Paseándose por el Paseo de la Fama de Hollywood Boulevard, de camino al Teatro Chino para comprobar que los turistas siguen dejando ver algún trocito de las huellas de los famosos, Ovedito, nuestro oso mitómano se preguntaba qué hay que hacer para que dediquen una estrella con su nombre.
Y dicho y hecho, resulta que esta semana, la Cámara de Comercio de Hollywood, encargada de conceder tales honores, ha anunciado quienes serán los merecedores de tener su estrella en el corazón de la ciudad del cine.
Este año, son 30 los llamados a la eternidad. Robert de Niro, Guillermo del Toro o Lupita Nyong’o entre las estrellas de cine y Candice Bergen, Lucy Liu y Alvin y las ardillas (Alvin y las Ardillas?, se pregunta Ovedito. ¡Todavía hay esperanzas para un oso mitómano!) en el campo de la televisión serán algunas de las estrellas que en algún momento próximo honrarán el Paseo de las Estrellas con su presencia para desvelar su placa.
Por lo general, no hay una fecha fija para estos eventos. Los artistas tienen un plazo de dos años para coordinarse y organizar el evento. George Clooney fue reconocido con su estrella hace un par de años y se ha quedado sin ella porque nunca llegó a organizar el sarao para inaugurar la instalación.
Estas cosas tampoco son gratis. Una estrella en el famoso paseo cuesta 40.000 dólares, que por lo general lo pagan los estudios y así aprovechan la ceremonia para promover la nueva serie película o disco del homenajeado. (Nos jugamos algo que Candice Bergen inaugurará su estrella tan pronto como el reboot de ‘Murphy Brown’ se empiece a emitir).
Otras veces son los mismos fans los que organizan colectas para pagar la estrella a sus artistas favoritos, aunque eso no ha pasado desde tiempo inmemorial y a lo que más llegan es a pasarle un trapito por el nombre para abrillantar las letras, o dejar ramitos de flores cuando la estrella la palma. Ahí tienes a la hija de Michael Jackson, Paris, que hace na se limpió la estrella de su padre por lo guarra que estaba y toda orgullosa por haber cogido un trapo en su vida lo posteó en la red. Una pena que su gesto de buena voluntad e higiene estuvo dirigido hacia la estrella de ese otro Michael Jackson que también está recordado pero que no es su padre. ¡Oops!
Total, que Ovedito no ha tirado la toalla y si tres ardillas animadas que cantan canciones con voz chillona lo han logrado, ¿por qué un oso de su talla y clase va a ser menos?
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