La Comisión Europea ha presentado una serie de iniciativas que vienen a retocar la regulación audiovisual, vigente desde hace casi 30 años. Le ha tocado el turno a las plataformas online a la carta: Europa quiere que estén obligadas, al igual que las televisiones y las operadoras de telecomunicaciones, a destinar parte de sus ingresos a la producción europea.
En concreto la Comisión Europea detalla:
«Más creatividad europea: actualmente, las empresas de radiodifusión televisiva europeas invierten alrededor del 20 por ciento de su volumen de negocios en contenidos originales y los proveedores a la carta, menos del 1 por ciento. La Comisión desea que dichas empresas sigan destinando al menos la mitad del tiempo de emisión a obras europeas y obligará a los proveedores a la carta a velar por que en sus catálogos haya al menos una participación del 20 por ciento de contenidos europeos. La propuesta también aclara que los Estados miembros pueden pedir a los servicios a la carta disponibles en su país que contribuyan financieramente a obras europeas.»
Actualmente, servicios como Netflix producen series originales en varios países de Europa: ‘Marseille’ en Francia, ya disponible, y prepara ‘Dark’ en Alemania y otra más en España con Bambú Producciones, entre otras. Se espera la entrada en el mercado español de HBO, que justamente hoy ha anunciado que ha llegado a un acuerdo con Vodafone para ofrecer su servicio de streaming. Amazon es otro operador presente en países como Reino Unido y que podría expandirse en un futuro, de manera que tendría que atenerse a esta normativa de inversión obligatoria en contenido europeo.
Por otro lado, la Comisión propone una mayor responsabilidad de las plataformas online al estilo de YouTube en materia de protección al menor:
«Plataformas responsables de intercambio de vídeos: las plataformas que organicen y marquen una gran cantidad de vídeos tendrán que proteger a los menores de contenidos nocivos (como pornografía o violencia) y proteger a todos los ciudadanos de la incitación al odio. Entre las medidas pormenorizadas hay instrumentos para que los usuarios notifiquen y marquen contenidos nocivos y sistemas de verificación de la edad o de control parental. Para asegurarse de que las medidas tienen futuro y son eficaces, la Comisión invitará a todas las plataformas de intercambio de vídeos a trabajar en la alianza para proteger mejor a los menores online, con miras a elaborar un código de conducta para el sector. Antes que ser sencillamente autorreguladores, los reguladores audiovisuales nacionales tendrán la facultad de aplicar normas, que, dependiendo de la legislación nacional, podrán también dar lugar a multas.»
La Comisión Europea sigue adelante con su estrategia de Mercado Digital Único, cuya medida más sorprendente fue anunciada el año pasado: derribar las barreras geográficas a la hora de explotar una obra audiovisual dentro del continente, con el fin de que los ciudadanos puedan disfrutar de los servicios contratados en su país incluso estando accediendo desde otro punto de la Unión Europea, entre otros beneficios para el consumidor. Los productores europeos ya se han mostrado en contra de esta medida que implicaría «un cambio de 180 grados en los procesos de producción, comercialización y financiación de las producciones audiovisuales, hasta el límite de poder poner en riesgo la viabilidad de la industria independiente».
Estas medidas han sido anunciadas con otras que afectan a las televisiones tradicionales.