‘Dos a la carta’, la comedia dirigida por Robert Bellsolà, también autor del guión junto a Manel Casabó, finalizó hace unos días su rodaje. La película, filmada en soporte digital mediante de una cámara Arri Alexa, es una producción de Aiguaviva Films y se encuentra en este momento en proceso de selección del estudio de postproducción que llevará a cabo la edición, efectos y etalonaje del filme. A pesar de que su primera intención era montar también la película, Bellsolà ha decidido dejar esta labor a un tercero por petición expresa de su director de producción. Mientras tanto, el director de ‘Dos a la carta’ prepara otros proyectos, una comedia y un película de género. Audiovisual451 ha hablado con Robert Bellsolà sobre la producción de ‘Dos a la carta’ una película financiada con el dinero privado de empresas de proximidad a través de lo que sus creadores denominan ‘Brandfunding’.
‘Dos a la carta’ se ha financiado a través de lo que sus creadores denominan “brandfunding”, una fórmula basada en la inversión de empresas privadas. En dicha financiación ha participado la compañía GM Cash&Carry y han colaborado otras entidades como Cederroth-Distrex, Antiga Casa Bellsolà, Tous, Estrella Damm, Teisa, Farinera Coromina, Cafés Cornellà, el Grupo Pous, Discar-Oil, Grup Andreu, Reprogir-Tot Impressió, Olis Angelats y Ossa.
Junto a la iniciativa privada, el filme cuenta también con el apoyo institucional del Ayuntamiento de Girona, la Diputación de Girona, patronato de Turismo Girona-Costa Brava, el Ayuntamiento de Salt, el Viver d’empreses de Salt, el Centro Bloom y la escuela ERAM. La película está protagonizada por Adrià Collado, Andoni Agirregomezkorta, Carolina Bang, Melani Olivares, Sergi López, Helena Pla, Miqui Puig, Jordi Romanos, Florin Opritescu, Petra Kostalova, Katerina Kostalova y Marta Carbonell. El filme cuenta además con los cameos de Joan Roca del Celler de Can Roca, el gaitero gallego Carlos Núñez y Vador Lladó de la radio catalana RAC1. ‘Dos a la carta’ cuenta la historia de Oscar, un calculador broker de ciudad y Dani, un palurdo rural sin oficio ni beneficio, que descubren que son hermanos y se ven obligados a compartir un restaurante perdido en un idílico paraje rural.
La postproducción de ‘Dos a la carta’ llevará entre tres y cuatro meses, pero el proceso debe acelerarse ya que los responsables de la película tienen la intención de presentarla en la próxima edición del Festival de Málaga. Cine Español (del 21 al 29 de marzo de 2014). Para que esta posibilidad sea una realidad deben mostrar un primer montaje antes del próximo 20 de enero. “Nuestra prioridad ahora es poder presentar la película en el Festival de Málaga, donde hemos inscrito ya la película. Claro, tenemos que pasar por el filtro del comité de selección y para ello debemos enviar cuatro copias en DVD o tenerla disponible online antes del 20 de enero. No hace falta que sea el montaje definitivo, pero lo más aproximado al resultado final”. La idea es que ese gran escaparate del cine nacional que es Málaga sirva para conseguir unas mejores condiciones de distribución o el apoyo de algún operador televisivo, algo que de momento ‘Dos a la carta’ no tiene.
“Hemos conseguido producir una película con capital privado, aún no tenemos distribuidora ni tampoco contamos con el apoyo de televisiones ni ayudas institucionales importantes”. Precisamente uno de los rasgos que distinguen ‘Dos a la carta’ de otras películas españolas es su modelo de producción basado en la aportación de empresas privadas, lo que los responsables del filme han denominado ‘brandfunding’. “Estuve un año escribiendo el guión de la película y otro año buscando dinero para financiar el rodaje. También hemos acudido también a las ayudas tradicionales a la producción, como unas que concede la Generalitat de Cataluña, también presentamos el proyecto a las televisiones, pero nos dimos cuenta que con el modelo tradicional nos íbamos a eternizar. Entonces pensé que teníamos entre manos una comedia muy divertida, agradable, que te deja un buen sabor de boca… ¿por qué no vincular estas buenas sensaciones con empresas que tengan que ver con el desarrollo de la historia? Gran parte de la trama transcurre en un restaurante, hay comida y otros elementos a los que se podían sacar partido. No es una película de terror, sobre enfermedades o violaciones, es una comedia con buen rollo en la línea de ‘Bienvenidos al norte’ o ‘Bajo el sol de la Toscana’, por poner dos ejemplos, aunque en ocasiones con un humor gamberro. A pesar de las buenas intenciones, no es fácil decir a una empresa que ponga dinero, que va a tener algo de publicidad dentro de la película, pero siempre justificada por el guión. En nuestro caso, nos dirigimos a Gros Mercat, Cash & Carry, un establecimiento para profesionales de la hostelería muy extendido en Cataluña. Encajaba perfectamente porque había secuencias en la película en la que los protagonistas iban a comprar a un supermercado. Podíamos utilizar la marca y además evitábamos montar nosotros un supermercado”, explica el director.
