Europa, 20.000 años atrás. En mitad de su primera cacería con el grupo de élite de su tribu, un joven es herido y dado por muerto. Al despertar se encontrará débil y solo, y deberá aprender a sobrevivir y abrirse camino ante la dura y cruel naturaleza. Acompañado a regañadientes de un lobo abandonado por su manada, los dos aprenderán a confiar el uno en el otro, convertirse en aliados y superar los innumerables peligros para, contra toda posibilidad, encontrar el camino a casa antes de que llegue el letal invierno.
La producción de ‘Alpha’ transcurre en Canadá, en Vancouver y sus alrededores y en las praderas y malezas del sur de Alberta, con sus cielos enormes y atardeceres tan magníficos que casi parecían irreales. El rodaje también tomó lugar en Los Ángeles y Apple Valley, California, además de la parte oriental de Islandia.
El cine de Albert Hughes es conocido por sus potentes imágenes y ‘Alpha’ presentaba la oportunidad de ampliar su paleta cinematográfica más que nunca. A modo de preparación Hughes redactó un listado con cuatrocientos planos. Como acompañante en este fantástico viaje visual eligió a un joven director de fotografía de nacionalidad austriaca, Martin Gschlacht, cuyo trabajo había visto en el festival de cine de Cameraimage, dedicado a la fotografía. Gschlacht, receptor de un Premio del Cine Europeo en 2015, accedió a trabajar en el proyecto antes incluso de leer el guion. Acostumbrado al invierno en Austria, jamás le echó para atrás el impredecible clima.
“Tienes que hacerte amigo de la naturaleza, y en especial, del invierno” dice Gschlacht en lo que se refiere al rodaje en exteriores. “No hay mal tiempo. Únicamente una mala respuesta. Hay que ser muy preciso a la hora de pensar en la iluminación, la hora del día, el ángulo idóneo para un día entero de rodaje, y ser muy inteligente a la hora de decidir qué secuencia grabar y cuándo. Pero el mayor reto siempre será asegurarte de que hayas elegido el paisaje y la luz adecuados para que el resultado sea hermoso. Por eso vas de mañana con todas las herramientas para realizar tus cálculos. Piensas en las caras, la gente, el fondo … eso es lo que has de hacer. Es un reto maravilloso”.
Gschlacht describe que el trabajo que llevó a cabo en ‘Alpha’ es “un enorme guion visual. Apenas hay diálogo. Hay muchas atmósferas, paisajes y sabiendo lo importante que es para Albert trabajar con la luz y crear atmósferas especiales, pensé en esto como un fantástico viaje visual”.
Para Hughes, la naturaleza es el tercer personaje principal de la cinta. La aldea solutrense se erige en un promontorio que da hacia el río Bow. Las laderas, verdes de hierba, que conducen al río, mueren en un profundo desfiladero. Es un entorno hermoso y memorable por mérito propio aumentado con efectos visuales con imágenes de las montañas de la Patagonia.
Las siete chozas que conforman la aldea, edificadas en Vancouver con cuero y huesos de mamut, se volvieron a montar allí durante el duro invierno. Los huesos de mamut se crearon a partir de una impresión en 3D. El equipo de ambientación los confeccionó, los llenaron de sílice, y así se fabricaron cientos de estos huesos antiguos.
En el caso de la choza de la chamana, Leonor Varela quedó prendida. Así describe el aposento de su personaje: “Siempre había una lumbre en el centro para calentar e iluminar el espacio. En la parte superior hay un orificio para evacuar el humo. Está hecho con pieles y construido arquitectónicamente con colmillos y huesos unidos por cuerdas. En el interior, toda una serie de artículos tales como ollas con salvia, piedras a modo de asientos y pieles que hacen de camas. Los dibujos ilustran su conexión con la naturaleza y la caza”.
Por la noche la aldea es un lugar mágico. Según cobran fuerza las llamas de la hoguera, los vecinos, sentados sobre piedras, se reúnen rodeando la fogata en forma de círculo. Es entonces cuando la chamana bendice a los cazadores antes de emprender su viaje. “Albert me dijo, ‘¿Quieres cantar?’” dice Varela. “Le dije, ‘Claro, yo canto. A ver qué se me ocurre’. Albert me había pasado música justo antes de grabar la escena y solté un sonido gutural que no sé ni de dónde salió. No sé cómo se me ocurrió esa idea. Fue algo completamente improvisado y le agradezco mucho a Albert ese momento”. Otros compañeros del reparto coinciden en que estos momentos también les resultaron muy reales.
Asimismo, ‘Alpha’ rodó en el Parque de los Dinosaurios, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se han encontrado 150 esqueletos de dinosaurio completos del Cretáceo superior hace setenta y cinco millones de años. La geología y los colores del Parque, con sus cumbres rocosas desgastadas son tan inusuales que sin duda se confundirán con un efecto visual. “Por primera vez se nos ha permitido acceder a un lugar por el que parece que no ha pasado el tiempo” dice el productor Andrew Rona. “Es majestuoso. Mires donde mires, te puedes encontrar un fósil que lleva millones de años ahí”.
