España pierde peso en el panorama cinematográfico Iberoamericano. Una pena, pero es una realidad confirmada en los últimos años. Esta es la principal conclusión que se puede extraer de la primera sesión de los “Encuentros informativos audiovisuales iberoamericanos”, organizados por EGEDA y la Casa de América de Madrid, con el objetivo de analizar los retos a los que se enfrenta la industria audiovisual iberoamericana.
Cada sesión, de carácter bimensual, cuenta con dos invitados destacados que en el primer encuentro celebrado el 24 de febrero, han sido el guionista, productor y director uruguayo afincado en España, Álvaro Brechner, y el director general de Crea SGR, Sociedad de Garantía Recíproca, Rafael Lambea. También estaban presentes en la mesa Enrique Cerezo, presidente de EGEDA; Santiago Miralles, director general de la Casa de América; Miguel Ángel Benzal, director general de EGEDA, y el productor Gerardo Herrero.
‘Financiar el cine iberoamericano, un gran desafío. Fuentes, medios y métodos’ ha sido el título elegido para la primera edición de este foro que ha puesto de manifiesto que España ha dejado de ser un socio prioritario para las coproducciones cinematográficas con Iberoamérica. Y no es algo que se deba pasar por alto, porque el 11 por ciento de la producción cinematográfica mundial habla español (o portugués), según la publicación anual Panorama Audiovisual Iberoamericano, promovida también por la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA). En los 23 los países del entorno Iberoamericano (20 territorios latinoamericanos, más España y Portugal y el mercado latino de Estados Unidos), que representan ese 11 por ciento de la producción mundial, en 2014 ese porcentaje supuso 727 millones de espectadores y una recaudación global de más de 3.600 millones de dólares en más de 16.000 pantallas. Además, cada año en estos 23 territorios se estrenan más de 800 títulos nacionales. Datos nada desdeñables y en los que España debería fijarse para intentar retomar el liderazgo en este mercado unido por una lengua común y que ha perdido en la última década, o al menos el cine español no es ya el principal actor como como sí lo era antes. Pero eso no es todo, según un estudio de FAPAE, 157 largometrajes españoles se exhibieron fuera de España en 2014, lo que supone un aumento del 11,3 por ciento con respecto a 2012. De estos 157 títulos españoles distribuidos internacionalmente, el 48,4 por ciento está formado por películas íntegramente españolas, el 30,6 por ciento por coproducciones mayoritarias o igualitarias, y el 21 por ciento por coproducciones minoritarias. Italia (36), México (30), Colombia (25), Corea del Sur (23) y Argentina (22) componen el top 5 de países que más películas españolas llevaron a sus cines en 2014. Francia y Chile se quedaron en 16 títulos, Brasil con 15, Estados Unidos con 13 y Reino Unido con 12. Destaca el crecimiento del cine español en Chile, dado que casi ha duplicado el número de películas mostradas en comparación con 2012. Según zonas geográficas, por primera vez en los últimos años, Latinoamérica supera a Europa en la distribución de películas españolas y Asia está por delante de Estados Unidos, ya que el 45,8 por ciento se exhiben en países latinoamericanos, el 37 por ciento en Europa (sin contabilizar España), en Asia un 10 por ciento, en Estados Unidos el 5 por ciento y en Oceanía un 2,2 por ciento.
“Hace diez año producir en Latinoamérica era coproducir con España. Existían políticas impulsadas para ello, un programa Ibermedia potente y se contaba siempre con el apoyo de Televisión Española. Ahora España ha perdido ese liderazgo debido a la crisis económica y este paso atrás ha venido además acompañado de políticas de estímulo interesantes en otros territorios latinoamericanos como Chile, Colombia, Perú e incluso Venezuela”, ha comentado Álvaro Brechner. Para el director de ‘Mr. Kaplan’ ahora es más sencillo coproducir con otros países de Europa como Francia, Alemania o Suiza o incluso del entorno iberoamericano que con España. “Creo que España debe replantearse esta situación y aunar esfuerzos para intentar recuperar el terreno perdido en estos años”, apuntó el director uruguayo que produce sus películas siempre con un pie en cada lado del Atlántico.
