrías, y durante mucho tiempo…

Amelia Hernández: «La verdad es que sí. La distribuidora ha realizado un buen trabajo, ya desde que estuvimos en el Festival de San Sebastián, y creo que la decisión de no precipitarnos y estrenar al año siguiente fue una decisión muy inteligente, también gracias a la experiencia de Simón (de Santiago). El mes de febrero no es una fecha buena ni mala para estrenar, a priori, pero para nosotros ha sido la idónea, por todo lo que había alrededor. El hecho de seguir sumando premios en festivales ha contribuido a que la película haya continuado estando siempre presente, de una forma u otra. La alegría es inmensa».

A451: Es cierto que la película ha viajado mucho por festivales y, además, se ha llevado unos cuantos premios…

Simón de Santiago: «Es una película que, allá donde ha ido, ha demostrado una conexión enorme con el público. De hecho, hemos ganado un montón de premios del público, empezando por el de San Sebastián, donde nos dimos cuenta de que la película suscitaba reacciones muy emotivas, a pesar de que nosotros ya creíamos que teníamos una gran historia universal. La gente salía llorando y venía a abrazarnos y, de repente, vimos que ahí había una oportunidad. Esta es una película de un director novel y sin ningún actor conocido, por lo que decidimos trabajarla poco a poco y nos la llevamos a febrero de 2024. Progresivamente, pusimos en marcha diferentes acciones para mantener viva la película de cara a la temporada de premios de este año, incluidos los Oscar, que nos dieron una indicación de que la película podía hacerse un hueco. A pesar de que sabíamos que esta era una película con un ADN muy especial, siempre lo vimos todo como algo inalcanzable».

A.H.: «Al ver la película, si conoces a Mauricio Aznar, pues es fenomenal, pero si no sabes quién es, no pasa absolutamente nada. Se trata de sentarse en la butaca y dejarse llevar, porque es una historia que habla del ser humano, de algo muy universal. No importa la profesión a la que te dediques, ni hace falta ser músico para que te interese la historia, porque, al final, de lo que habla esta película es de la búsqueda de las vocaciones, de nuestro sitio en el mundo. Creo que esto es lo que explica la magia de ‘La estrella azul'».

A451: ¿Cuál fue el germen del proyecto?

A.H.: «Yo había trabajado anteriormente con Javier (Macipe) en otros proyectos como ‘Os meninos do rio’, que estuvo nominado a los Goya, ‘Gastos incluidos’ y otros cortos y proyectos. Entonces, él me empezó a hablar de esta historia que tenía en mente desde que, siendo muy joven, había hecho un corto y había pedido a la madre de Mauricio Aznar permiso para usar una canción. La madre accedió, luego él le enseñó el corto, a la madre le gustó mucho y le dijo a Javier que, si algún día alguien hacía algo sobre su hijo, quería que lo dirigiese él. En ese momento, Javier era un estudiante que no estaba preparado, pero empezó a documentarse, pensando que quizás algún día podría encarar ese proyecto. Siempre recordamos el primer guion con cierta risa, aunque terminamos consiguiendo un guion defendible, tanto para él, como director, como para mí, como productora».

A451: Pera era un proyecto quizá demasiado ambicioso para una productora como la tuya…

A.H.: «Desde luego. Yo tenía claro que no podía abarcar un proyecto de este tipo que, por naturaleza, debía ser una coproducción con Argentina, por lo que empezamos a movernos para ver a quién le podía interesar esta historia. El primero al que le llamó la atención fue el productor argentino Hernán Musaluppi, que fue quien nos abrió las puertas de Mod Producciones. Javier le mandó el guion a Simón, y le gustó la historia, pero nos dijo que tenía mucho trabajo, que no dejaba de ser una ópera prima, que termina dando más trabajo que una producción mucho más grande. En 2018, en el Festival de San Sebastián, me reuní con Simón y con Hernán para hablar del proyecto, y a pesar de que, en un primer momento, parecía que no iba a ser posible sacarlo adelante, pasados unos meses, en diciembre de ese año, Simón me volvió a llamar porque quería hablar con nosotros».

