Kino Lorber ha adquirido los derechos para la distribución en Estados Unidos de ‘El Botón de Nácar’, largometraje documental coproducido por la compañía española Mediapro, que fue galardonado con el Oso de Plata al mejor guión y el premio concedido por The Ecumenical Jury en la última edición del Festival de Berlín.
La película también llegará a través de diferentes distribuidoras a territorios como: Reino Unido, Alemania, Suiza, Dinamarca, Benelux, Portugal, Italia, Grecia, Polonia, ex Yugoslavia, República Checa y Eslovaca, Oriente Medio, México y Canadá, entre otros.
‘El Botón de Nácar’ adentra al espectador en la reflexión de Patricio Guzmán sobre el equilibrio entre los indígenas y el cosmos antes de la conquista de Chile a través de su propia voz en off y del testimonio de varios supervivientes. Mares, glaciares, fiordos, el agua en cualquiera de sus estados sirve de hilo conductor del relato, un recorrido de belleza impactante a través de la geografía chilena que va desde el desierto de Atacama hasta la Patagonia occidental.
Con dirección y guión de Patricio Guzmán, se trata de una coproducción de España, Francia y Chile que forma parte de una trilogía consagrada a Chile, país natal del director, que comenzó en 2010 con ‘Nostalgia de la luz’, donde la acción transcurría en el inmenso desierto del norte del país. Mediapro ya colaboró anteriormente con el cineasta chileno en la producción de ‘Salvador Allende’, la primera película sobre el presidente que se estrenó en Chile después del golpe de estado.
En palabras de Patricio Guzmán “la acción de mi película ‘Nostalgia de la luz’ se desarrollaba en el inmenso desierto al norte del país, donde parece que pueden tocarse las estrellas con la mano. ‘El Botón de Nácar’ se sitúa en la Patagonia, tierra de aguas errantes, archipiélago más grande del mundo. Un pequeño botón es el único rastro, el único vestigio, el único resto de miles de chilenos arrojados al mar durante la dictadura de Pinochet. No es un botón de nácar. Pero cuando lo observé con la lupa, fijado en la superficie del rail oxidado, no podía dejar de pensar en el botón de nácar que Jimmy Button recibió como regalo en 1830. Con 14 años, Jimmy Button recibió este botón del capitán Fitzroy. Era el regalo envenenado que un conquistador ofrecía a un adolescente, tomando a cambio su libertad, su identidad y finalmente su vida. Otro botón se convierte a su vez en el único objeto que da fe de la suerte que corrió uno de los desaparecidos, entre los cientos de desaparecidos atados a un pedazo de hierro y arrojados al mar. Son dos botones que explican la misma historia.”