El pasado viernes 17 de noviembre de 2017 se reunieron en Sitges asociaciones de productores de distintos puntos de España, con el objetivo de debatir sobre el modelo de financiación del audiovisual, dando continuidad a la propuesta presentada por PROA en el Festival de Cine de San Sebastián y en el Festival de Cine Fantástico de Sitges.
En la cita se encontraban representadas casi 500 empresas de diferentes puntos del país, organizadas en 19 asociaciones: ADN, AEPA, AMA, PATE (Madrid); AGAPI (Galicia); APAIB (Baleares); APROAR (Aragón); AVAPI, PAV (Valencia); EPE-APV, IBAIA (País Vasco); NAPAR (Navarra); PAC, DEVICAT, PRO-ANIMATS, PRO-DOCS, PRO-FICCIÓ, PRO-TV (Catalunya); SAVE (Canarias) y a las que se espera puedan sumarse en breve otras asociaciones.
La propuesta unitaria de los productores audiovisuales parte de la defensa de un modelo de Fondo del Audiovisual que no dependa mayoritariamente de los presupuestos del Estado, sino que tienda a la autofinanciación a través de las aportaciones de cada una de las partes que se benefician de las obras audiovisuales, utilizando medidas que ya se aplican con éxito en otros países europeos, como la regulación de la aportación de las empresas de servicios “on demand”, aportación que actualmente ya realizan en España las televisiones, tanto públicas como privadas.
La aplicación de las medidas propuestas supondría un incremento de casi el triple de la inversión actual y sin embargo, para el Ministerio de Cultura significaría mantener inicialmente la misma aportación e ir disminuyéndola en años sucesivos. El incremento del fondo permitiría dotar mejor las líneas existentes de cine, recuperar el apoyo al desarrollo, a la promoción y difusión e incluir géneros que ahora no reciben ninguna ayuda y que son de vital importancia para nuestro sector: series, telefilms y documentales televisivos, proyectos web o videojuegos.
Las asociaciones impulsoras de estas medidas se comprometieron a seguir trabajando conjuntamente para debatir con otras entidades las propuestas, con el objetivo de conseguir una alternativa al actual sistema de financiación que cuente con el apoyo de todo el sector audiovisual. Al mismo tiempo y como resultado del buen entendimiento que se consiguió en el encuentro, se ha decidido dar continuidad a este tipo de reuniones para trabajar en otros temas que sean de interés para todo el sector.
El nuevo modelo de financiación propuesto por PROA (Productores Audiovisuales Federados), con el apoyo del Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC), ha analizado la financiación audiovisual de 22 países del entorno europeo. Fundamentalmente, las bases del análisis son las diferentes aportaciones que realizan al audiovisual tanto la administración pública, como las televisiones, el sector de exhibición cinematográfica y otros ingresos procedentes de apartados ajenos al audiovisual y la cultura como la lotería o incluso un canon para financiar la televisión pública.
PROA propone para España la creación de un Fondo Nacional Público de Apoyo al Sector Audiovisual, que denomina FASA, y estaría gestionado por el ICAA. Según las previsiones de los productores, este fondo tendría una dotación económica de 158 millones de euros en su primer año, procedente de los presupuestos generales del Estado, las televisiones de ámbito nacional, las plataformas de VoD, el sector de exhibición y el de producción.
El Estado aportaría a través de presupuestos 66 millones de euros, un 10 por ciento menos que en la actualidad. El sector de exhibición cinematográfica: 54 millones de euros procedentes de la rebaja del IVA. Esto es, como el tipo impositivo de las entradas de cine pasará en breve del 21 al 10 por ciento, esa diferencia del 11 por ciento no iría a la cuenta de resultados de los exhibidores ni les permitiría reducir el precio de la entrada, sino que revertería de nuevo en el sector audiovisual.
Las televisiones seguirían con la obligación de invertir en cine el cinco por ciento de su facturación anual pero de esta cantidad, el 25 por ciento debería destinarse al nuevo fondo, unos 25 millones de euros según el estudio de PROA. Esto significa que el 75 por ciento restante sería el que dispondrían las televisiones para la inversión directa en producción, coproducciones o compra de derechos de antena. Por último, las empresas de servicios de Video On Demand aportarían por su parte un uno por ciento de su facturación total, que sería unos 13 millones de euros. De ahí saldrían los 158 millones de euros del fondo en el primer año.
La propuesta de PROA propone repartir de la siguiente manera esos 158 millones de euros: Un millón de euros para la organización de festivales; tres millones para cortometrajes; 800.000 euros para financiar la asistencia de películas españolas a festivales; 60 millones de euros para ayudas generales y préstamos participativos; diez millones de euros para ayudas selectivas; siete millones para ayudas a desarrollo; cinco millones de euros para promoción y difusión; tres millones para distribución y la misma cantidad para exhibición; dos millones para producciones web; ocho millones de euros para videojuegos; 22 millones de euros para animación (cine y televisión) y 7,2 millones para documentales.
Para la producción de cine, PROA propone además introducir el concepto de préstamo participativo, con el objetivo de que se realice un retorno progresivo por parte de las productoras de la ayuda percibida, hasta cubrir la totalidad del importe, en el caso de que la producción obtuviera unos beneficios superiores a la cantidad consensuada entre la Administración y los productores. Esta modalidad estaría destinada a películas con clara vocación comercial.