S.S.: «Así fue. A mí, este proyecto me llegó en junio de 2018 a través de Hernán, que había hablado con Javier y le había dicho que necesitaba una productora española que pudiera levantarlo, porque Argentina, al final, solo era podía ser el socio minoritario. Uno puede involucrarse en muy pocos de los proyectos que llegan, pero, a pesar de todo, decidí recibir a Javier, aunque fuera por cortesía. Tras leer el guion, tuve claro que era uno de los mejores que han pasado por mis manos, así que debatimos internamente en Mod sobre la posibilidad de involucrarnos, pero veíamos que era un proyecto muy local, con un protagonista y un espacio muy concretos, muchas dificultades y un público realmente complicado de identificar. Para ser una ópera prima, me parecía una película muy ambiciosa y cara, por lo que me daba cierto temor, como productor, el no ser capaz de convencer a televisiones, distribuidores y demás agentes para financiarla y poder sacarla adelante».

A451: Sin embargo, parece que las dudas iniciales se desvanecieron…

S.S.: «Tal cual. Muy a mi pesar, tuve que decirle que no a Javier, pero, después de esa reunión en San Sebastián con Amelia, que es el verdadero alma del proyecto, y tras hablarlo con Fernando Bovaira, decidí apostar por él. De esta manera, en 2019 comenzó el proceso de financiación de la película, que fue muy complejo. La primera en entrar fue Movistar Plus+. A partir de ahí fuimos abriendo puertas, entre ellas la de Televisión Española, que en un primer momento nos dijo que no, aunque al final acabo entrando. Mucha gente nos decía que era una película muy pequeña o que no entendían bien el guion, que reconozco que tiene una parte importante de metaficción difícil de comprender si no se echa imaginación.»

A451: ¿Y cómo fueron las negociaciones con las distribuidoras y los demás acuerdos de financiación?

S.S.: «Hicimos una buena ronda de distribuidores y la mayoría no entendía muy bien a qué público se dirigía la película, hasta que Miguel Morales, de Wanda Visión, se animó, sin tener tampoco muy claro dónde se había embarcado. Film Factory, con los que mantenemos una relación muy fluida, también creyó en nosotros, y obviamente, otra de las claves fue la ayuda selectiva del ICAA, que conseguimos gracias a que quedamos en una muy buena posición en la selección de ese año. Todo esto nos permitió armar un puzle con el que nos presentamos a Eurimages, en el único año, además, en el que Argentina formó parte del fondo gracias a un acuerdo con el ICAA. Conseguimos Eurimages, como también conseguimos el apoyo de Ibermedia, a lo que hay que sumar todo lo relativo a la financiación aragonesa, que fue muy complicada, ya que nos dimos cuenta de que muchas de las ayudas a las que podíamos optar no respondían a las necesidades del proyecto».

A.H.: «Lo que ocurre en Aragón es que las ayudas son muy pequeñas. Somos una comunidad muy extensa, pero con pocos habitantes y, además, las bases de la mayoría de ayudas suelen ser muy difíciles de cumplir para un proyecto de este tipo, ya que se trata de convocatorias anuales que exigen justificarlo absolutamente todo, sin excepción, en ese mismo año. Esto puede resultar más fácil para un documental que ya está casi terminado, pero a nosotros nos complicaba mucho las cosas, aunque al final conseguí, incluso, el apoyo de la Televisión Autonómica aragonesa. La realidad es que lo teníamos todo previsto para presentarnos a las ayudas de las instituciones autonómicas y empezar a rodar en marzo de 2020, pero tuvimos que parar por la pandemia y, por tanto, ya no había manera de optar a esas ayudas, dado que no podíamos justificar el dinero de un año para otro».

«El caso es que yo tenía muy claro que quería hacer realidad este proyecto, por lo que no desistimos y fuimos trabajando con las instituciones para conseguir su apoyo en varios niveles, incluido el de la cesión, puesto que media película se ha rodado en Aragón, y en vez de pagar por algo, que te lo presten, pues ya es un avance. Gracias a mi experiencia sobre el terreno, todo esto se pudo resolver con éxito, pero una coproducción de tal magnitud requería de un acompañamiento que, finalmente, encontré en Simón».

S.S.: «Realmente, hemos conseguido reunir todo lo que se podía, incluso el Gobierno de Santiago del Estero y puedo asegurar que conseguir financiación en Argentina no es nada fácil ahora mismo. Todo el mundo te promete cosas, pero luego nadie te da nada concreto. A veces, el hecho de ir acumulando muchas cantidades muy testimoniales resuelve la financiación de un proyecto como el nuestro, que ha tenido un coste total final, entre los dos países, de alrededor de un millón y medio de euros pero que lucen mucho en la pantalla.»

