Entre los quince cortometrajes preseleccionados de cara a los 37º Premios Goya, que se celebrarán en Sevilla el 11 de febrero de 2023, figura ’36’, la tercera pata de la trilogía de cortos dirigida por Ana Lambarri que completan ’16’ (2019) y ’26’ (2020).
Durante su recorrido por festivales, este corto que refleja la dura realidad de las víctimas silenciosas de la violencia de género se ha hecho con el Premio del Público en certámenes como los Premios Pávez, el Festival Octubre Corto de Arnedo y el Festival de Lanzarote; el Premio a la Mejor Dirección en la Semana de Cine de Medina del Campo y el Festival de Sant Joan d’Alacant; así como algunas menciones en otros tantos festivales del panorama nacional, por el que aún sigue circulando.
’36’, que también es uno de los candidatos a los próximos Premios Forqué dentro de la categoría de Mejor Cortometraje de Ficción, cuenta con un reparto capitaneado por la actriz Nerea Barros, a quien acompañan nombres como Fran Cantos, Loreto Mauleón, Patrick Martino, Marta Romero, Iván González, Edu Rejón y Katia Klein.
Tras hacerse con el Premio Proyecto Corto Movistar Plus+ en el 58º Festival de Gijón, la última pieza del tríptico de Lambarri obtuvo la ayuda a la producción del ICAA en 2021 y recibió, al igual que ’16’ y ’26’, el apoyo de la Comunidad de Madrid. Producido por 39 Escalones Films, Paciencia Films, Naif Films y Salon Indien Films, ’36’ está disponible en Movistar Plus+ y en el catálogo de Madrid en Corto 2022.
Sinopsis
Sara y David esperan visita en casa: los nuevos jefes de David vienen a comer. Sara se prepara, un detalle insignificante provoca que David se enfade y la maltrate; la golpea y la humilla, no es la primera vez. Tras la violencia, Sara tiene que enfrentarse al acto social, esa fachada que ambos han creado para ocultar la cruda realidad.
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Ana Lambarri
Con motivo de la posible nominación de ’36’ a los Premios Goya, Ana Lambarri, que también ejerce como directora de casting y ya está trabajando en el que sería su primer largometraje, ha departido sobre el corto que dirige con Audiovisual451:
Audiovisual451: ¿En qué momento decidiste que ’36’, la tercera entrega de la trilogía de cortos que has dirigido durante estos últimos años, tenía que tratar un tema tan delicado como el de la violencia de género?
Ana Lambarri: «Los tres cortos comparten una misma estructura. La protagonista sufre un maltrato o abuso y lo que hacemos es acompañarle durante unos días, en el caso de ’16’ y ’26’, o durante unos minutos, en el caso de ’36’, para ver de cerca cómo se enfrenta a lo que le ha ocurrido. Los tres cortos exploran el silencio y la incomunicación, y cómo ese silencio es percibido por el entorno como otro tipo de trastorno, tal y como ocurre con la cuñada de la protagonista de ’36’. Los títulos de estos tres cortos hacen referencia a la edad del personaje principal y, por eso, en ’36’ me apetecía abordar un tema más maduro que afecta a un matrimonio en el que el marido descarga toda su frustración sobre su esposa, que trata de asumir y ocultar este maltrato. ’16’ trata sobre una violación sucedida en un instituto, ’26’ es la historia de un embarazo no deseado y ’36’ se basa en la idea de que una mujer es maltratada justo antes de recibir una visita, una situación que crea una tensión que funciona muy bien para mostrar el dolor que siente la protagonista».
A451: ¿Cuánto trabajo hay detrás de este cortometraje?
A.L.: «Esta trilogía de cortos está escrita en su integridad desde 2019 y, desde que nos decidimos a rodar ’36’ en 2021, hemos celebrado muchas reuniones de equipo para ponerlo todo sobre papel y que todo el mundo tuviese la misma información. Al tratarse de un corto, el rodaje duró apenas dos días y medio, de los cuales dedicamos medio día a prepararlo todo, otro día a los ensayos, y un último día a rodar como tal. El equipo estuvo compuesto por profesionales que trabajamos muy bien y que ya hemos hecho varios cortos juntos, y el elenco de actores y actrices funcionó de una manera fenomenal. La verdad es que fue un trabajo arduo pero, al final, tuvimos mucha suerte y todo salió bien».
A451: Obtuvisteis ayudas del ICAA y el Premio Proyecto Corto Movistar Plus+ del Festival de Gijón supuso un impulso para hacer realidad ’36’. A pesar de todo, ¿Os ha resultado difícil conseguir la financiación necesaria?
