Alicante Audiovisual, asociación sin ánimo de lucro que representa los intereses de las empresas de producción audiovisual de la provincia de Alicante, ha hecho público un comunicado sobre su malestar con el Instituto Valenciano de Cultura.
La asociación, presidida por Manuel Galipienso, pone de relieve que las últimas ayudas a la producción del IVC han recaído principalmente en compañías con sede en Valencia, lo que ha dejado a las alicantinas bajo mínimos.
A continuación, reproducimos el comunicado completo:
«El Instituto Valenciano de Cultura (IVC), en su última convocatoria para otorgar ayudas a la producción audiovisual en la Comunidad Valenciana, ha vuelto a reflejar un desolador panorama para las productoras de la provincia de Alicante. A pesar de décadas de reclamos por una distribución más equitativa, los resultados de la adjudicación del pasado mes de diciembre de 2023 siguen marginando gravemente a las productoras alicantinas.
En una clara muestra de desequilibrio, las cifras hablan por sí solas: tan solo un 9,1 por ciento de las sustanciales ayudas que oscilan entre 325.000 y 500.000 euros por proyecto, han sido destinadas a la provincia de Alicante, representando únicamente 585.000 euros de casi 6,5 millones otorgados. De los 20 proyectos beneficiados, 14 han caído en manos de productoras valencianas, 2 en Alicante, ninguno en Castellón y tres en Barcelona. Esta disparidad crónica ha marcado injustamente el panorama para las productoras de Alicante y Castellón durante décadas.
Alicante Audiovisual, la asociación representativa de numerosas productoras audiovisuales de la provincia, expone con datos meticulosamente recopilados el abandono sistemático que sufren los proyectos alicantinos por parte de las instituciones valencianas. Estos datos, disponibles públicamente, respaldan sus declaraciones.
Además, la fórmula de valoración utilizada, basada en puntos técnicos objetivos y criterios subjetivos como la valoración del guion y las memorias de producción y dirección, carece de transparencia, lo que genera dudas sobre su imparcialidad. La ausencia de asignaciones presupuestarias para nuevas productoras o aquellas con un historial reciente favorece injustamente a las empresas más antiguas, perjudicando la diversidad y la innovación en el sector.
Manu Galipienso, presidente de Alicante Audiovisual, declara contundentemente que «el sistema está fallando», ya sea por la rigidez de un baremo que no fomenta un crecimiento equitativo en la industria audiovisual valenciana, o porque el mismo proceso se ha convertido en una formalidad para el IVC, otorgando ventajas a las productoras más veteranas.
Sin embargo, la falta de claridad sobre quién evalúa los aspectos subjetivos y objetivos es preocupante. Mientras el IVC se encarga de los puntos objetivos, los aspectos subjetivos quedan en manos de evaluadores externos propuestos por las propias asociaciones de productoras valencianas, planteando un posible conflicto de intereses.
Es esencial resaltar que, mientras en la provincia de Valencia existen 5 asociaciones activas de productores, en Alicante solo hay una, Alicante Audiovisual, evidenciando una disparidad también en la representación del sector entre provincias.
Esta tónica que viene desde 2004, con independencia de quién haya gobernado hasta 2023, demuestra que es un problema sistémico, e inherente a la fórmula establecida, que pone en tela de juicio la equidad y la transparencia en la distribución de fondos y la promoción del talento en la industria audiovisual valenciana.
Alicante Audiovisual confía, según las declaraciones de la actual dirección de Cultura, que esta situación cambie en la próxima convocatoria para que las tres provincias, en cuanto a las ayudas, sea más ecuánime, justa y, como no puede ser de otro modo, albergue un carácter vertebrador y redistributivo.»