Alea y la chilena Fabula llevarán a la pantalla la novela ‘Largo pétalo de mar’, de Isabel Allende

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Alea, la productora de Aitor Gabilondo participada por Mediaset España, y Fabula, la compañía de los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín, se han aliado para desarrollar una serie de ficción basada en la novela ‘Largo pétalo de mar’ de la escritora chilena, Isabel Allende.

La historia recorre la vida del joven médico, Víctor Dalmau, quien junto a su amiga pianista, Roser Bruguera, se ven obligados a abandonar Barcelona, para exiliarse en Chile. A bordo del Winnipeg, un navío fletado por el poeta Pablo Neruda, que llevó a más de dos mil españoles rumbo a Valparaíso, ambos se embarcarán en busca de la paz y la libertad que no tuvieron en su país.

Aitor Gabilondo
Aitor Gabilondo fotografiado por Javier Cortés.

Alea (‘Patria’, ‘Entrevías’, ‘El Silencio’), tendrá la responsabilidad de desarrollar la serie junto al guionista jefe, José Luis Martín (‘Los pacientes del doctor García’, ‘El cuerpo en llamas’) y a la guionista Carla Stagno (‘Los mil días de Allende’, ‘Pacto de sangre’). El proyecto está en fase de desarrollo con la vista puesta a finales de 2025 para comenzar la producción. ‘Largo pétalo de mar’ tendría ya pantalla asegurada. Chile acogerá en torno al 70 por ciento del rodaje, mientras que el resto de la serie se grabará en España.

Gabilondo, que este mes estrenará en Disney+ la nueva serie de ficción ‘Yo, adicto’, afirma sobre ‘Largo pétalo de mar’ que «pareciera que es un lugar común decir que esta historia de refugiados españoles en Chile ocurrida hace más de 85 años resuena en la actualidad, pero también es una dolorosa verdad. Cambian los nombres, cambian los países, pero siempre habrá una Roser y un Víctor corriendo por el mundo, huyendo del horror y reconstruyendo su futuro.»

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Por su parte, Álvaro Cabello, productor ejecutivo de Fabula, explica que «como productora estamos en constante búsqueda de historias que retraten la idiosincrasia latinoamericana y que, al mismo tiempo, unan territorios y tengan la capacidad de emocionar al mundo entero, este es el caso de ‘Largo pétalo de mar’.»

La autora, que ya ha llevado a la pantalla otras novelas suyas, como ‘Inés del alma mía’ y ‘La casa de los espíritus’, aún inédita, asegura que «creo que el cine podría hacer mucho más para retratar la difícil situación de las personas desplazadas. Dado el inmenso poder de la pantalla, eso podría ayudar a la gente a entender por qué una persona se convierte en refugiado y a ser más tolerante con los migrantes. La historia de Victor y Roser Dalmau es muy similar a la de muchas personas que hoy se ven obligadas a abandonar sus lugares de origen. También es una historia de amor, amistad y redención, temas eternos en la literatura y en la vida.»

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