Amigo del chiste fácil, como es Raimundo Hollywood, las crónicas de Ovedito por el mundo no han podido evitar el chascarrillo del título al pasearse por el festival de animación más importante del mundo que se celebra en la villa francesa de Annecy. Y si a eso añadimos que el país invitado en esta edición era España, el olor del jamón hizo que nuestro oso más cinéfilo desfilase por las diversas fiestas y celebraciones, buscando el santo grial porcino.
Se vio buen cine y el público disfrutó como nadie celebrando las pequeñas tradiciones que se han ido acumulando en los más de cincuenta años de historia del festival, como ese lanzamiento de avioncitos de papel en la sala antes de la proyección que se celebra con gran griterío cuando el avioncito alcanza la pantalla, o los gritos de júbilo con el que se recibe al conejo, mascota de la muestra, cuando aparece por primera vez en las cortinillas animadas que inauguran cada proyección. También están los ruidos de pompitas o de animales con los que se llenan los tiempos muertos de buen humor e impaciencia por ver buen cine.
Annecy sirvió para que las grandes estrellas del cine de animación se dieran cita presentando sus últimos proyectos, desde Carlitos y Snoopy a los Minions de Gru y allí pudimos ver a Ovedito codeándose con lo más granado del cine animado. Vimos también una presentación maravillosa de ‘Atrapa la Bandera’ de Enrique Gato, disfrutamos de la venta a USA de ‘Extraordinary Tales’ y volvimos a revisitar los grandes éxitos del cine de animación español con las proyecciones de ‘El Mago de los Sueños’ de Francisco Macián y de ‘Historias de Amor y Masacre’ de Jordi Amorós.
El jamón «oficial» dejó mucho que desear, pero el Ibérico traído por Sam para celebrar la presencia en competición de su film ‘Pos Eso’ duró poco en las bocas de los hambrientos animadores.
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