A.L.: «En el caso de ’16’, ya recibimos el apoyo de la Comunidad de Madrid, el cual, afortunadamente, se ha extendido también a ’26’ y a ’36’. La andadura de ’36’ comenzó, verdaderamente, cuando recibimos el reconocimiento de Movistar Plus+ y Pecera Estudio en el Festival de Gijón de 2020, y ya después conseguimos una ayuda del ICAA a la que, en otras ocasiones, nos había sido imposible acceder. Esto supuso un nuevo paso adelante que animó, una vez más, a la Comunidad de Madrid a implicarse en la tercera entrega de esta trilogía que venía apoyando desde el principio. He de decir que el guión de ’36’ es el más compacto de los tres y que, además, es la propuesta más arriesgada, pero también la que mejor funciona. Estoy muy contenta porque hemos demostrado que sabemos producir buenos proyectos, y el hecho de que otros apoyen una propuesta que tú misma consideras arriesgada es muy gratificante. Al final, eso nos ha permitido rodar mucho más cómodos».
A451: También tenéis detrás a las productoras de Pablo de la Chica y de Miguel Ángel Muñoz, entre otros, ¿Cómo ha sido el proceso a nivel de producción?
A.L.: «El entramado de productoras que han apoyado este proyecto es muy grande. Desde el principio, ’36’ ha contado con el respaldo de Carlos Guerrero, de 39 Escalones Films, y más tarde, se unió Salon Indien Films, de Pablo de la Chica y David Torres, y gracias a David Casas, con el que trabajamos desde ’16’, también Paciencia Films, la productora de Miguel Ángel Muñoz. Asimismo, cabe destacar que tenemos detrás a Yadira Ávalos y a su productora, Naif Films, desde ’26’. Lo bueno de esto es que, al final, todos somos amigos y estamos intentando sacar adelante juntos un montón de proyectos en los que creemos».
A451: ¿Tu propia experiencia te dice que los cortos siguen siendo el patito feo del cine español o percibes que la situación está empezando a cambiar?
A.L.: «Hay mucha gente que hace un corto y luego no consigue moverlo, pero la verdad es que nuestra experiencia, ya desde ’16’, ha sido muy buena, puesto que, por ejemplo, hemos estado presentes en los catálogos de Madrid en Corto de 2020, 2021 y 2022. El circuito nacional de festivales suele tratar muy bien a los cortos y pienso que es la mejor puerta de entrada para luego poder hacer un largometraje. Quizás, estaría bien que se tomasen algunas medidas, como recuperar la proyección de cortos antes de las películas en las sesiones de cine, pero creo que existe un circuito de festivales como el de Medina del Campo, el de Arnedo o el de Alicante en el que se ven muchos cortos. Es cierto que, a veces, al público le cuesta ver cortos, y ahí también me incluyo a mí misma porque, cuando asisto a una proyección de cinco o seis cortos, me molesta cambiar tanto de historia. Aún así, creo que el apoyo a los cortometrajistas cada vez es mayor, dado que hacer un corto es la mejor manera para poder sacar adelante un largometraje».
A451: Además de en el catálogo de Madrid en Corto, ’36’ puede verse a través de Movistar Plus+, ¿Creéis que la falta de ventanas de exhibición es lo que más lastra el limitado recorrido al que pueden aspirar hoy los cortometrajes?
A.L.: «Yo creo que en esto también influye una falta de conocimiento por parte del espectador que es totalmente comprensible. Mucha gente me pregunta dónde pueden verse mis cortos, y hay ocasiones en las que ni siquiera yo sé responder a esa pregunta. Creo que ’16’ está disponible ahora mismo en Filmin, que, además, suele abrir ventanas en diferentes festivales para dar a conocer sus cortos, y existen otras plataformas como Movistar Plus+, donde puede verse ’36’, que también ofrecen cortometrajes dentro de su catálogo, pero me da la sensación de que no lo publicitan lo suficiente. Habría que potenciar que el espectador, al igual que tiene ganas de ver una serie del tirón, apueste por consumir cinco o seis cortos seguidos, pero lo cierto es que las plataformas ponen a nuestra disposición un espacio muy valioso y sirven de escaparate para nuestros cortos».
A451: ¿Cómo fue la confección de este reparto que encabeza Nerea Barros?
A.L.: «Además de como directora, yo también trabajo como directora de casting, así que lo tuve más fácil para ir buscando actores y actrices acordes a la edad y al perfil que necesitaba y con los que, además, me apetecía trabajar. La verdad es que tenía muchísimas ganas de trabajar tanto con Nerea Barros como con Loreto Mauleón, y a Fran Cantos ya le conocía, pero no había trabajado nunca con él en ficción, y tuve claro que quería contar con él desde el principio. A partir de ahí, fui sumando al elenco gente con la que ya había trabajado antes, como Marta Romero, Iván González Sainz, Katia Klein, Eduardo Rejón y Patrick Martino, actores, todos ellos, muy profesionales. Cuando hago castings para otros, no suelo tirar tanto de lo emocional, pero, cuando los hago para mí, sí que me gusta rodearme de gente con la que me apetece mucho compartir mi proyecto».