A451: ¿Y cómo fue rodar en dos países diferentes una película pequeña como ésta y con la pandemia por medio?

S.S.: «Todo se hizo con mucha cabeza y con mucha capacidad inventiva por parte de Amelia en la producción y también por parte de Javier, que es capaz de manejar muy bien los recursos que tiene y sacarles todo el rendimiento posible. El rodaje arrancó el lunes 9 de marzo de 2020 y recuerdo que el sábado siguiente ya estábamos todos encerrados en casa por la pandemia. Vivimos todo ese momento de confusión que afectó a todos los españoles en mitad de un set de rodaje y, de hecho, la secuencia del primer concierto se rodó durante esa semana, justo antes del confinamiento, con un número enorme de extras. Fue algo bastante inconsciente por nuestra parte, pero tampoco había ningún tipo de reglamento en aquel momento, ni sabíamos la magnitud de lo que se avecinaba.»

A.H.: «En aquel momento, yo estaba en contacto con el Ayuntamiento de Zaragoza y con Sanidad para asegurarme de que todo lo que estábamos haciendo estaba bien, pero las cosas cambiaban de un día para otro. Recuerdo que fui a la estación para recoger a Simón y, cuando me acerqué para abrazarle, él me frenó. Entre Zaragoza y Madrid solo hay 300 kilómetros, pero la sensación de gravedad ya era muy diferente de un sitio a otro.»

A451: ¿Y qué fue lo que rodasteis durante aquellos días tan convulsos?

S.S.: «Cuando nos encerraron a todos, nosotros ya habíamos conseguido acabar, más o menos, esa primera fase del rodaje que se pretendía hacer en Zaragoza y lo siguiente ya era ir a Argentina, porque la película se quería rodar casi en orden cronológico. Estábamos a la espera de saber si podríamos viajar a Argentina en marzo o abril para rodar aquello, pero claro, no fue posible, y es que Argentina mantuvo cerradas sus fronteras durante muchísimos meses, por lo que todo se fue prolongando. Además, teníamos que rodar en el interior del país, en una zona remota donde la pandemia estaba mucho menos controlada que en Buenos Aires. Y al mismo tiempo, la propia evolución de la economía argentina no jugaba tampoco a favor, porque la inflación era brutal y los fondos que nuestros socios querían aportar a la financiación de la película dejaban de existir de un día para otro».

A451: ¿Cómo evolucionó la producción?

S.S.: «Por lo menos, contábamos con el fragmento de película que Javier había montado durante la pandemia, que nos permitía mostrar lo que teníamos. Fue un proceso bastante tortuoso y lo volvimos a intentar, de nuevo sin éxito, en 2021, hasta que, al final, pudimos juntar el dinero suficiente para empezar a rodar a principios de 2022. Entonces, surgió otro problema: el presupuesto argentino se disparó hasta un punto en el que ya no era sensato seguir adelante porque no teníamos los recursos para financiar aquello, teniendo en cuenta que gran parte de esos recursos debían proceder, sí o sí, de la financiación española.»

A.H.: «Con esos niveles de inflación tan disparatados, los recursos se convirtieron en una variable que fluctuaba constantemente. No teníamos nada a lo que agarrarnos para saber a qué nos estábamos enfrentando. Un día nos faltaba una determinada cantidad, pero pasados tres días esa cantidad se multiplicaba por dos. La situación era de locos, insostenible».

A451: Otro parón después de la pandemia era difícilmente asumible ¿no es así?

S.S.: «Sufrimos un parón bastante serio que, de hecho, nos llevó a plantearnos asumir las pérdidas de todo lo invertido en aquel primer rodaje y abandonar definitivamente el proyecto. Javier estaba en Argentina, preparando ya el rodaje, y le llamé para explicárselo y pedirle que volviera a España. Fue una de las llamadas más duras que he tenido que hacer a lo largo de toda mi carrera. El proyecto se quedó en el limbo.»

A.H.: «Javier viajó a Argentina a principios de 2022 para comprobar cómo estaba la situación y justo en aquel mes de enero, la economía del país sufrió un golpe muy fuerte, por lo que tuvo que volver a España. El proyecto quedó congelado y parecía que no se iba a poder realizar, hasta el punto de que Simón y yo, efectivamente, ya hablábamos de asumir las pérdidas y abandonarlo para siempre, pero, entonces, vi una posible vía para seguir. Creo que Javier y yo tomamos una decisión que resultó ser bastante vital en aquel momento: cambiar de cámara de rodaje, ya que suponía un ahorro considerable tanto aquí como en Argentina. Teníamos que comprobar, además que el cambio funcionaba con lo que ya habíamos rodado en 2020».

