Y allí estuvimos. No podíamos faltar en una noche de premios en el hotel Beverly Hilton como la que acompaña a la entrega de los Globos de Oro de la Hollywood Foreign Press.
Una noche de alfombra roja, famosos, fiestas y champán, que Ovedito, nuestro oso mitómano, tampoco se podía perder. Y por supuesto, para hablar de fiestas, y no de premios estamos aquí.
Estrellas no faltaron y el toque hiper-glamouroso de la noche lo puso George Clooney y su flamante esposa Amal, el uno por recibir el premio especial humanitario Cecil B. De Mille y ella por hacer presencia en el acto como «señora de» en su primera aparición pública en los fastos hollywoodienses.
El atentado contra los dibujantes de la revista Charlie Hebdo estuvo en el aire, en la presencia de pegatinas por la alfombra roja y en los discursos de George o del presidente de la HFPA, Theo Kingma. Otros, como Helen Mirren, llevaron su recuerdo en la solapa, cerca del corazón, vistiendo una sutil pluma estilográfica como camafeo, símbolo de la libertad de expresión.
Kevin Spacey en varios segundos polarizó la atención de la sala, más interesados en el champán que en lo que tuviera que decir, con su gran discurso de aceptación de su globo de oro por ‘House of Cards’ y el equipo de ‘El gran Hotel Budapest’ subió apresurado al escenario rebañando cada segundo de su victoria.
Mientras, Ovedito disfrutaba en el bar adyacente tomando caviar fresquito que se servía a los invitados durante la ceremonia, entre la barra libre de bombones Godiva y el bar que servía Moet Chandon por litros.
Después de la ceremonia, Ovedito se paseó por las diferentes fiestas ofrecidas por los diferentes estudios. Warner y Fox fueron las más celebradas e incluso se corrió el rumor de que Prince iba a tocar en directo, como ya sucedió hace algunos años, aunque solo se quedó en rumor. Ovedito no perdió punto y se acodó en la barra de sushi de la fiesta de Universal. Y acabó el día, mejor dicho, la noche en la fiesta de Netflix y los Weinsteins, de nuevo los últimos en cerrar.
La fiesta de Paramount, un poco muermo, y va a ser verdad lo de la crisis porque en lugar de las montañas de gambas de otros años esta edición seguimos con las mini hamburguesitas que, pues bueno, pues vale.
Menos dan que nos dieron mucha estrella por metro cuadrado. Por eso dejaremos para la próxima semana seguir celebrando los secretos de esta gala de estrellas, champán y caviar.
Copyright de las fotos: R&R Communications.