Era solo cuestión de tiempo que Álava se sumase a la política de incentivos fiscales generosos para la atracción de rodajes audiovisuales, teniendo en cuenta su régimen fiscal propio, al igual que sucede en otras provincias del País Vasco y de su entorno cercano. Las deducciones llegarían este año hasta el 70 por ciento.
Así lo ha anunciado el diputado general de Álava, Ramiro González, tras Consejo de Gobierno Foral celebrado hace unos días. La Diputación Foral de Álava ha decidido replicar la fiscalidad de Vizcaya en el ámbito audiovisual e independientemente de cuando se apruebe la media este año, se aplicará con carácter retroactivo desde el pasado 1 de enero, según aparece recogido en varios medios regionales.
El pasado verano la Diputación Foral de Vizcaya anunciaba el inicio de la tramitación del ‘Anteproyecto de Norma Foral por la que se actualizan y amplían los incentivos fiscales para el fomento de la cultura’, con la autorización expresa de la Comisión Europea.
Según se contaba entonces, «Vizcaya incentivaba fiscalmente las producciones audiovisuales, incluyendo las producciones extranjeras y las producciones en nuevos formatos digitales, y los espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales». Estas nuevas deducciones se incorporaban a la Norma Foral del Impuesto sobre Sociedades.
El incentivo fiscal se aplica a las producciones, sea cual sea su nacionalidad, de largometrajes y cortometrajes y de otras obras audiovisuales como series de ficción, animación o documental, ya sean cinematográficos, de televisión o en nuevos formatos digitales, que acrediten su carácter cultural. La base de la deducción está compuesta por el coste de la producción, así como por los gastos para la obtención de copias y los gastos de publicidad y promoción a cargo de la productora.
La deducción aplicable en Vizcaya y que tiene previsto replicar ahora en Álava, oscila entre el 35 por ciento y el 60 por ciento en función del porcentaje de gastos e inversiones realizados se incrementa en otro 10 por ciento si se trata de una obra rodada íntegramente en euskera. De este modo, la deducción máxima alcanza el 70 por ciento.