La compañía Gros Mercat, Cash & Carry, nunca había recibido una oferta semejante, era la primera vez que se les ofrecía vincular su marca a una película sin que afectase al argumento, con cierta naturalidad, «también hemos ofrecido hacer estrenos cerrados para los clientes o sus trabajadores» . Además, otras empresas más pequeñas han colaborado en la producción de la película con pago en especie, un concesionario de vehículos que ofreció coches para producción, una harinera, una marca de café (que concedió una pequeña aportación económica y miles de cafés para el equipo), una distribuidora de gasoil (que proporcionó 1.000 litros de combustible gratis)… “en estos casos era muy importante la cercanía, el trato personal y en ocasiones tirando de amistades, para tratar de convencer a estos empresarios de que nos apoyaran y que, de alguna forma, todos saliéramos beneficiados. Incluso en ocasiones los propietarios ha intervenido como figurantes. Otro ejemplo es una gestoría de Gerona que nos ha llevado la contabilidad, todo el papeleo laboral y va a realizar la auditoría de la película, que ronda los 7.000 euros, en estos casos haremos algo de publicidad en la película o en torno a la película, la web, entradas para el estreno… Pero te aseguro que no es sencillo, he visitado más de 60 empresas y al final habrán aportado algo unas 13. También hemos tenido el apoyo de la Diputación de Gerona, el ayuntamiento de la ciudad y el patronato de turismo, aunque de momento no económicamente. Con empresas e instituciones de proximidad hemos conseguido levantar el proyecto, de otra manera, con las ayudas tradicionales todavía estaríamos esperando”.
El resto de la financiación se ha conseguido a través de pequeños inversores que han invertido pequeñas cantidades de dinero, “hay padres que ayudan a sus hijos montando un despacho o un negocio a mi me ha dejado dinero para hacer cine”, confiesa Bellsolà. Con todos estos ingredientes, Robert Bellsolá ha conseguido reunir algo más de 450.000 euros para el rodaje y espera alcanzar un presupuesto total de unos 600.000 euros para incluir también las copias y la promoción. De los 450.000 euros de presupuesto de producción, cerca de 200.000 euros procederían de marcas comerciales, aunque es muy difícil cuantificar la aportación real de las empresas debido sobre todo a las mencionadas contribuciones en especie. “Creo sinceramente que las empresas que van bien pueden ayudar a financiar el cine independiente, está claro que esta fórmula no sirve para todas las películas. Almodóvar, por ejemplo no lo necesita”.
En este sentido, aunque Bellsolá respeta otras opciones de financiación alternativas como el ‘crowdfunding’ no son de su agrado: “a mi el crowdfunding no me gusta, pero me parece genial que se haga. No me gusta pedir dinero por anticipado al ‘ciudadano de a pie’. Creo que en el crowdfunding hay una gran implicación emocional de quien colabora. Aquí, en Cataluña, un documental sobre la independencia creo que logró recaudar alrededor de 300.000 euros a través de crowdfunding. En casos como éste creo que la implicación emotiva de los contribuyentes es clara. Sin embargo, con una comedia sería muy difícil alcanzar esas cifras, en el mejor de los casos puedo conseguir ¿20.000 euros?. Nosotros podemos alegar también que estamos vendiendo una imagen positiva… pero a mi no me parece correcto pedir dinero para pagar a Adriá Collado o Melani Olivares, habrá quien diga que trabajen ellos gratis. Sinceramente, ni el crowdfunding ni nuestra opción de brandfunding son la mejor solución para producir cine, la verdad. Ahora estoy trabajando en una película de género y en este caso no voy a intentar convencer a las marcas para que pongan dinero”.