En 2012, España produjo un total de 182 largometrajes de los cuales 56 fueron producciones con otros países, la segunda mejor marca de la última década. De esas 56 producciones, 43 fueron coproducciones bipartitas, 8 de ellas con Argentina, la misma cifra con Francia y 5 con Estados Unidos. Argentina y Francia fueron los países con los que más coprodujo España en 2012, con un total de 12 coproducciones en sus diferentes variantes. En 2013, en un momento de auge de la crisis, España produjo 231 largometrajes, de los cuales 57 fueron coproducciones internacionales, la cifra más alta de la década empatada con 2007. En 2013 España realizó 44 coproducciones bipartitas y 9 de ellas con Argentina, 7 con Francia y 5 nuevamente con Estados Unidos. Francia se convirtió en 2013 en el principal socio coproductor de España en 2013 con 13 coproducciones, seguida de Argentina con 11. Ya en 2014 la producción total de largometrajes fue 216, de los cuales 42 fueron coproducciones y 38 de ellas bipartitas. El país que más coproducciones a dos bandas hizo con España en 2014 fue Estados Unidos con 8, igual que con Francia y Argentina ya con solo 4 coproducciones. En 2015 se produjeron en España 255 largometrajes, de los cuales 56 fueron coproducciones internacionales. Las cifras hablan por sí mismas. En opinión de Gerardo Herrero, productor precisamente del próximo proyecto de Álvaro Brechner, ‘Memorias del calabozo’, coproducción entre la española Tornasol y la uruguaya Salado Media premiada recientemente en la Berlinale y anteriormente en San Sebastián, “la política cultural española no existe y el nuevo modelo de financiación del cine se ha cargado la coproducciones financieras con Iberoamérica, porque con solo 30 millones de euros para el fondo y otros 30 millones para pagar deudas es imposible”, comenta el máximo responsable de Tornasol Films.
La presencia de Rafael Lambea en el encuentro tenía como objetivo mostrar algunas herramientas de financiación que pueden ayudar a mejorar esta situación. La principal propuesta es precisamente la Sociedad de Garantía Recíproca, Crea SGR, una iniciativa consolidada en España que en diez años ha avalado operaciones por valor de 300 millones de euros y ha analizado 1.000 proyectos culturales: “actualmente estamos en disposición de implementar una herramienta similar a Crea SGR en cualquier país iberoamericano”, ha asegurado Lambea, que posteriormente ha enumerado las razones del éxito de un producto financiero como éste.
En primer lugar destaca por su sencillez, ya que Crea SGR solo avala proyectos pero con todas las garantías, «en primer requerimiento». Otro de los factores que han sido clave en su buena acogida por el sector, a juicio de su director general, es la fecha de su nacimiento en el año 2006, en plena ebullición del crédito bancario “lo que nos permitió tener tres años de rodaje para limar nuestro producto sin el agobio posterior que supuso la crisis”, señala Lambea. Otra de las virtudes de la SGR cultural, auspiciada por EGEDA y el ICAA, es su independencia “nunca hemos recibido presión para la concesión de un aval”, afirma el máximo responsable de Crea SGR. Por último, «la transversalidad financiera», es decir, un concepto innovador en una entidad financiera consistente en incorporar al análisis de riesgo el componente creativo que adecuara la concesión de aval a los productos culturales. “Puesto que el análisis de riego es igual en todos los sitios, en un futuro, no sería extraño contemplar una red de Sociedades de Garantía Recíproca latinoamericanas que compartieran productos culturales”, explica el director general de Crea SGR, que además señaló que se esta viviendo una «desbancalización de la sociedad y a las entidades financieras les va a tocar salir fuera a buscar a los productores».
Otros de los productos financieros para el sector audiovisual en los que está trabajando actualmente EGEDA es una plataforma de Crowdfunding denominada Platino Crowdfunding, que todavía tiene que ser aprobada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores. “Crea SGR es parte de la solución pero no es la solución completa, por eso en EGEDA estamos trabajando en esta plataforma de crowdfunding, que estimamos que podría sustituir el 15 por ciento que representaba antes el mercado del DVD”, manifestó Miguel Ángel Benzal.