Dos son los nombres que se esconden detrás de Ottom Ideas, el estudio español de animación responsable de ‘Wan’, cortometraje ambientado en la prehistoria y nominado a los Premios Goya 2025: el productor Carlos Ayerbe y el cineasta Víctor Monigote.
Hasta llegar a dar a luz, junto a su socio, el que sería su primer corto, así como su proyecto más personal hasta la fecha, Monigote ha acumulado una larga trayectoria como artista multidisciplinar, director e incluso actor, tanto en cine como en publicidad.

‘Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo’, dirigida por su amigo Javier Fesser, le dio a este dibujante su primera nominación al Goya a la Mejor Dirección de Arte, un premio que acabó cosechando, pero dentro de la categoría de Mejor Película de Animación, gracias a su primer largometraje como director, ‘La gallina Turuleca’.
En estos momentos, Monigote se encuentra inmerso en la producción de la primera película basada en la franquicia animada ‘Superthings’, una producción de Filmax, Tándem Films y Turanga Films que previsiblemente llegará a los cines en 2026 bajo su dirección.
En plena gira de ‘Wan’ por certámenes de todo el planeta, un recorrido que se inició en el 27º Festival de Málaga allá por marzo de 2024, Carlos Ayerbe y Víctor Monigote participaron en la última edición de Cartoon Movie. Con motivo de su paso por este foro europeo de coproducción de largometrajes de animación, celebrado en Burdeos hace escasas semanas, Audiovisual451 tuvo la oportunidad de conversar con ambos.
Audiovisual451: ¿Cuál es el planteamiento Ottom Ideas?
Víctor Monigote: «Básicamente, en Ottom Ideas nos dedicamos a ser felices y a intentar hacer felices a otros, y si de paso ganamos algo de dinero, pues maravilloso. Después de muchos años trabajando en animación y cine de imagen real, a Carlos y a mí nos apetecía montar algo nuestro, que nos permitiese sacar adelante nuevos proyectos: ideas que tengo yo desde hace 20 años, ideas que tiene él, otras ideas que han ido surgiendo, etc. Tenemos una cartera de proyectos bastante nutrida que nos gustaría hacer realidad, dado que, con el paso de los años, nos hemos dado cuenta de cómo se han ido blanqueando los guiones para intentar gustar a todo el mundo. Echábamos en falta un cine que no se estaba haciendo, y hemos decidido pasar a la acción y hacer las películas que nos gustaría ver.»
Carlos Ayerbe: «A nosotros, lo que más nos gusta es la parte creativa de los proyectos, que es donde realmente disfrutamos y lo hacemos bien. Queremos desarrollar proyectos propios, entendiendo el cine de animación como un medio y no como un género en sí mismo, es decir, como una técnica con la que es posible contar cualquier tipo de historia, al igual que sucede con el cómic y con el cine de imagen real. Por eso, nuestro deseo es salirnos un poco del encorsetamiento que conlleva el cine infantil, aunque tampoco nos cerramos en banda a hacer animación para niños, por supuesto. El propósito de Ottom es contar historias, ya sean infantiles, para adultos, dramas, comedias, o aventuras.»
V.M.: «Debido a nuestra trayectoria, nos tira más el mundo adulto, aunque sabemos que es un nicho muy cerrado. En caso de que se dé la oportunidad, haremos proyectos infantiles, pero siempre bajo nuestra visión del humor y de la vida. Para nosotros, lo importante es la historia, y una vez entendido qué es lo que queremos contar, pues ya veremos cómo. Hemos trabajado en imagen real, en animación 2D y en 3D, por lo que somos capaces de mezclar todos los estilos y hacer desde una película hasta un cómic o un videojuego.»
A451: ¿Cómo han sido estos primeros tres años de vida del estudio?
C.A.: «La verdad es que el balance es muy positivo. En España, tenemos unos estudios de animación buenísimos y muy especializados, pero nosotros no queremos ser un estudio de animación al uso. En ese sentido, lo primero que hicimos fue tratar de definir nuestro estilo visual, para lo cual decidimos producir un proyecto muy pequeño, a modo de investigación. De esta manera, nos pusimos a prueba, y esto nos terminó conduciendo a generar un mini estudio de animación, en contra de lo que pensábamos en un principio. Finalmente, ese teaser de investigación acabó convirtiéndose en un cortometraje de diez minutos.»
