El 11 de mayo Márgenes Distribución estrena ‘Niñato’, debut en la dirección de largometrajes de Adrián Orr, colaborador habitual como ayudante de dirección de directores de la talla de Alberto Rodríguez, Javier Fesser, Santi Amodeo, Javier Rebollo o Montxo Armendáriz. Este documental cien por cien independiente ha logrado numerosos galardones en su recorrido por festivales, como del Premio Nuevas Olas del Festival de Cine Europeo de Sevilla, el Premio a la Mejor Película en BAFICI, el Premio a la ópera prima más innovadora de la sección Regard Neuf del festival Visions du réel, o la nominación a Mejor Documental en los Premios Feroz, entre otros reconocimientos.
Ambientada en un barrio popular madrileño y filmada durante cinco años, ‘Niñato’ narra el día a día de David, un joven desempleado que se hace cargo del cuidado de sus tres hijos pequeños. Pese a las numerosas dificultades que debe afrontar, el protagonista de esta historia lucha por inculcar a sus hijos valores y herramientas para enfrentarse a un mundo cada vez más complicado. Su pasión creativa por el hip-hop y sus improbables aspiraciones de triunfar en la escena musical aportan la imprescindible dosis de ilusión a su vida.
Se trata de una producción de Adrián Orr y Hugo Herrera (New Folder Studio), protagonizada por David, Oro, Mia y Luna Rasanz, Aurea Reyes y Ester Blanco. Además de la dirección y la producción Orr se ha encargado también del guión y la dirección de fotografía. Ana Pfaff se ha encargado del montaje y Eduardo Castro del sonido. La música original es de Gonzalo Cort y Cayetano Martín es el responsable de la corrección de color. El productor Hugo Herrera ha contado a Audiovisual451 las peculiaridades de un rodaje tan inusual.
Audiovisual451: ¿Cómo se planifica un rodaje de cinco años?
Hugo Herrera: “Se hace con mucho cariño, porque si no, es imposible. Adrián Orr es el director pero también es el principal productor, básicamente porque la película dependía sobre todo de su inversión de tiempo, nosotros le hemos apoyado con toda la logística que hemos podido, con medios técnicos, pero, insisto, la principal inversión ha sido el tiempo de Adrián. Solicitamos ayuda al ICAA pero no conseguimos ningún apoyo y decidimos continuar con nuestros propios recursos, porque el proyecto no requería una inversión muy grande, además, nosotros también somos un estudio de postproducción y disponíamos de medios para seguir adelante”.
A451: ¿Cuál es el germen?
H.H: “El proyecto surge de un cortometraje de Adrián que decide convertirlo en largometraje, decide continuar grabando“.
A451: ¿Estaba clara desde el principio toda la estructura narrativa de la historia?
H.H: «Realmente, el tiempo que se ha dilatado el proceso podía haber sido casi infinito, pero a nosotros nos tocó el papel de parar los pies a Adrián, también hubo algunos parones en el montaje durante todo este tiempo y tampoco estaba clara al cien por cien la estructura narrativa de la película… Ha sido un proceso de búsqueda importante que se podía haber alargado mucho más la producción… Se ha hecho más en el proceso de montaje, porque aunque es una película que utiliza elementos de ficción, no deja de ser un documental”.
A451: Un documental pero muy cercano a la ficción…
H.H: “Es que era un objetivo que la película se interpretase como una ficción, pero teniendo en cuenta que siempre nos movemos en un documental, en la vida de esta familia, que el tiempo pasa… en definitiva es la realidad. Somos de la opinión que la línea entre documental y ficción se debería diluir, cuentas una historia que interpreta el espectador como considera, independientemente de que los personajes sean reales o no”.
A451: Como casi siempre en el documental el montaje es crucial pero ¿y las demás fases de la postproducción?
H.H: “La posproducción de todo este material rodado durante cinco años ha sido una de las cosas más complejas. El rodaje ha sido una labor increíble de Adrián, eso es lo principal, con el apoyo de David y su familia. Nosotros sobre todo nos dedicamos a la publicidad y a la postproducción, sobre todo al etalonaje. Hemos tenido que rescatar mucho material de la primera etapa, del corto, y después todo ha estado más unificado, pero ha habido que igualar muchas texturas, grano… También se rodó con diferentes cámaras…”
A451: ¿Cómo fue la inmersión de Adrián Orr en la familia para que la realidad brotara y además la cámara no afectase a su día a día?
H.H: “La familia no ha sido muy consciente de todo. También el rodaje se alargó mucho porque queríamos una atmósfera determinada, básicamente en invierno. No se iba todos los días, cuando se decidía rodar, Adrián se convertía en un elemento más del mobiliario de la casa. También Adrián se decantó por un punto de vista centrado en quedarse fuera, sin intervenir en absoluto. Los niños sabían que cuando llegaba el frío iba a venir Adrián Orr con su cámara, al principio de estas diferentes etapas de rodaje eran un poco más conscientes de su presencia, pero pronto se olvidaban de él. Hay que tener en cuenta que David es muy amigo nuestro, de otra manera hubiera sido imposible. Hubo muy pocas indicaciones en rodaje, quizá alguna cosa a veces para que arrancase una escena pero poco más, no hemos interferido en su vida diaria”.
A451: ¿Había más gente además de Adrián?
H.H: “Pensamos en aumentar el equipo, hacer un despliegue mayor, con iluminación, sonido… Creo que lo peor de la película es el sonido, pero también es inherente a esta metodología de producción, de lo contrario habría perdido la esencia. Lo bueno es que ya teníamos la experiencia del cortometraje y por eso al final desistimos de aumentar el equipo”.
A451: La carrera internacional ha sido importante…
H.H: “Pecamos un poco de novatos, tuvimos la oportunidad de iniciar la carrera internacional en Suiza y en Argentina. Los dos festivales pedían que fuera un estreno internacional y como era en la misma semana, accedieron a que se estrenase en los dos sitios. Esto significó un estreno internacional al nivel que esperábamos, luego intentamos otros festivales como Locarno, pero no salió… La película ha pasado después por otros festivales, sobre todo en Latinoamérica, donde ha funcionado muy bien, con varias menciones, mejor película en Quito… El estreno nacional fue en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde también fuimos premiados y además con dotación económica, lo que para nosotros era muy importante”.
A451: ¿Pero por qué no se ha estrenado comercialmente antes, teniendo en cuenta su éxito internacional?
H.H: “Nos costó un poco cerrar la distribución. Teníamos varias propuestas pero queríamos analizar si eran las más adecuadas. También valoramos contratar a un freelance de distribución o incluso encargarnos nosotros directamente. Márgenes Distribución mostró interés desde el primer corte. Participamos en el Festival de Las Palmas de Gran Canaria en su apartado destinado a proyectos y allí pudieron ver esa primera versión. Había otras ofertas que tanteamos, pero al final todo se alargó y se nos echó el tiempo encima sin darnos cuenta. Quizá hubiera sido bueno estrenar un poco antes, pero no encontramos una fecha adecuada hasta ahora”.
A451: ¿Cómo será el estreno en España?
H.H: “Se van cerrando salas cada día, vamos cubriendo huecos. Por ejemplo, vamos a tener copia en los Renoir Princesa de Madrid, que nos hace especial ilusión. Estas películas tienen que conseguir construir su carrera a partir de algunas salas importantes del circuito alternativo”.
