Carmen Córdoba ha vuelto con su segundo cortometraje, ‘Amarradas’, una historia personal contada en animación 2D que está en la carrera por el Goya 2023.
Después de debutar con ‘Roberto’, la directora cambia radicalmente de técnica de animación y, de nuevo, escribe y dirige un relato sobre la contradicción de la vida y la muerte, sobre ser madre y ser hija. Córdoba se ocupa también del diseño de producción y de la producción ejecutiva de ‘Amarradas’, función que comparte con Guadalupe Arensburg de Movistar Plus+.
La obra ha participado ya en más de 25 festivales bajo distribución de Selected Films Distribution y acumula cerca de 10 premios, entre ellos, el de la XXIV Semana del Cortometraje de la Comunidad de Madrid, celebrada el pasado mes de noviembre.
‘Amarradas’ ha contado con la financiación de ICAA y Comunidad de Madrid, con el apoyo de Next Lab, Coofilm Residencias colaborativas para mujeres cineastas, La Chula Films, y con la participación de Movistar Plus+.
Carmen Córdoba habla con Audiovisual451 sobre la historia de fondo de ‘Amarradas’ y sus planes de futuro.
Audiovisual451: ¿Cuál es el origen de la historia de ‘Amarradas’?
Carmen Córdoba: «En plena producción de mi primer corto ‘Roberto’ me quedé embarazada… ¡de mellizos! Viví el embarazo con mucha ilusión y para mí fue precioso ver cómo mi cuerpo se transformaba para albergar dos vidas en su interior y para alimentarlas después durante la lactancia. Me parece brutal y hermosa la parte física del proceso, y también eso tan trascendental que sientes al participar de algo tan grande como es el ciclo de la vida.
En estas reflexiones estaba sumida cuando mi madre me confesó que padecía un cáncer terminal. La habían diagnosticado hacía varios meses, pero no me lo había dicho para no alterarme durante el embarazo ni los primeros meses de lactancia.
El solapamiento en el tiempo de los dos impulsos opuestos de la existencia (vida y muerte) me llevaron a vivir la maternidad desde un lugar muy especial. Necesitaba hacer algo con todas esas emociones y pensamientos, y descubrí que contarlas mediante la animación me permitía gestionar y digerir todo lo que me estaba pasando.
Transformar todo ese dolor en algo hermoso que compartir con los demás ha sido el mejor homenaje que podía hacer a la mujer más fuerte y generosa que nunca he conocido: mi madre.»
A451: La producción de ‘Amarradas’ ha sido mucho más rápida que la de ‘Roberto’, ¿no es así? ¿Por qué?
C.C.: «Se dice que «aciertas o aprendes», y con mi primer cortometraje, ‘Roberto’, aprendí muchísimo. Hacer un segundo cortometraje es como tener un segundo hijo (no al mismo tiempo, claro) y haber pasado ya por el proceso completo te permite tener un mapa mental de dónde acechan los peligros, las dificultades, y también las facilidades y los disfrutes. Además, por las circunstancias personales que estaba viviendo con la enfermedad de mi madre, necesitaba que la producción fuera rápida para poder aguantar emocionalmente.
Tener asegurada la financiación antes de comenzar la producción también ha sido una diferencia esencial. El éxito de ‘Roberto’ nos ha permitido obtener ayudas a la producción para ‘Amarradas’ (ICAA y Comunidad de Madrid) que, junto con el Premio Movistar Plus+ a Mejor Proyecto de cortometraje en Werid 2021, nos ha dado la tranquilidad de tener la financiación armada desde el principio.»
A451: Cuéntanos acerca de la técnica de animación que has empleado en ‘Amarradas’.
C.C.: «Desde el primer momento sentí que esta historia necesitaba ser contada utilizando animación 2D y con un estilo minimalista y muy gráfico. La selección del proyecto en la primera edición de Next Lab, taller en el que se utilizan tecnologías disruptivas para prototipado de animación, supuso un gran paso para el proyecto puesto que las herramientas de VR que utilizamos me permitieron explorar y explicitar la dimensión filosófica y cósmica que desde un principio había querido incorporar en la historia.
Con todas estas premisas en mente, y dada mi experiencia con el software open source Blender que ahora incorpora herramientas de animación 2D, me decidí a utilizar este programa para beneficiarnos de la potencia de disponer de herramientas 2D integradas en un entorno 3D.
El equipo de animación, liderado por José Manuel Palenzuela, tuvo que aprender desde cero este programa y para ello contamos con la formación y el soporte de Daniel Martínez Lara, director de Pepe School Land y desarrollador de la herramienta 2D de Blender. Superados los primeros momentos de pánico, la curva de aprendizaje fue espectacular y fuimos descubriendo dónde podíamos optimizar algunos procesos de producción.
Todas estas decisiones se han ido tomando de manera orgánica y me parece muy interesante que un proyecto planteado con un estilo tan tradicional y sencillo, haya acabado apoyándose en tecnologías tan punteras para facilitar la producción sin perder el acabado que buscábamos.»
A451: ¿Qué supondría para ti ganar el Goya?
C.C.: «Que este homenaje a mi madre, tan honesto y visceral, consiga esta distinción me haría muy feliz.
El Goya supondría dar al recorrido de ‘Amarradas’ un empujón enorme y llevarlo a muchísima gente, algo que todos los creadores buscamos. También pienso en el resto del equipo, que se ha implicado de una forma tan bonita y para los que siento que sería devolverles esa ilusión que han puesto en el proyecto.
A nivel profesional sería una gran ayuda para levantar futuros proyectos, en especial el largometraje que ya estoy desarrollando dentro del universo de ‘Amarradas’, y en el que quiero seguir explorando temas que por duración no he podido desarrollar en el cortometraje, pero que me parecen muy potentes y necesarios.»
A451: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
C.C.: «Este año quiero dedicarlo a disfrutar de la distribución de ‘Amarradas’ y al desarrollo del largometraje. Me siento muy conectada con mi maternidad y también con la pérdida de mi madre, y quiero darme ese espacio para que estos sentimientos y pensamientos me atraviesen y me regalen muchas enseñanzas. Quiero plasmarlas en el largometraje y disfrutar del proceso de tejer la historia, de decidir qué contar y cómo hacerlo. A diferencia de ‘Roberto’, con el que sentí que ya había contado todo lo que quería y para el que nunca me planteé una continuación, quiero quedarme en el universo de ‘Amarradas’ para seguir hablando de lo que implica ser mujer, ser madre y ser hija.
Este año también será el año de ‘Un mundo propio’, el proyecto de largometraje producido por Nico Matji con guión de Marisa Simon-Moore e Irene Rodríguez y dirigido por mí, en el que llevamos trabajando ya más de un año, y para el que esperamos completar la financiación a lo largo de este 2023.»
