En el marco del Festival de Cannes, los productores europeos integrados en FIAPF (FAPAE forma parte de la Federación como representante de la producción española), han presentado en su Asamblea General un Informe sobre las consecuencias del Mercado Único Digital planteado por la Comisión Europea en 2015.
El informe “The impact of cross-border access to audiovisual content on EU consumers”, que ha sido realizado por Oxera and O&O y del que ya dimos cuenta en Audiovisual451, analiza el impacto de la nueva estrategia del mercado único digital en la Unión Europea, cuyo objetivo es facilitar el acceso transfronterizo de contenidos en línea de un país comunitario a otro. Una suposición que según argumentaba la Comisión Europea, “traería mayor beneficio a los consumidores”. Pero el Estudio presentado por FIAPF (Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Films) sugiere que el resultado sería el contrario: se provocaría una pérdida de “bienestar de los consumidores” evaluado en 9,3 mil millones de euros (10,5 millones de dólares).
Con «el bienestar del consumidor» en el Estudio se define la medida de los beneficios individuales derivados por las personas que consumen bienes o servicios particulares. Además, esta medida planteada por la Comisión Europea produciría una pérdida de ingresos para la industria de hasta 8,2 mil millones de euros (9,3 mil millones de dólares) y un descenso del 48% para los contenidos de televisión y un 37% para películas.
“El modelo puesto sobre la mesa por Europa sobre el Mercado Único Digital implica un cambio de 180 grados en los procesos de producción, comercialización y financiación de las producciones audiovisuales, hasta el límite de poder poner en riesgo la viabilidad de la industria independiente.La situación nos lleva a oponernos a un cambio tan radical sin que se prevea una consideración especial en el sector audiovisual de las nuevas medidas adoptadas y se valore en cada fase el impacto real que las modificaciones suponen”, ha señalado Ramon Colom, presidente de FAPAE.
El Estudio, que ha sido realizado en los 28 países miembros de la Unión Europea, concluye que, además, los títulos extranjeros también se verán afectados negativamente. Advierte que en lugar de mejorar la elección del consumidor, como pretende la Comisión Europea, este cambio erosionará la explotación territorial y conducirá a un enorme coste para el público, así como de la economía creativa europea, amenazando la diversidad cultural tanto en la producción y distribución. ESTUDIO