A451: Es de suponer que el hecho de ejercer también como directora de casting te ayuda a entender y a orientar mejor a los actores…
A.L.: «Donde más experiencia tengo y donde más desenvuelta me siento es en la parte de dirección de actores, mientras que en la parte más técnica cuento con el apoyo de mi director de fotografía, Carlos de Miguel, y del sonidista, Fernando Aliaga, que son quienes me guían. Tengo muy claro cómo colocar y mover la cámara, pero les doy mucha libertad a ellos la hora de hacer su trabajo. Por ejemplo, en este corto rodamos con una steadicam y tuve que depositar toda mi confianza en los profesionales expertos en la materia, porque yo no puedo meterme en eso. El hecho de haber dirigido tantos castings ha supuesto una cierta ventaja, porque el estar tanto tiempo rodeada de actores me ha dado unas herramientas para saber trabajar mejor con ellos y sacar lo mejor de sí mismos».
A451: ¿Cuándo tuvo lugar el rodaje y qué tal transcurrió?
A.L.: «Rodamos a finales del verano de 2021 porque el Premio Movistar Plus+ incluía la participación en la Sección Oficial del Festival de Gijón del próximo año, lo que nos obligó a acelerar un poco los procesos. La verdad es que fue todo muy bien y, además, tuvimos mucha suerte porque el día que rodamos hizo muy buen tiempo. Nos esforzamos mucho por prepararlo todo de antemano y, sobre todo, por conseguir una localización en la que todo fuesen facilidades y no hubiese ningún obstáculo. En este sentido, nos vinieron muy bien las ayudas que recibimos, puesto que nos permitieron elegir la casa que mejor nos encajaba en cuanto a forma y dimensiones y, a su vez, nos dieron también la posibilidad de contar con ciertos equipos de sonido que han determinado que el resultado sea el que es, con la postproducción, además, corriendo a cargo de Pecera Estudio. Hay que tener en cuenta que la postproducción de un plano secuencia tan largo tiene sus complicaciones, pero también tiene la gran ventaja de que te permite ahorrarte toda la fase de montaje».
A451: ¿Tuviste claro desde el principio que querías rodar ese plano secuencia?
A.L.: «Yo llevaba ya un tiempo valorándolo y, un día, le comenté a Carlos de Miguel, mi director de fotografía, que podía resultar muy potente a nivel emocional que estuviésemos todo el tiempo siguiendo a la protagonista sin hacer ningún corte, para que así el espectador no tuviese ningún respiro. Entonces, empezamos a planteárnoslo y, al final, lo sacamos adelante, a pesar de que siempre piensas que es imposible que todo salga perfecto. Tengo que confesar que el plano con el que nos hemos quedado es el último que rodamos y que, al final, salió todo bien y rodamos los 20 minutos del tirón, pero sí que hubo momentos en los que pensamos que nos habíamos equivocado y que, por tanto, tendríamos que hacer algún corte. Creo que el plano secuencia, lejos de ser una simple imposición efectista, juega muy a favor de nuestra historia porque ayuda a incrementar poco a poco la tensión y a que el espectador se vaya sintiendo cada vez más ahogado».
A451: ¿El rodar con la pandemia aún presente os obligó a renunciar a algo?
A.L.: «Tomamos todas las medidas necesarias y, por suerte, no hubo ningún contagio. Tratándose de un reparto compuesto por ocho personas, podría haber ocurrido perfectamente, pero no pasó y no hubo que sustituir a nadie, tampoco en lo que respecta al resto del equipo. Aprovechamos para rodar todo lo que pudimos en exteriores, trabajamos con mascarilla, nos hicimos los tests correspondientes y, afortunadamente, no hubo ninguna incidencia, como tampoco la hubo, por cierto, cuando rodamos ’26′».
A451: ¿Cómo se desarrolló el proceso de postproducción?
A.L.: «El montaje corrió a cargo de Juanma Gamazo, que es un gran profesional con el que yo siempre suelo trabajar, y nos reíamos porque lo único que había que decidir, realmente, era el segundo en el que empezaba el plano secuencia y el segundo en el que terminaba, cosa que uno tampoco se puede tomar a la ligera, la verdad. Por otra parte, la corrección de color, al igual que en el caso de ’26’, corrió a cargo de Noemí Lallave de El Colorado, que es una persona muy concienzuda y que tiene una visión muy personal, mientras que la postproducción de sonido, que puede que haya sido el proceso más complicado de todos, recayó en la gente de Pecera Estudio, que ha hecho un trabajo espectacular gracias también, en parte, a la enorme calidad que consiguió darle Fernando Aliaga al material».
