‘Buscando a Dory’ de Disney•Pixar reúne en la gran pantalla a uno de los personajes más queridos del público, un pez cirujano color azul que vive feliz en el arrecife de coral en compañía de Nemo y Marlin. Pero de repente, Dory recuerda que tiene una familia en algún sitio y que a lo mejor alguien la está buscando en algún sitio. Así que, embauca a Marlin y Nemo en una increíble aventura oceánica que les llevará al prestigioso Instituto de Vida Marina (MLI) de California, un acuario y centro de recuperación de especies marinas.
‘Buscando a Dory’ regresa al maravilloso entorno marino que hizo las delicias del público en 2003 con ‘Buscando a Nemo’. Según el director Andrew Stanton, los realizadores se enfrentaron a un curioso problema. “Nuestra tecnología ha avanzado mucho desde entonces”, dice. “Pero nos atenemos al diseño, al aspecto y a la filosofía de la película original. Así que tuvimos que ‘colar’ las mejoras. Nuestra iluminación es más compleja. La flora y la fauna tienen más detalles.
“Afortunadamente, acertamos con el aspecto de la primera película, a pesar de que no disponíamos de la tecnología actual”, continúa diciendo el director. “Conseguimos que el público tuviera la impresión de que estaban bajo el agua y hemos seguido esa misma línea porque fue un enorme éxito”.
‘Buscando a Dory’ empieza en el conocido arrecife de coral donde viven Marlin y Nemo, pero se aventura hasta llegar a la costa de California y al interior del Instituto de Vida Marina. Así que a pesar de que los realizadores han mantenido el estilo que diseñaron hace más de una década, han creado nuevos y atrevidos escenarios que van a fascinar al público.
Dónde está Dory
El Arrecife es un homenaje a la diversión, a la familia y a las comodidades del hogar. Marlin, Nemo y Dory, el nuevo miembro de la familia, se resguardan en los corales y las algas de brillantes colores… hasta que deciden emprender una nueva aventura. “El arrecife de coral es una versión ligeramente más elegante, más dinámica de la que vimos en la primera película”, dice Stanton, “pero no nos quedamos mucho tiempo allí”.
El Bosque de Algas Marinas se encuentra a las afueras del Instituto de Vida Marina. Es turbio pero mágico, y los rayos de sol se deslizan entre los tallos de las algas marinas. “Siempre nos atrajo la idea de un bosque de algas marinas”, dice Stanton. “Es muy llamativo. Es como un bosque de secoyas submarino”.
Angus MacLane, el codirector, añade: “El proceso de elaborar en el ordenador el bosque de algas marinas fue muy complejo. Sobre todo a la hora de crear efectos realistas del agua alrededor de las algas marinas. Habría sido imposible en la época de ‘Buscando a Nemo’. Pero ahora, gracias a las nuevas herramientas de iluminación y rendering, hemos creado una iluminación más realista en el agua. Eso nos ha ayudado a que el entorno del bosque sea más creíble”.
El Instituto de Vida Marina (MLI) es un centro de rescate y recuperación de especies marinas y también un acuario. El MLI es enorme, con una gran variedad de piscinas e instalaciones educativas. “Es un centro muy avanzado dedicado a la conservación de las especies marinas”, dice Stanton. “Quieren concienciar al mundo sobre la vida marina y cómo se integra en nuestro planeta y en nuestra vida”.
Pero el director añade que conseguir el aspecto de la película no fue tarea fácil. “Cuando estás en una cubículo de cristal lleno de agua, los reflejos se deforman de manera muy rara. La imagen se rompe. El resultado nos parece muy natural pero entraña una gran dificultad. Afortunadamente, pudimos utilizar la tecnología actual para que la refracción y los reflejos fueran creíbles”.
