La 32ª edición de los Premios Goya quedará para la historia como la gala en la que se denunció con más fuerza que nunca la situación de desequilibrio de las mujeres en el mundo audiovisual, tanto en el guión de la propia ceremonia como en las declaraciones de los participantes. Y para dar una mayor visibilidad a la reivindicación, CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales), repartió entre los invitados abanicos rojos con el hashtag #MASMUJERES. También será recordada porque triunfaron películas de lengua no española, ‘La librería, en inglés; ‘Handia’ en euskera, y ‘Verano 1993’, en catalán.
En la 32ª edición de los Premios Goya solo había un 27 por ciento de mujeres nominadas y en ocho categorías ni una sola mujer. Eso sí, dos de las cinco películas que aspiraban al máximo galardón estaban escritas y dirigidas por mujeres, mujeres que además ganaron. A título particular, Isabel Coixet se llevó los premios a la mejor directora y guión adaptado por ‘La librería, mientras que Carla Simón se llevó el Goya a la mejor dirección novel por su ópera prima ‘Verano 1993’.
El informe ‘La representatividad de las mujeres en el sector cinematográfico español’, realizado sobre los 154 largometrajes presentados a los 31º Premios Goya, la edición de 2017, ponía de manifiesto que de las 2.270 personas desarrollaron diferentes cargos de responsabilidad en el cine, el 74 por ciento eran hombres y el 26 por ciento, mujeres. El porcentaje de representatividad de mujeres respecto de 2015, a pesar del incremento en el número de largometrajes, se mantenía estático. Las mujeres está representadas de manera mayoritaria en áreas como el diseño de vestuario (83 por ciento) y maquillaje y peluquería (75 por ciento) y se acercan a la paridad en dirección de producción y dirección artística, con un 44 por ciento. En dirección ronda el 16 por ciento y un punto más en guión. Por eso resulta milagroso que en las dos candidaturas de dirección de este año (general y novel) hayan ganado mujeres. Además de las actrices Nathalie Poza, Adelfa Calvo y Bruna Cusí, otras ganadoras en otros apartados de los 32º Premios Goya fueron Saioa Lara por el vestuario de ‘Handia’; Laura Ferrés por el cortometraje documental ‘Los desheredados’, y Ainhoa Eskisabel, Olga Cruz y Gorka Aguirre por el maquillaje y la peluquería de ‘Handia’.
“Lo que ocurre en la calle siempre empapa lo que pasa en la ceremonia, en esta y en todas. La negociación de verdad para alcanzar la igualdad de género no es en una ceremonia. Yo creo que habría que empezar por la igualdad salarial, nos falta mucho camino por recorrer… No sé si esta ceremonia servirá para algo, sinceramente, si hay que reivindicar algo siempre me da mucho pudor hacerlo pero nunca está demás, siempre que se haga con un tono ligero, no me gustan los discursos graves, consigna…”, comentó Isabel Coixet tras la conclusión de la ceremonia del pasado sábado 3 de febrero.
Isabel Coixet no es la primera vez que gana el Goya a la mejor dirección, ya hizo lo propio con ‘La vida secreta de las palabras’ en la 20ª edición de los galardones de la Academia del cine español, en el año 2006. Entonces también se alzó con el premio al mejor guion original. Con ‘Mi vida sin mi’ se llevó también el premio al mejor guión adaptado en el año 2004.
“Ahora creo que tengo más herramientas para mantener mi ‘Librería’ y pese a quien pese seguir con ella. No esperaba los premios a la mejor película y directora, quizá el guión adaptado sí, porque pienso que la gente iba a pensar que los ‘Javis’ son muy jóvenes y tienen mucha carrera por delante”, reconocía Coixet, que contó a los periodistas que pronto rodará su próximo proyecto: “La vida sigue, yo ya estoy en otra batalla, estoy escribiendo un nuevo guión. Es bonito que esto ocurra. Creo que este nuevo proyecto lo rodaré pronto”.
‘La librería’ se llevó los tres galardones más codiciados de los Goya, mejor película, dirección y guión adaptado y ahora comenzará verdaderamente su carrera internacional en el próximo Festival de Berlín: “El pescado aquí ya está vendido, ahora lo tenemos que vender fuera. Tenemos distribuidores muy buenos en el mundo y estaremos en el Festival de Berlín que será la plataforma de lanzamiento de la película internacionalmente”, comentó Coixet. La directora de ‘La librería’ no tenía claro que se fueran a reforzar las pantallas de ‘La librería’ en España: “No sé si aquí en España se van a aumentar las pantallas, ¿te imaginas que ocurriera? Decían que sí pero no lo sé realmente, la verdad”
Por su parte, Carla Simón estaba muy contenta sobre todo porque los actores de su ópera prima habían sido premiados. Tampoco quiso esquivar el tema protagonista de la noche: “El abanico no podía faltar, era importante. Creo que la gala de hoy no es suficiente, es importante que se diga que debería haber más mujeres haciendo cine y seguramente dentro de un año no cambie nada, necesitamos más tiempo. Necesitamos referentes y que se dé un impulso desde la política. Es un proceso largo, ojalá se incorporen más mujeres al cine”.
También veía los Goya como el fin de un camino: “Los galardones suponen el final del viaje de ‘Verano 1993’, ahora hace un año que estrenamos en Berlín y es una manera genial de cerrar ese viaje y empezar algo nuevo. Realmente, el cierre definitivo será también en Berlín, donde voy a participar en la sección donde ‘Verano 1993’ ganó el premio a la mejor ópera prima”.
Sobre su nuevo proyecto, Simón contó poco, pero suficiente para deducir que no se alejará demasiado de las inquietudes de su ópera prima: “El nuevo proyecto está aún muy verde pero volverá a girar en torno a las relaciones familiares y en un entorno rural, tengo unas ganas locas de poder encerrarme a escribir y soltar ‘Verano 1993’ de una vez”.
La directora novel del año piensa que la normalidad de ver películas subtituladas y no dobladas tiene que venir desde la educación: “Yo creo que cuando películas en catalán, gallego o euskera se estrenan con subtítulos y funcionan es un milagro. Creo que el hecho de que gane ‘Handia’ o ‘Verano 1993’ ayuda, pero pienso que es un tema de educación, que los niños se acostumbren a ver obras subtituladas. Igual te digo que nosotros doblando la película para poder llegar a ciertas salas”.
En este año de locura que ha puesto en el mapa en el panorama cinematográfico español a la autora de ‘Verano 1003’, una de las cosas que ha aprendido es el poder del cine como medio masivo: “Yo tenía muchas ganas de hacer cine, contar historias… Una cosa que he aprendido en este último año es el poder que tiene el cine, la emoción de la gente… la gratitud y ese poder de llegar a tanta gente”, concluyó