Siendo claros, una frase tan castiza como la de virgencita, que me quede como estoy es el mejor resumen de la nueva edición del Mercado Americano del Cine, más conocido por sus siglas en inglés AFM. La 34 edición de uno de los mercados más importantes en la industria del cine cerró el miércoles sus puertas bajo el soleado cielo californiano con el sentimiento de misión cumplida. En total pasaron por el hotel Loews 7.876 participantes, un 2 por ciento más que el pasado año, con la presencia de 779 compañías con ganas de comprar, vender o financiar, un aumento del 3 por ciento respecto a anteriores ediciones. No es un cambio significativo pero como resumió María José Vadillo, directora de relaciones internacionales de la FAPAE: “lo importante es haber estado, que ya es bastante dado el estado de la industria”. Ahora queda convertir ese contacto anual en algo tangible para la industria del cine porque a la hora de la verdad en los pasillos del AFM poco se cierra. A diferencia de la importancia de los mercados de Cannes e incluso Berlín o Toronto, el AFM es más un referente que refleja la importancia de la financiación independiente a la sombra de los mayores estudios de cine del mundo y donde se viene es a ver y a ser visto. Las firmas vendrán más tarde, desde una oficina y bajo un cielo plomizo probablemente entre algún lugar de Europa, esperemos que una Europa que también incluya a España, y quizá un punto de China o Rusia, ambos mercados emergentes y que han pisado con fuerza en el AFM. Así se sintió en la sede de FAPAE donde el trasiego de representantes chinos y rusos fue lo más destacado del año. “Se notó con el dinero con el que vienen. Ahora el retorno está por ver”, añadió la misma fuente. Como dijo Variety con humor, “el 50 por ciento de los restaurantes y ascensores del Loews estaban llenos de chinos”. De ahí la misión comercial que FAPAE está preparando a Pekín con siete empresas españolas con el deseo de abrir mercado de la misma forma que lo intentaron anteriormente con Australia.
Aunque la organización del AFM habló de unos números de participación ligeramente al alza, con un aumento de los compradores estadounidenses de 140 a 154 o de españoles de 14 a 20, por los pasillos del Loews la sensación era otra. La cautela y una cuidada selección del producto a escoger imperó en todas las conversaciones ante una industria del cine que no vive sus mejores horas. La representación española fue fundamentalmente al AFM en busca de financiación y a hacer preventas con la presencia como en años anteriores de agentes de venta como Latido o Imagina bajo el paraguas de FAPAE y además de otras compañías como DeAPlaneta, 6 Sales o Filmax, también presentes. Aunque una de las notas más características de esta edición fue el aumento en el número de productores españoles que se desplazaron a esta cita no tanto con la idea de coproducir sino de hacer sus películas en Estados Unidos dado lo difícil que es hacer cine en España. Una tendencia que se deja de sentir aún más con el aumento del número de compañías que están instalando aunque sea mínima una base de operaciones permanente en Los Angeles para que el contacto esporádico que ofrecen los mercados se convierta en una relación continua.
Se trata de buscar nuevas formas de integrarse en un mercado en el que se sigue haciendo cine que se ve en todo el mundo cuando las fórmulas de antaño van quedándose obsoletas. Porque el AFM ofreció una vez más sus famosos screenings con los que poder mostrar los trabajos ya hechos en busca de una distribución internacional. Pero con un total de 402 películas en esta edición, 327 de ellas de estreno en este mercado y 76 premieres mundiales, por no hablar de las 627 proyecciones de proyectos, es difícil hacerse un hueco en la apretada agenda de los asistentes y, mucho menos, dejar huella. La inversión publicitaria es demasiado costosa y sus beneficios, dudosos, lo que deja a los agentes de venta en busca de nuevas soluciones.
A nivel de tendencias se reforzó la tónica internacional del cine español que busca su hueco fuera de nuestras fronteras con la presencia de películas que tienen un nivel de presupuesto elevado, rodadas en inglés y con la necesidad ineludible de contar con una estrella de nombre internacional. Uno de los mejores ejemplos bien representado por Imagina International Sales para varios territorios fue la presencia de ‘A Night in Old Mexico’, nueva película de Emilio Aragón rodada en inglés y con Robert Duvall como protagonista. O ‘Aloft’, la nueva incursión como directora de Claudia Llosa que tiene de protagonista a Jennifer Connelly. “Es lo único que vende. La fórmula utilizada en ‘Lo imposible’ o ahora con Claudia. Los distribuidores quieren caras porque es lo único que atraerá al espectador a las salas”, señaló Marina Fuentes, en nombre de Dreamcatcher. Se trata de la misma tendencia que se dejó notar en el mercado en general donde las estrellas, pese a lo que se diga, no han perdido nada de su lustre. Johnny Depp presentó ‘Mortdecai’ y ‘Transcendence’, ambas ventas seguras antes de acabar la semana, mientras que este fue una vez más el año de los actores en busca de financiación para sus proyectos como director como fue el caso de Russell Crowe con ‘The Water Diviner’, Chris Evans con ‘1:30 Train’ o Don Cheadle con ‘Shoot the Trumpeter’.
Otra de las formas de vender cine fuera de nuestras fronteras es acudiendo al género de terror psicológico. Morena Films presentó en esta edición del AFM ‘La cueva’ (‘Darkness We Fall’), un filme de horror psicológico que dirige Alfredo Montero y con Juan Gordon como productor que representa Filmax en su distribución internacional. Fue un buen mercado para Filmax y en especial para Julio Fernandez que coproducirá con Pantelion Films ‘Summer Camp’ bajo la dirección de Alberto Marini y con Diego Boneta como protagonista. Jaume Balagueró será el productor ejecutivo de la que se espera sea una nueva franquicia que repita el éxito de ‘REC’, que Filmax se encargará de distribuir en España. Entre las historias felices de este mercado también estuvo la preventa a Australia, Israel y Portugal así como a toda Latinoamérica una vez finalizada del remake de la exitosa coproducción hispano-argentina ‘Elsa & Fred’ que dirigió en 2005 Marcos Carnevale y que ahora dirigirá Michael Radford con Shirley McLaine y Christopher Plummer como protagonistas.
Sin embargo, la moda que parece haberse enfriado en este mercado es la inspirada en la literatura juvenil. Como confirmó a la prensa Yolanda del Val, jefe de adquisiciones de DeAPlaneta, la mejor muestra fue el fracaso de ‘The Host’, película en la que comenzaron a trabajar desde un principio y contaron con la presencia de la autora de la novela, Stephenie Meyer, en España para no superar los 2,6 millones en taquilla pese a ser la misma autora de la exitosa saga crepuscular.