V.M.: «Estábamos intentando dar con ese estilo visual basado en los cómics de los años ochenta, un estilo con líneas que se diferencia bastante del mundo Pixar y de lo que se considera usual a día de hoy. Para ello, necesitábamos hacer una investigación en materia de animación de un par de minutos, pero esos dos minutos se transformaron en tres, luego en cuatro, etc. En aquel punto, pensamos que lo suyo era hacer un corto y presentarlo a festivales, y así es como nació ‘Wan’, que nos está dando muchísimos éxitos.»
C.A.: «Si ya hemos disfrutado haciéndolo, lo hemos pasado mucho mejor moviéndolo y recogiendo el feedback del público. Y es que, hemos descubierto que gusta mucho, tanto entre la gente del medio, los profesionales de la animación y demás, como al público general, lo cual nos hace muy felices. De ser una simple prueba, de repente, hemos conseguido cien selecciones, más de treinta premios, una nominación a los Goya, y lo mejor de todo, el cuarto puesto en la lista de los peores vestidos de los Goya, y el primer lugar dentro de la sección de hombres. Era nuestro principal objetivo y lo hemos logrado.»
V.M.: «En solo tres años, hemos sido capaces de producir este corto y, por si fuera poco, nos nominan al Goya, ya con nuestro primer proyecto, así que nos habría parecido hasta feo haberlo ganado. No habría estado mal, claro, pero como solemos decir también en el caso de los festivales, los premios no se ganan, te los otorgan en base a una valoración subjetiva. De la misma manera que nosotros hemos estado nominados este año, hay muchos cortos de animación maravillosos que se han hecho el año pasado en España y que que se han quedado fuera, lo cual nos podría haber pasado también a nosotros.»

A451: Es de suponer que, en tu caso, Víctor, con ‘Mortadelo y Filemón’ y ‘La gallina Turuleca’, ese recorrido por festivales no pudiste vivirlo tan de cerca…
V.M.: «Desde luego, ha sido toda una novedad para mí. En el caso de ‘Mortadelo y Filemón’, fue Javier Fesser, como director, quien gestionó todo esto de los festivales, y ya cuando dirigí ‘La gallina Turuleca’, pues tampoco tuve la oportunidad de ir a muchos sitios, más que nada, porque coincidió con la pandemia y todo se complicó mucho. He estado años encerrado en mi estudio, trabajando, sin poder ir a ningún festival, pero, ahora que estamos con ‘Wan’, me he convencido de que, si hemos producido este corto, ha sido para ir a todos los festivales y disfrutar de ellos al máximo. En España, hay multitud de festivales muy pequeños, de pueblo, que te transmiten el verdadero amor por el cine.»
A451: Javier Fesser os ha echado una mano con el montaje del corto, ¿verdad?
V.M.: «Lo cierto es que Javier nos ha echado una mano con todo. Le enviamos el guion para que lo leyese y nos diese su opinión, y ya, más adelante, le contratamos para que le diera un repaso al montaje. Es un montador excepcional, hasta el punto de que consiguió reducir la duración del corto en dos minutos. A cambio, ahora vamos a hacer una obra de teatro juntos, pero lo hago encantado porque somos amigos. Yo le llamo para que me haga un favor, y luego él me llama para que le haga otro, de manera que no me puedo negar.»
C.A.: «Estoy muy de acuerdo con Víctor. Como productor, tengo que reconocer que Javier ha hecho una labor realmente impagable. Tanto es así, que no le hemos pagado.»
A451: ¿Cuál es la estructura de Ottom Ideas en cuanto a equipo y oficinas?
C.A.: «Las oficinas de Ottom Ideas están en el Éter. Somos un estudio creativo, basado en el teletrabajo y en un equipo de personas muy reducido, de manera que formamos equipos ad hoc para cada proyecto que emprendemos, pero nunca pensando en montar un estudio de animación propiamente dicho, ya que no es nuestro objetivo. Otra cosa es que las circunstancias nos terminen obligando a ello, como ocurrió con el desarrollo del corto.»