A451: ¿Y funcionó?

A.H.: «Funcionó. El caso es que, a lo largo de este proceso, algunos miembros del equipo, como el director de fotografía, tuvieron que marcharse. El nuevo director de foto tenía dos cámaras diferentes, por lo que empezamos a hacer pruebas y, para nuestro asombro, el cambio encajaba perfectamente. Yo conseguí también que nos cedieran unas localizaciones de manera gratuita, por lo que empezamos a rodar con un equipo muy pequeño, pero que se volcó, al tiempo que contactamos con una profesional que ha sido clave para hacer realidad la película: Natalí Córdoba, la directora de producción en Argentina. Natalí es especialista en rodajes en el interior de Argentina, por lo que le dio una vuelta al presupuesto para incluir todos los cambios que teníamos en mente y logró que bajase de forma importante. Además, pensamos que podía ser una buena idea rodar con técnicos españoles, dado que ese era un coste que sabíamos que era fijo y así fuimos rearmando el proyecto sin armar ruido».

A451: ¿No hablasteis nada de esto con Simón?

A.H.: «Para nada. Cuando lo tuvimos todo listo, llamé a Simón y le dije que tenía que venir a Zaragoza porque le tenía que enseñar algo. Estaba muy ocupado, pero encontró un hueco para venir, así que hablé con un cine para que me dejaran proyectar lo que habíamos rodado, unido al material de 2020. Ni siquiera se dio cuenta del cambio de cámara y tras ver esas imágenes, que le gustaron mucho, le enseñé el nuevo presupuesto de Natalí.»

S.S.: «Esas imágenes que rodaron para probar la nueva cámara eran tan buenas que, de hecho, terminaron formando parte de la película y, lo mejor de todo, a coste prácticamente cero. No hizo falta volver a rodarlas porque se notaba el gran trabajo del equipo que había detrás. No se habían limitado a hacer pruebas de cámara, se habían esforzado por hacerlo todo perfecto. Esto condujo a que reconceptualizáramos cómo íbamos a rodar lo que faltaba y volvimos a contactar con nuestro socio argentino para enseñarle el presupuesto que había hecho Natalí, lo que nos llevó a incorporar a otro coproductor argentino, Prisma, que es una compañía de Córdoba, la provincia vecina a Santiago del Estero, en el interior de Argentina. Esta productora fue la que soportó el peso de la producción física en Argentina, junto con Natalí, de modo que, en noviembre de 2022, rodamos todo lo que queríamos rodar en Argentina, para luego concluir el rodaje en Zaragoza, ya en el mes de febrero de 2023».

A451: Es increíble que nada de esto se note en pantalla…

S.S.: «Pasaron tres años desde la primera claqueta a la última. Muchos técnicos habían cambiado, pero lo fundamental es que los actores, con Pepe Lorente a la cabeza, se mantuvieron. Si hubiéramos rodado la película con el calendario original, probablemente no sería la película que es hoy porque, a lo largo de esos tres años, Pepe se convirtió en un gran cantante y músico. Él era capaz de tocar la guitarra y tenía buen oído, pero no era músico y a base de trabajo, mejoró mucho en esos tres años. Tocaba la guitarra todos los días».

A451: Tanto es así que ahora ha montado su propia banda…

S.S.: «Ha montado un grupo paralelo que se llama La Estrella Azul Live, y está dando conciertos. Empezaron en primavera, con el estreno de la película, a modo de complemento de las proyecciones que se hicieron en algunos pueblos y se han acabado convirtiendo en un en un proyecto musical independiente. De hecho, ahora están de gira».

A451: La realidad es que asumisteis también ciertos riesgos a la hora de confeccionar el reparto…

S.S.: «Javier tenía muy clara la apuesta desde los primeros viajes que hizo a Argentina para conocer a la familia Carabajal y su entorno. Sin el apoyo de las familias de los dos personajes, esta película no se habría podido hacer, y Javier trabajó muy duro para conseguir algo que, quizás, no nota todo el mundo: que un actor formado y con la técnica de Pepe Lorente fuera capaz de integrarse en ese mundo de actores no profesionales».

