El verano es un tostadero y para refrescarse lo mejor es ir de fiesta. Esa es la filosofía de Raimundo Hollywood que parece de la generación de aquellos que todavía iban al cine no por lo que ponían en cartelera si no porque se estaba fresquito en la sala. Pero claro esos eran los tiempos en los que aún quedaban cines en las Gran Vías de las ciudades.
Nuestro oso cinéfilo es algo más joven y afortunado y esta semana se nos fue a refrescar a la premiere de ‘Despicable Me 3’ o, en castellano y para que aprendamos idiomas, ‘Gru 3. Mi villano favorito’. Traducción verbatim.
La nueva producción de Illumination deja claras un par de cosas: Que saben cómo hacer dinero explotando una vez más a los populares “miñones” amarillos que tanta gracia nos hacen aunque no les entendamos ni tengan ninguna lógica. Y, dos, que también saben cómo gastarlo, llenando la película de todas esas canciones de los adorados 80 que tanto amas pero de las que ya empiezas a estar harto. Temas que tanto cuestan como todas las canciones que incluyen del mismísimo Michael Jackson y con las que piensan hacer una millonada de dinero.
La animación está bien, la película es muy franchute y es todo lo que vamos a decir de una cinta que claramente no está hecha para ganar un Oscar (aunque seguro que no les importaría). ‘Gru’ va a hacer dinero. Pero los estudios también se gastaron un pastón construyendo una vez más un parque de atracciones en medio de un aparcamiento en el corazón de Los Angeles. Un parque situado delante del Auditorio Shrine donde fue la premiere, sala más conocida por ser la sede de los Oscar durante muchos años.
Hubo de todo, noria, alfombra roja que no era roja sino amarilla por razones obvias, barracas de feria, mucha comida (pero ninguna gamba), helados, camisetas impresas a tu gusto y discreción. Un deja vu de la anterior fiesta de Illumination (como lo es la película) pero una iniciativa resultona donde por supuesto no faltaron muchos miñones corpóreos y todo tipo de oportunidades para sacarse una nueva foto bajo el calor californiano.
Copyright de las fotos: R&R Communications.