V.M.: «Somos perfectamente capaces de montar un estudio desde cero, pero el caso es que no queremos meternos en un lío semejante, por el momento. Es decir, queremos jugar al fútbol, pero no queremos formar un equipo de fútbol. Son dos cosas distintas.»
C.A.: «Y eso no quita para que, desde la productora, aceptemos trabajos para clientes externos, cosa que ya hemos hecho. Sabemos que, para poder vivir de esto, también hay que trabajar por encargo, pero hablamos, hasta ahora, de pequeñas animaciones.»
A451: Con respecto al estilo visual, ¿cuál diríais que es vuestra especialidad?
V.M.: «Es difícil concretarlo en palabras, pero podría decirse que nuestro estilo bebe de los cómics de los ochenta, y de nombres como Milo Manara, Moebius, Rafa Negrete o Carlos Giménez. Nuestros personajes se parecen a los de Norman Rockwell, ya que se sitúan entre la caricatura y la realidad, y queremos traspasar esa línea tan característica de cómics como ‘Torpedo 1936’, de Enrique Sánchez Abulí y Jordi Bernet, al mundo de la animación, pero siempre dentro del 3D. Lo que nos gusta es aprovechar las ventajas de la animación en 3D a la hora de mover la cámara y lograr planos bonitos, pero sin perder ese aspecto orgánico y oscuro que aporta el 2D, que es con lo que nos hemos criado.»
C.A.: «De hecho, ahora mismo, el proyecto que estamos intentando sacar adelante es un largometraje basado en el estilo visual de ‘Wan’, y ambientado también en la prehistoria, partiendo de una línea y un volumen detallado que son más propio de los cómics.»

A451: ¿Estáis recibiendo muchos encargos últimamente?
V.M.: «No, no muchos, pero tampoco es lo que buscamos. Cada uno tenemos nuestro trabajo al margen de Ottom, y yo, por ejemplo, ahora mismo estoy dirigiendo la película de ‘Superthings’, y he logrado que me permitan hacerlo a media jornada, con las complicaciones que ello conlleva. Entonces, la otra mitad de la jornada la dedico a nuestros proyectos, y si empezásemos a aceptar cada vez más encargos, nos quedaríamos sin tiempo para trabajar en lo que realmente queremos. Hay gente que nos pide un favor, lo hacemos y aprovechamos para probar cosas, aunque resulta que hay veces en las que ponemos precios muy caros para que nos digan que no, y nos siguen diciendo que sí.»
C.A.: «El objetivo es que, en cuanto Víctor termine de dirigir ‘Superthings’, nos pongamos manos a la obra con el que será el primer largometraje producido por Ottom Ideas, sin tener que volver a trabajar para terceros, salvo que nos lo pida algún amigo, por supuesto. En este momento, estamos en una fase de transición que debe servirnos para sentar unas bases lo suficientemente fuertes, y creo que los trabajos por encargo pueden ayudarnos a fortalecer los cimientos de la compañía, a la espera de poder dar el salto definitivo.»
V.M.: «Tenemos unos doce proyectos en mente, entre series y largos, pero entendemos que lo más lógico sería empezar por la película inspirada en nuestro corto, ya que es la evolución más natural, y por eso estamos aquí, en Cartoon Movie, para empezar a hablar de él. Esperemos que, de aquí a que terminemos ‘Superthings’, no me salga otro proyecto así. En realidad, en estos próximos meses, lo que voy a hacer es revisar planos, dado que la animática y el trabajo de dirección más serio ya me los habré quitado de encima. Calculo que esa labor me va a llevar en torno a un año y medio, dedicándome dos o tres días por semana a ello, así que voy a tener otros dos o tres días para arrancar otro proyecto.»
A451: ¿Podéis contar algo de esos otros proyectos que estáis desarrollando?