El departamento de exteriores cubrió los paseos con goma para minimizar literalmente la huella. La producción aprovechó para rodar lo máximo posible antes de las lluvias, seguidas por una nevada en pleno mes de abril, que tristemente puso fin al rodaje en dicho escenario. En Alberta, el equipo también grabó en tierra de la Nación Siksika (Blackfoot) así como en Drumheller. Cada exterior aporta un componente importante al paisaje de la Edad de Hielo.
En Vancouver, se limpiaron grandes extensiones en una zona previamente industrial para usar como decorados exteriores. Allí, junto a ajetreadas calles del núcleo urbano se instalaron enormes pantallas azules y explanadas con nieve artificial y en una ocasión hasta un barranco. Tales decorados contrastan con el entorno inmaculado de la historia.
“Aprovechamos dos espacios para configurar muchos decorados” dice el decorador Terry Lewis, “al reconfigurar el espacio y mover cosas, elementos y objetos podemos simular campos nevados y en otras situaciones, un pasillo de piedra estrecho por el que desfilaban los personajes y animales e interactuaban. Cada noche, cuando el equipo de fotografía decía: ‘Gracias, buenas noches,’ los equipos de construcción, decorado, efectos especiales, y pantallas, pasaban a la acción para preparar el decorado para el día siguiente”.
El director de producción John Willett dice: “Aprovechamos todo lo que estaba ahí, lo colocábamos de otra manera y añadíamos árboles para que hiciera de otro sitio diferente”.
Albert Hughes reconoce los retos particulares de la recreación histórica que representa ‘Alpha’. “Es muy complicado recrear la Edad de Hielo en la actualidad” dice Hughes. “Es una mezcla de Siberia, Islandia, el Polo Norte y puede que hasta Nueva Zelanda. No hay un lugar en la tierra que recree lo que pudo haber sido la Edad de Hielo por lo que tuvimos que recrearlo en ocasiones en este decorado exterior en Vancouver, o a veces en Alberta en escenarios reales. Se trata de unir las piezas del rompecabezas para crear la estética de la película. Lo especial que tiene Alberta son las anchas planicies que más parecen una tundra expuesta, y es probable que así fuera Europa en ese entonces, pero sin duda es una visión híper realista de la Edad de Hielo.”
Con la ayuda del supervisor de efectos visuales Jeffrey A. Okun, ‘Alpha’podía incorporar asimismo cielos tanto fotografiados como diseñados. “Cada uno va a ser un personaje” dice Okun. “Todo para ayudar a contar la historia emocional de la cinta”.
El productor Andrew Rona apunta que ‘Alpha’ es un buen ejemplo de la unión de la tecnología con el mundo real, cuyo resultado es una experiencia inolvidable en el cine. “Hay efectos visuales, pero no sabrás dónde. Por otra parte, habrá escenarios reales que verás y dirás, anda mira, esto un efecto visual” dice Rona. “Rodamos en escenarios reales preciosos de Alberta, pero luego en postproducción se añade otra capa. Tenemos una unidad en Islandia, otra en África. Esta cinta es una amalgama de todos estos lugares. No podíamos haberla hecho sin la tecnología y sin los escenarios reales”.
Al final todas las personas relacionadas con ‘Alpha’ coinciden en que a pesar del arduo trabajo que supone infundir vida a un mundo pasado, el mero hecho de pensar que los espectadores acudirán al cine y serán transportados por un joven y un lobo, hace que toda la experiencia haya merecido la pena.
“Nuestra intención es escapista” dice Hughes. “Como los cuentos que se hacían antes en torno a la hoguera. Era una experiencia compartida. Por eso la gente va al cine. Te ríes, lloras con la gente que te rodea, aunque no los conozcas de nada. Estás en una sala con desconocidos, experimentando juntos las mismas cosas”.
Y en ‘Alpha’, es la historia de una amistad poco probable que cambió la historia y que hizo más fuertes a dos seres vivos educados para pensar que la fuerza equivale a agresividad. “Lo que antes percibían como una debilidad es en realizad una fortaleza” dice Hughes refiriéndose al joven guerrero Keda. “De no haberse compadecido de este animal, dicho animal no le habría ayudado a sobrevivir. Se necesitaban mutuamente y por eso emprenden el viaje juntos”.
El productor Andrew Rona espera que los espectadores no solo disfruten, sino que también, les haga pensar. “Sera una montaña rusa de emociones, pero también una experiencia de la que pueden aprender. Es increíble ver una película que sea emocionante y entretenida a partes iguales, pero que además te haga reflexionar sobre tus orígenes, tu identidad, el hecho de que todos estamos conectados y que vivimos en el mismo mundo. Sin duda es entretenida pero también hay más cosas que descubrir y llevarte de ella”.
Dirección: Albert Hughes.
Año: Estados Unidos, 2018.
Reparto: Kodi Smit-McPhee, Jóhannes Haukur Johannesson.
Producción: Albert Hughes, Andrew Rona.
Distribución: Sony Pictures Entertainment Iberia.
Estreno: 24 de agosto de 2018.