El equipo de producción ha estado formada por profesionales de larga experiencia a los que se han unido estudiantes de audiovisual: “Todo el mundo ha cobrado y ha sido dado de alta en la Seguridad Social. Al final hemos dado e alta como a unas 40 personas que, con los tiempos que corren, no está nada mal. Está claro que los estudiantes no cobraban como los profesionales, pero cobraban, te lo aseguro. También el reparto bajó su caché y el equipo técnico”. Una parte de los sueldos de los actores también será abonada en función de si la película consigue generar beneficios. “Este es una parte de su sueldo que está pendiente de remunerar en función de los beneficios”.
El planteamiento inicial descrito en el plan de negocio prevé un estreno del filme el próximo año con no menos de 50 copias, pero todo dependerá de la repercusión de la película y de la distribuidora que se haga finalmente con ella para su estreno en salas. Los productores ya han tenido contactos con alguna pequeña distribuidora independiente que se ha interesado en el filme, sin embargo, de momento, no quieren renunciar a nada. Incluso en el modelo de distribución no se ha descartado hacer un estreno simultáneo también en plataformas online. “Ahora mismo el mercado está duro y es muy complicado recuperar el dinero de la distribución de una película española y por eso las distribuidoras independientes no te adelantan dinero. Tomaremos una decisión más adelante, todavía no he visto la película y todos los planteamientos pueden cambiar. Imagínate que ganas el premio del público en Málaga y consigues el apoyo de dos televisiones… También hay que tener en cuenta que las comedias no se venden muy bien en el mercado internacional”.
En el apartado técnico cabe destacar que la película se rodó en digital con dos cámara Arri Alexa, durante cuatro semanas. “Rodamos con cámara Arri Alexa porque estéticamente no gustó mucho el ‘look’ conseguido en películas como ‘Drive’. A esto hay que añadir que en Gerona hay un centro de desarrollo de alta tecnología 3D (el Centro Bloom, que cuenta con el apoyo del ayuntamiento) y disponía de dos cámaras Alexa que alquilaban a unos precios más que razonables. Esto era un lujo, porque Gerona es una ciudad pequeñita, con una población de 90.000 habitantes, ya ves, toda la ciudad cabe en el campo de fútbol del Barça. Gran parte del equipo tenía que venir de Barcelona, pero las cámaras las conseguimos en Gerona. Hubiera sido mejor rodar en cinco semanas, pero con dos cámaras, con una buena dinámica de rodaje, los planos que consigues en dos horas son como los conseguirías en cinco horas con una sola cámara. Un buen día de rodaje equivalía a dos. También contamos con un gran operador de ‘steadycam’ que hicimos venir de Málaga que también aportó mucho al rodaje”.
Otro de los puntos fuertes de ‘Dos a la carta’ es su reparto al que fue sencillo convencer para que se embarcarse en esta aventura alejada del tradicional sistema de producción: “No fue complicado conseguir el reparto, al verdad. Por ejemplo, a Carolina Bang le gustó el guión y me dijo que le apetecía mucho venir a rodar a Gerona. Andoni Agirregomezkorta era amigo mío desde hace años… vamos que no fue difícil. Quizá el más complicado fue Sergi López, porque no se veía en una comedia como ésta. Le costó entenderlo, porque la película tiene secuencias con un humor muy gamberro, no como el de ‘Torrente’, pero se le acerca. Por ejemplo, al principio de la película le queman los pechos a una de las actrices. Le explicamos que la película no iba a ser tan hilarante, que iba a a ser mucho más elegante. Creo que es un actor que no está muy explotado a nivel de comedia y es un gran cómico. Le acabamos convenciendo después de mucho insistir. Con Adriá Collado o Melani Olivares, no hubo problemas, les gustó el guión y se lanzaron. Creo que ahora no están las cosas para rechazar muchos trabajos, aunque es cierto que tuvimos que cuadrar las agendas para poder contar con todos. Tuvimos que adelantar el rodaje a agosto porque Melani comenzaba una gira teatral, Adriá también tenía un rodaje en México. También era un aliciente a venirse a rodar al campo, a Gerona, con muy buen rollo”.