C.A.: «La verdad es que tenemos unos cuantos sobre la mesa, incluso series, todos ellos con un humor bastante gamberro, irreverente, estrambótico y surrealista, en la línea de Los Peter Sellers, el grupo de música en el que cantaba Víctor, si es que alguien se acuerda todavía de Los Peter Sellers. Otra referencia clave sería, precisamente, la película de ‘Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo’, aunque apostamos por un humor no tan local, puesto que queremos producir proyectos con una clara vocación global; IPs con recorrido que ayuden al desarrollo de la industria española de la animación.»
V.M.: «Nuestro humor no se basa ni en la política ni en modas pasajeras, por lo que creemos que nuestros proyectos se podrán leer perfectamente en cualquier país del mundo, sin que ello impida introducir ciertos guiños, claro. Hablamos de un humor internacional, intergeneracional y para todos los públicos, como el de Les Luthiers o Tricicle, un humor que, de hecho, ya está presente en nuestro corto, tal y como demuestra el buen recorrido que está teniendo en festivales de todo el mundo. La semana pasada, nos han comunicado que hemos ganado otro premio en México, y todavía queda recorrido.»

A451: Y Víctor, ¿cómo ha sido tu incursión en el universo ‘Superthings’?
V.M.: «Sumergirse en un mundo como ese, en el que hay tropecientos personajes con nombres tan extraños, ha supuesto todo un reto. He pasado meses documentándome, estudiando, viendo series, leyendo cómics y visitando a amigos cuyos hijos tienen toda la colección de juguetes de ‘Superthings’. Ese curso intensivo ha implicado cierto esfuerzo, pero estoy muy contento porque la juguetera, que tiene un peso enorme en el proyecto, ha aportado ideas muy buenas a nivel de guion, pero también me ha dejado incorporar parte de mi humor y de mi esencia. Creo que la película va hacer felices tanto a los hijos como a los padres, y es que esa era mi idea desde el principio: hacer un producto infantil con un toque marciano y surrealista, con el que niños y padres se puedan echar unas risas.»
A451: Si estáis en Cartoon Movie, se deduce vuestra disposición a coproducir…
V.M.: «En principio, sí, efectivamente. Hemos venido a Burdeos para conocer gente y tantear el ambiente, con un abanico muy abierto. En un festival, ganamos un premio por el que se nos pagaba la entrada al Festival de Annecy, pero Manuel Cristóbal, que es amigo nuestro, nos aconsejó que viniésemos a Cartoon Movie, así que, al final, gracias también a la ayuda de ICEX, aquí estamos. El objetivo es dar a conocer ese largometraje basado en ‘Wan’, pero también hemos traído los otros doce proyectos que tenemos entre manos, y no queríamos perder la oportunidad de ver cómo se pitchea en este tipo de foros, porque es algo que nunca hemos hecho y nos gustaría aprender. Es posible que el año que viene estemos sobre el escenario, y puedo anticipar que vamos a montar un buen lío.»
C.A.: «De hecho, en un festival en el que ganamos un premio, nos felicitaron mucho más por la presentación que por el propio corto, hasta el punto de que, después de la fiesta, nos preguntaron cuánto cobrábamos por presentar la gala del próximo año. En resumen, somos los nuevos Dúo Sacapuntas, Tip y Coll, Abbott y Costello, o Mortadelo y Filemón.»
A451: ¿Creéis que la animación para adultos sigue despertando mucho miedo?
V.M.: «Sí que es verdad que continúa habiendo miedo, pero también creo que se está abriendo un hueco, de alguna manera. Los productores y los distribuidores siguen teniendo auténtico pavor a estrenar una película de animación para adultos, sobre todo en España, porque no tenemos el mismo concepto de animación que puede haber en otros países como Francia, Alemania o Chequia. En nuestro país, la animación sigue considerándose como algo muy infantil, y hay que luchar para que eso cambie. Sabemos que nos estamos metiendo en un nicho en el que es muy complicado vender, pero es lo que nos gusta.»
C.A.: «El tamaño del mercado español es muy pequeño, pero si lo que haces es algo con vocación global, ese nicho se amplifica y acabas llegando a muchos países. Hay que apostar por un mercado global de verdad que, en el caso de España, incluya también a Iberoamérica, donde, solo en Estados Unidos, existen 50 millones de hispanohablantes.»