A451: Hasta ahora, vuestro paso por festivales os ha dado alguna que otra alegría, ¿Te sorprende la trayectoria que está teniendo ’36’?
A.L.: «Con ’16’ y con ’26’ conseguimos algunos premios en materia de interpretación y de dirección de fotografía, pero no tantos como con ’36’, entre ellos, algunos que tienen que ver con la dirección y, sobre todo, premios del público, que son los que más me gustan, puesto que nos los da gente que ha visto la película en una sala y que decide votarnos porque la historia le ha llegado de alguna manera, cosa que es una gran alegría para mí».
A451: ¿Tenéis previsto competir en más festivales en breve?
A.L.: «Desde luego que sí. El corto sigue en el circuito y, de hecho, pronto va a estar presente en los festivales de Soria, Zaragoza, Almería y Huelva. La verdad es que este año estamos consiguiendo muchas selecciones, así que no puedo estar más que contenta».
A451: ¿Os esperabais ser preseleccionados de cara a los Goya?
A.L.: «Para nada, si te soy sincera. Aunque sé que la nuestra es una buena propuesta, había otros 55 cortos peleando por conseguir lo mismo, y cuando la comisión profesional nos incluyó entre los quince preseleccionados, todos ellos una maravilla, por cierto, nos sentimos muy halagados, así que, si al final acabamos estando entre los cinco nominados definitivos, será una nueva sorpresa. Creo que ’16’ y ’26’ también eran unas propuestas muy buenas, pero, sin embargo, nunca llegamos a figurar entre los quince precandidatos, ya que es algo muy complicado, por lo que este año estoy muy feliz, claro. Siento que vamos superando etapas, pero hay que ir paso a paso, sin adelantar acontecimientos».
A451: La cosecha de cine español que ha dado este año ha sido especialmente buena, por lo que parece que la carrera por los premios va a estar muy reñida…
A.L.: «Desde luego que sí. Nosotros ya hemos puesto en marcha una campaña para dar a conocer nuestro corto, pero tampoco queremos obsesionarnos con eso. Desde el primer momento, nuestra premisa ha sido pasárnoslo bien, aprender y, al mismo tiempo, aprovechar para posicionarnos y que se nos escuche tanto a mí como a la productora, puesto que tenemos la intención de hacer un largometraje. Tenemos que ser conscientes de que hay una parte que no depende de nosotros, es decir, debemos trabajar porque los académicos sepan que existe este corto y lo vean, pero luego ellos son quienes deciden si votan por él, o no. Hay que hacer ruido para que se nos oiga, pero también hay que dejar que las cosas fluyan, porque no se puede luchar contra el azar. Eso sí, en lo que respecta al cine español, es necesario ir demostrando qué sabes hacer para que confíen en ti».
A451: Ya estás trabajando en el que será tu primer largometraje, que, además, ha pasado por el Torino Film Lab y cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid, ¿Puedes contarnos algo sobre este proyecto?
A.L.: «Efectivamente. Estamos trabajando desde el año pasado en un largometraje que se titulará ‘Todo lo que no sé’ y que será mi ópera prima si somos capaces de sacarlo adelante. Nos concedieron la ayuda al desarrollo de la Comunidad de Madrid del 2021, tuvimos la suerte de estar presentes en el Torino Film Lab Extended que se celebró ese año en Madrid, y también hemos pasado recientemente por una asesoría de guión, gracias a la cual, contamos con una versión mucho más concreta y compacta de la película que pronto empezará su camino en busca de financiación. La dificultad que plantea hacer un largometraje es que tienes que convencer a mucha más gente para conseguir llegar a rodarlo que cuando haces un corto, pero creo que en torno a nuestros tres cortometrajes se ha generado un equipo fantástico y tenemos claro que queremos trabajar con calma y sin apresurarnos, lo que no quita que debemos luchar a pulmón si queremos que la película salga adelante. Si el proyecto lo merece, acabará haciéndose realidad».
A451: ¿Estás trabajando en algún otro proyecto más en este momento?
A.L.: «Tengo sobre la mesa otros dos proyectos de largometraje, dado que lo que no quiero es poner todos los huevos en una misma cesta, y ya en 2023, me gustaría volver a plantear algún cortometraje porque tengo un par de historias que me gustaría contar. No quiero dejar de hacer cortos porque es algo que siempre me ha traído cosas muy buenas».