Las guerras acaban. Y la del fútbol no iba a ser menos. El Tribunal Supremo acaba de anular la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid de 2012 que obligaba a Mediapro a pagar 105 millones de euros a Prisa por el incumplimiento de los contratos firmados en junio de 2006.
Mediapro y Prisa (Audiovisual Sport, participada en un 80 por ciento por Prisa y en un 20 por ciento por Televisió de Catalunya) firmaron en junio de 2006 un contrato para establecer cómo ambas empresas contrataban los derechos de los equipos de fútbol, entre ellos, los derechos audiovisuales.
Ese contrato contenía una cláusula que Competencia anuló en 2010 en una resolución: «el pacto de no competencia contenido en la cláusula quinta del contrato de 24 de julio de 2006, entre Sogecable, AVS, TVC Cataluña y Mediapro, que reserva a Sogecable (sólo el Real Madrid) y a AVS la adquisición y renovación (con la excepción del Real Madrid) de los derechos audiovisuales de Liga y Copa (excepto la final) de fútbol, es un acuerdo entre empresas contrario a los artículos 1 de la Ley 15/2007 (Ley de Defensa de la Competencia) y 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea».
La anulación de la cláusula es lo que ha llevado al Tribunal Supremo a desdecir la sentencia de la Audiencia madrileña y a negar el pago de 105 millones de euros (más 220 en avales) de Mediapro a Prisa.
Todo estalló en agosto de 2007, al inicio de la nueva temporada de fútbol, cuando Prisa cortó la señal de los partidos a Mediapro acusándola ya de incumplimiento de contrato. La empresa de Cebrián aseguraba que Roures había negociado y firmado por su cuenta contratos con los equipos, lo que contravenía lo pactado. Fue entonces cuando se sucedieron los juicios (y los años) hasta llegar a la resolución final conocida ayer.
Ahora, el Tribunal Supremo, por unanimidad en sus cinco magistrados, ha decidido que Mediapro sólo debe abonar a Prisa 32 millones de euros, «cantidad que resulta de las liquidaciones entre Prisa y Mediapro por la temporada 2006-2007, la temporada anterior al inicio de todo el conflicto, es decir, la cantidades que ya adeudaba Mediapro antes de que Prisa le cortase la señal de los partidos», según comenta el grupo de Jaume Roures en el comunicado de prensa referente a la sentencia. A los 32 millones de euros hay que sumar los intereses generados desde la fecha de la primera audiencia previa.
Jaume Roures y Tatxo Benet, máximos responsables de Mediapro, han ofrecido una rueda de prensa repasando los casi ocho años que han pasado «muy solos» en el proceso y han asegura que la sentencia del TC ha sido un «espaldarazo» a su trabajo. Roures ha llegado a emocionarse recordando lo duro que fue llevar a la empresa al concurso de acreedores y ha lanzado varias frases a Cebrián y a todo Prisa: «hoy en día son pasto de los fondos de inversión».
La sentencia del Tribunal Supremo no admite recurso.
Según informa el diario ‘El Mundo’, «en las próximas semanas, la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional de París deberá resolver la controversia sobre los costes de adquisición de los derechos audiovisuales de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) correspondientes a las temporadas 2012/2013, 2013/2014 y 2014/2015. Es el acuerdo al que llegaron Canal+ y Mediapro en julio de 2013.»