A451: Hasta el momento, ¿en qué países se ha vendido la película?

S.S.: «La película ha tenido un gran recorrido por festivales internacionales, pero se ha vendido menos de lo que esperábamos porque, a pesar de que gusta mucho, los distribuidores le tienen un poco de miedo, dado que requiere mucho trabajo. Esta película no se puede estrenar en cines y ya está, hace falta explicarla y crear todo un evento alrededor de ella a partir de los elementos musicales. Ahora mismo, el mundo de la distribución internacional está muy polarizado, de manera que hay películas que se venden en todas partes y luego otras que luchan por encontrar distribuidor. Por supuesto, se ha estrenado en Argentina y en Uruguay y ya se ha vendido a Italia, pero todavía estamos en ese proceso y esperamos que el empujón de los Goya ayude a completar esas ventas.»

A451: En España, la película se mantuvo bastante tiempo en los cines…

S.S.: «Fue toda una sorpresa y una gran alegría, porque la película se mantuvo muy bien gracias al boca a boca. Las salas se llenaban y el público, incluso, aplaudía al acabar la película. Organizamos muchos coloquios y conciertos por todo el país, de manera que la promoción ha sido un apoyo muy importante para mantener viva la película. El resultado ha sido más que notable para una ópera prima sin ningún elemento muy conocido.»

A451: Y está funcionando muy bien en Movistar Plus+…

S.S.: «Y no solo en Movistar, también en Filmin, que se unió a nosotros en el último momento y nos ha apoyado mucho también. El estreno en plataformas fue en junio de 2024, pero, en ambos casos, la película sigue estando entre los contenidos más vistos. Partíamos con la ventaja de que la película ya estaba disponible en plataformas cuando han llegado todas estas nominaciones a distintos premios, lo cual la ha mantenido viva.»

A451: En total, entre los dos países, ¿Cuántas semanas de rodaje fueron?

S.S.: «La verdad es que lo intuimos, pero no lo sabemos realmente. Y cuando he intentado hacer el cálculo, he preferido dejarlo, porque lo de Kubrick se queda corto, en comparación»

A451: Por cierto, ¿Bunbury ha visto la película?

A.H.: «Por supuesto. Le invitamos a un pase especial en la Filmoteca de Zaragoza durante uno de sus viajes y le encantó. Apoya totalmente el proyecto, le emocionó mucho».

S.S.: «De hecho, cuando la vio, la voz que suena en el contestador, que se supone que es la suya, era la voz de Javier. Le pedimos el favor de que grabase esa voz para la película y lo hizo encantado».

A451: En Zaragoza, Mauricio Aznar debe de ser todo un personaje…

A.H.: «En Zaragoza, se le conoce muchísimo, aunque la película lo ha rescatado para la gente que lo tenía un poco más olvidado y, sorprendentemente, también para las nuevas generaciones. Mauricio murió en el año 2000, pero sigue siendo muy conocido, hasta el punto de que hay muchas personas que, después de ver la película, se acercan para decirnos que conocieron o vieron a Mauricio. De alguna manera, todo el mundo en Zaragoza tiene un recuerdo muy cercano de él. Mauricio sigue estando muy presente.»

A451: ¿Y cómo fue la acogida de la película en Argentina?

S.S.: «La película gustó mucho entre el público argentino cuando se presentó en el Festival de Mar del Plata, allá por el otoño de 2023. Sobre todo, creo que gusta porque perciben una mirada muy auténtica sobre algo que es muy suyo, más que una mirada turística de alguien que llega de fuera. Nos esforzamos mucho para lograr que esto fuera así, y especialmente, en el interior del país, la película se ha convertido en un gran evento».

A451: Y, a partir de ahora, ¿qué va a ser de ‘La estrella azul’?

S.S.: «En mi caso, estamos hablando de seis años y medio con esta película entre manos, pero son muchos más en el caso de Amelia y Javier. Una vez termine la temporada de premios, la película seguirá circulando por festivales y esperamos que se llegue a estrenar comercialmente en otros territorios, pero digamos que ya vamos necesitando dejarla reposar un poco».

A451: ¿Habrá otros proyectos en común de Mod Producciones y El Pez Amarillo?

S.S.: «Todavía no hemos hablado de más proyectos en común ni Javier sabe muy bien qué es lo que quiere hacer, porque lleva muchos años inmerso en esta película».

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