A451: ¿Cómo valoráis la situación de la industria en España y en Europa?
C.A.: «La clave está en la distribución, y es que en España se están haciendo muy buenas películas de un tiempo a esta parte, pero mucha gente desconoce que existen. Creo que llevamos demasiados años centrados en ayudar y potenciar la producción, pero nos hemos olvidado de que, luego, todos esos productos hay que venderlos, y por eso, hay que reforzar la promoción para ser capaces de llegar a ciertos mercados a los que hoy no llegamos. Si queremos hacer industria, necesitamos que los productos sean autosuficientes, y para eso, hace falta alcanzar mercados que van más allá de España.»
V.M.: «Yo pienso que habría que controlar un poco más toda la producción que llega de fuera para que no acapare todo el espacio. No soy un especialista en esto, pero creo que tendríamos que proteger más el cine español y fomentar que pueda verse en salas.»
C.A.: «Lo que hay que intentar, de verdad, es que el mercado se abra, es decir, conseguir que las películas españolas se estrenen en los cines franceses, en los cines americanos y en los cines indios, y es que el problema no está tanto dentro de España, como cuando salimos a competir fuera. Además de hacer productos de calidad, que ya se están haciendo, hay que ser capaces de llegar al cliente, y para eso, hace falta darle un empuje a la distribución. De esa manera, el cine español podría monetizarse mejor, tanto en el caso de la animación como de la imagen real, pero es que, además, la animación lo tiene mucho más fácil en este sentido, porque suele dar lugar a productos mucho más globales.»
A451: Estos días, en Burdeos, ¿qué es lo que más os ha llamado la atención?
C.A.: «Estamos encantados con el eco que está teniendo el éxito de ‘Flow’, porque es justo lo que buscamos nosotros. Me da mucha envidia, pero de la buena, comprobar cómo, con poco dinero, una buena historia y un estilo que huye del de Pixar, han conseguido encontrar su nicho y hacer llegar su producto a los mercados internacionales. Lo que no es posible es hacer una película que imita a Pixar y pretender luchar contra Pixar; hay que optar por otros estilos visuales, otras maneras de contar historias. Nuestro objetivo no es producir películas de cinco millones de euros, o dicho de otra manera, no es realista querer ganarle al Madrid cuando acabas de montar tu equipo de fútbol. Por eso, ‘Flow’ es nuestro gran referente ahora mismo, hasta el punto de que los que nos gustaría es ser ‘Flow 2’.»
V.M.: «Yo, lo que me llevo, es que estamos conociendo a gente muy interesante, incluso más de lo que pensábamos. Hay muchas personas interesadas en lo que hacemos, y creo que el objetivo que nos marcamos cuando decidimos venir se está cumpliendo.»

A451: ¿Dónde os gustaría ver a Ottom Ideas dentro de cinco o diez años?
V.M.: «A mí, lo que me encantaría es hacer una película y que la vea el mayor número de personas posible, pero que, además, les guste. Prefiero que vean mi película 100.000 personas y que les guste muchísimo, a que la vean cien millones, pero no termine de gustar. No estamos en el mundo de la animación para ganar dinero, y la prueba es que ‘Wan’ nos ha salido bastante caro, muy por encima del rédito que estamos recibiendo. Hay que darle una vuelta a la manera en la que los festivales de cine tratan al mundo de la animación, porque, al igual que ocurre con los documentales, suele estar muy relegada. Debería tenerse más en cuenta lo que cuesta hacer un cortometraje de animación.»
C.A.: «Lo que queremos es hacer cine para entretener y que la gente disfrute y se emocione. Si podemos hacerlo a través de historias propias que transmitan alguna enseñanza y exporten, de alguna manera, nuestra manera de ver la vida, pues aún mejor, por supuesto. Es obvio que no nos mueve el dinero, porque, en ese caso, nos habríamos dedicado a otra cosa. Lo que nos mueve es la felicidad, tanto propia como ajena.»